Obseso

1·- El regreso

El sonido de la alarma la inquietó unos momentos mientras algunos hilos de cabello le resbalaban por el rostro. No quería ir a la escuela, sabía los retos que debía afrontar con sólo poner un pié ahí, sintiendo enseguida la presencia oscura de aquel que alguna vez consideró un amigo, ahora sólo le veía como un alma perdida.

Colocó una de sus manos en la mejilla que hace años fue golpeada por él, el niño de mirada oscura; sin embargo en esas épocas de soledad, viviendo al lado de la sombra de Sasuke se alejaron cuando conoció esa sonrisa tan brillante, esos ojos color cielo y la melena amarilla de Naruto.

“Naruto-kun, espero que nuestros caminos se crucen nuevamente. ” — saltó de la cama con un animo totalmente diferente, cepilló su larga melena, se colocó el uniforme y con una sonrisa decidió encaminarse a su nueva universidad en el pueblo que había dejado pero, que ahora, parecía recibirle con los brazos abiertos.

Mientras en la entrada a la universidad, un chico bastante guapo esperaba en la puerta viendo entrar a las jovencita ilusas que lo miraban como si su belleza fuera la de un Dios. El destino de aquellas que lo alababan era seguir de esa forma, los Dioses no le hacen casos a los que rezan por apariencia y en ocasiones ni a los que tienen fe verdadera; los dioses como Sasuke, son dioses crueles.

Miraba su celular, releyendo el mensaje que le había enviado su hermano sobre la llegada de la chica de ojos color perla. Los clanes Hyuga y Uchiha necesitaban volver a convivir, esa era la excusa que Sasuke se ponía solo para poder verla antes que nadie, entonces como si sus pensamientos se hubiesen materializado logró divisar una chica bellísima, cuerpo perfecto, senos grandes, piel de porcelana, ojos color perla y para contrastar ese hermoso cabello largo negro azulado.

“¿Hyuga?” — Sonaba genuinamente sorprendido, incluso él juraba que ella era poco material de mujer pero estos años le habían hecho el objeto de deseo casi de cualquier hombre.

“¿Huh? Uchiha-san, n-no me esperaba verlo tan rápido. ” — sintió un jalón en el corazón, advirtiéndole que huyera, le aterraba estar en su presencia.

“Me hicieron esperar en la entrada hasta que llegaras, no me gusta que la gente llegue tarde.” — nuevamente tuvo la oportunidad de imponerse, al menos los tartamudeos seguían siendo el distintivo de ella.

“D-disculpeme, no tenía idea.” — se inclinó hacia el muchacho.

“¿Por qué te disculpas por algo que no sabías? Sigues siendo demasiado... ” —No,  aún no era el momento para volverse a presentar como aquel que la maltrató, ya no estaba tan mal de mente, por lo menos no en ese momento. — “...amable.”

Hinata había esperado el golpe de Sasuke, golpe que jamás reventó contra ella de alguna forma; le hizo sentir algo aliviada pero no por eso bajaría la guardia con él.

Sasuke se tomó su tiempo para enseñarle algo de la escuela hasta que las clases empezaron, la guió hacia el salón de clases que casualmente compartían, en cuanto abrió la puerta pudo ver el alboroto que había.

“¡Te juro que la vi! Olía a la misma Hinata que conocí pero mucho mejor.” — decía un chico de cabello castaño mientras trataba de liberarse del agarre de un rubio con cara fastidiada.

“¡Te dije que dejaras de bromear al respeto! Ya van 3 años y ella...” —las miradas se posaron en la puerta, la mitad del salón estaba incrédula al ver a aquel par llegar. Hinata caminó a la parte delantera de la clase con una sonrisa nostálgica mientras los demás le veían boquiabiertos por el cambio que había sucedido con ella.

“Soy Hinata Hyuga, es un placer volver a verlos, les extrañe. ” — Se inclinó como era debido en la presentación, Sasuke incluso se conmovió un poco pero la oleada de alumnas y alumnos para abrazar a Hinata llegó de la nada.