2-Acuerdos

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El camino hasta la gran casa de los Uchiha había sido incomoda para la chica. No le dirigió una sola mirada al moreno que, después de ese descaro al que llamó acercamiento aunque ella le parecía mas una intimidación, no le dedicó una sola mirada. El silencio era casi palpable entre ellos dos pero no volvió a tener la guardia baja, ya no eran niños, Sasuke era todo un hombre ahora.

Al bajar del lujoso auto Hinata pudo contemplar la magnífica mansión de los Uchiha, sabia que ellos gustaban de la alta clase pero esto era demasiado absurdo desde su perspectiva; no es como si su casa fuera pequeña pero al menos sabían guardar cierta simpleza.

Ambos caminaron por la entrada del lugar, ella admirando las paredes y su alrededor mientras él solo caminaba hacia el comedor donde sabía que le vendría una buena regañada por el retraso.

Al entrar a la sala en la que comerían, ambos tomaron asiento apartados lo mas posible del otro mientras los adultos aún hablaban de cosas triviales con unas sonrisas elegantes; el hielo con los mayores fue roto poco después.

“Señorita Hyuga, es un placer volver a tenerla con nosotros. Tu padre me habló de tu ingreso a la escuela ¿todo bien?” — aún si la voz del padre de Sasuke podía sonar fuerte, esta vez era en un tono dulce.

“Todo fue de maravilla, gracias por preguntar.” — Hinata dedicó una dulce sonrisa, incluso su padre se conmovió un poco.

“Sasuke, me alegra volver a verte, te has vuelto todo un hombre.” — Un cumplido por parte de Hiashi era algo que aún Hinata podía reconocer como inusual. Sasuke solo asintió en señal de respeto, no había mucho que decir de su parte.

Tras otro rato de la sesión de preguntas llegó la comida y con algo de incomodidad, el Hyuga mayor preguntó sin una pizca de vergüenza.

“Tu padre me contó que aún no haz elegido una esposa ¿A que se debe? ” — La ojiperla se pudo haber atragantado en ese momento mientras Sasuke evitaba escupir algo del agua que estaba bebiendo.

“Pese a mi éxito con las mujeres, con todo respeto, no hay buenas por aquí. ” — Dio otro bocado de comida mientras miraba a su padre con una mirada algo molesta ¿por qué era de importancia su estado amoroso? Así tan de repente.

“El dinero de la familia atrae a muchos corazones podridos con rostros lindos, mi Sasuke sabe de primera mano.”— Hinata miró de reojo a Sasuke ¿seria posible que él hubiese estado en una relación sin amor? ¿Acaso le habían usado?

“Lamentablemente, pero si Sasuke pudiese encontrar a una mujer de su misma clase entonces habría menos riesgo de esta magnitud ¿no es así? ” —Hiashi golpeó levemente a su hija con el codo, entonces fue cuando la chica entendió a lo que venia toda esta plática.

Miró a Sasuke rápidamente encontrándose con esas orbes oscuras, la examinaban poco a poco para después dedicarle una mirada cómplice con preocupación.

“Es así, además que, con su permiso y sin ánimos de ofenderte Hiashi, tu hija es muy hermosa.” — los comentarios de aquellos hombres empezaban a tornarse hacia un camino que se veía, terminaba en un acantilado.

“A lo que quieren llegar es que yo y Hinata deberíamos ser una pareja ¿o me equivocó?” — Sasuke estaba mirando directamente hacia el par de progenitores quienes miraron a los chicos con ojos de seriedad hasta que sus semblantes se tornaron tranquilos.

“Nuestras familias son los dos clanes mas grandes y poderosos, naturalmente una alianza no nos haría mal a ninguno.” — Hinata abrió la boca con ánimos de protestar pero la voz de su padre la hizo quedarse callada.

“Si una alianza es lo que quieren, no tengo problema.” — dijo aquella voz fría, mientras se recargaba en su asiento con los ojos cerrados y las manos cruzadas. — “Pero solo si la chica quiere, no la obligare.”

Hinata se sintió extrañada por aquella ultima sentencia, ahora ella debería decidir y la mirada de su padre solo le daba una alternativa.

“Si es solo un noviazgo, no tengo inconveniente mientras sea por el bien de ambas familias.” — colocó una mano en su pecho para evitar caer por la fatiga, en parte había hecho bien al llamarle noviazgo pero sentía un pésame en su corazón. — “Disculpen, no me siento muy bien.”

Antes de que otra palabra fuera dicha la chica se retiró del salón buscando el patio, solo era un noviazgo pactado, nada del otro mundo, solo tenía que fingir con... Él.

Llegó al jardín con una inquietud enorme plantada en sus pulmones, sentía como se salía el aire de ellos por solo imaginarse en la presencia de ese lobo, siendo ella un conejito que podría devorar como aperitivo.

“Me sorprendió que aceptaras, pero puedo entenderlo...” — el lobo la encontró, la sorpresa la hizo girarse mientras veía al chico de hielo parado a unos metros. — “... Tu familia aún no recupera posición, son los sacrificios que uno hace.”

“Uchiha-san” — dijo aquella voz tímida antes de ser callada.

“Sasuke, ahora debes llamarme así si queremos que este teatro nos salga bien.” — El moreno se acercó un poco mas a la jovencita de ojos perla pero ella retrocedió mirando sus movimientos.

“No tienes nada que yo quiera, Hinata. No me interesa ni tu nombre, ni tu dinero. Deberías agradecer mi bondad por salvar un poco tu clase.” — aquel tono arrogante se le salió accidentalmente, de cualquier forma no iba a disculparse por decir la verdad.

“Usted no me ama, Sasuke-kun. Llevo conociéndolo mucho tiempo como para no saber que espera algo de esta situación. ” — ella no iba a subestimarlo, sabía que no había tan bondad en ese rostro frío y corazón petrificado.

Sasuke pudo notar una pizca de enojo en los ojos de la chica, quizá enojo combinado con ese miedo característico de ella; no pudo evitar mostrar una sonrisa de lado, quizá lo había descubierto pero en este juego de apariencias eso no importaba.

“Evidentemente quiero algo de ti, es natural que un regalo merezca otro a cambio.” — Hinata le observaba atentamente, alerta de cualquier pequeño movimiento que pudiese revelar el chico de sonrisa diabólica.

“¿Qué es lo que busca?” — se armó de valor para no tartamudear y en un segundo Sasuke estaba ahí delante de ella mientras le sujetaba la muñeca.

“Quiero que me des el placer de ver tu rostro mientras te consume esto.” — Hinata se sintió aterrada pero no podía apartar la vista de aquellos ojos oscuros, ojos que parecían tragarla con esa satisfacción malvada, hambrientos por sus sentimientos mas extremos.

Sasuke soltó la mano de la chica, se había alterado de una forma extraña pero en extremo satisfactoria anteriormente, necesitaba guardar la compostura; puso su mano en frente de la chica en señal de acuerdo.

“Tu sigueme mostrando esos colores tuyos y prometo que esto solo durará hasta que me encuentre algo más divetido y patético ¿Trato?” — podía relamerse sus labios de la desesperación pero para convencer a los mortales de vender su alma, el diablo nunca se mostró completo ante ellos.

La mano del chico Sasuke se veía enorme y tosca a comparación de las manos femeninas, delicadas de ella, un agarre firme pactó el camino de ambos mientras Hinata revelaba una cara que Sasuke no había visto pero lo volvió loco mientras duró, su cara era firme. Hinata era suya e iba a romper aquel dulce rostro mientras podía.

Los sentimientos quedan de lado,
el trato ya esta hecho.”

ObsesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora