Hoseok apenas tiene 17 y a esa edad acaba descubriendo sobre su sexualidad, o más bien, Tae sexualidad.
Taehyung es todo lo contrario a Hoseok, él tan solo derrama arcoíris por donde va, sin importarle lo que diga la gente.
Hoseok se odia.
Tae se am...
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—Viejo, ¿no crees que nos hemos pasado con Kim? Lo dejamos bastante lastimado.
—Por Dios, Jungkook. ¿Desde cuando te importa como quede el estúpido ese? ¿Recuerdas? Hacerle la vida imposible. — habló Baekhyun.
— Si sí, pero yo hablaba de palabras, daño mental, no daño físico. Esta vez nos hemos pasado. — una carcajada proveniente de Taeyong resonó por todo el lugar.
— No me digas que te haz enamorado de él, Jeon. — Jungkook negó rápidamente.
—¿Cómo crees que me voy a enamorar de él? Ni que fuera...
— Joto. — los otros dos chicos rieron, mientras que Jungkook reía igual, pero con nerviosismo.
Tiempo después Jungkook salió de la escuela, mientras veía a lo lejos a Jung Hoseok, ese chico ahora estaba mucho tiempo con Taehyung, y a él eso le incomodaba.
Agarró su motocicleta y se subió en ella, en el camino se encontró frente a frente con la casa en la que había pasado prácticamente casi toda su niñez, arrepintiéndose de lo que acababa de ocurrir.
— ¿Por qué soy así?
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Hace 4 años...
Un Taehyung de trece años salía de su casa para encontrase con su mejor amigo, Jungkook, o Kookie como le decía él.
— ¡Hyung, le tengo una sorpresa! — quizá su menor dolo era pequeño por un año, pero aún así lo quería como a un bebé.
—¿Qué pasa, Kookie? — vio como la cabellera castaña llegaba a abrazarlo rápidamente, y cuando se separó le entregó un paquete.
—¡Le traigo unas ricas galletas, son de chispas de chocolate con cereza, como le gustan! — Tae le sonrió. Era un Niño sumamente adorable, lo que más le gustaba de él eran sus dientitos.
—Gracias, Kookie.
Toda la tarde se la pasaron juntos, hasta la hora de la cena, donde los padres de Jungkook lo recogieron y cada quien se fue a su casa.
