Obseso

3-Teatro

Apenas unos días habían pasado desde el encuentro y acuerdo que se dio entre los dos. La rutina de Hinata había cambiado un poco, ahora debía esperar en su casa para que Sasuke la fuera a recoger. En ocasiones incluso le preparaba un almuerzo a su "novio", la cocina era un talento que desempeñaba bastante bien por lo que Uchiha no se quejaba en absoluto.

En la escuela se trataban de forma distante, a petición de Hinata, pero a sus compañeros empezaba a darles curiosidad el hecho de que siempre llegara con Sasuke y se fuera, a si mismo, con él a casa al final del día.

“Hina, en serio ¿pasa algo entre ustedes dos?” — Kiba no dudó en ir al grano mientras comían algo fuera del aula de clases. La ojiperla miró a su amigo con una sonrisa amable mientras daba una mordida a su bola de arroz, tragó pensando que así como la relación solo era de familia, debía quedarse como secreto entre ella y su " novio".

“Uchiha-san y yo solo estamos pasado tiempo juntos por petición de nuestras familias, unir los lazos entre clanes poderosos es algo normal.” — Aún sin estar completamente convencido, Kiba insistió otro poco con la mirada hasta que la campana volvió a sonar.

“Espero que solo sea eso, Sasuke nunca me dio buena espina.” — mencionó Shino mientras se levantaba para ir de vuelta al aula. A la chica no le gustaba mentirle a sus amigos pero desde su punto de vista, aquella era la mejor excusa por el momento.

Al entrar a clases pudo notar que su asiento ya no estaba cerca de sus amigos, buscando con la mirada pudo encontrarlo justo en frente de Sasuke, se dirigió con algo de timidez hacia él.

“Uchiha-san” — El peliazul le levantó una ceja mientras la veía, esperando una buena respuesta. Era evidente para ella que quería que lo llamara con esa informalidad, algo que era empujarla fuera de la zona de confort, llamar a Sasuke por su nombre.

“S-sasuke, ¿usted movió mi asiento?” — Quizá no era la respuesta que él buscaba del todo, los ojos en la clase empezaron a moverse hacia ellos lo que ponía algo incomoda a la chica mientras que él disfrutaba de ver esas señales de vergüenza.

“Si, de ahora en adelante te sentaras en frente de mi. Ordenes de mi padre, no tengo nada que ver.” — Una pequeña mirada de enojo salió de los ojos aperlados de Hinata mientras se sentaba en su, ahora, nuevo sitio.

Todos miraron algo sorprendidos de como esos dos parecían ser tan cercanos de la noche a la mañana, un aire de duda les empezó a invadir y los murmuros llegaron poco después.

“¿Eh? ¿Hina ya no va a sentar aquí?” — Un golpe directo al pecho por la voz del rubio a la tranquilidad de Hinata, el cual se acercó poco después a la chica con una expresión de duda. — “Ustedes dos están muy unidos últimamente, ¿no crees que al menos podríamos salir un día de estos en grupo?”

Sasuke se veía algo fastidiado porque la pregunta no iba hacia él, estaba claro que le correspondía a Hinata dar una respuesta, algo que sacó a Sasuke de su estado de satisfacción muy rápidamente.

“Y-yo tengo libre esta tarde, podemos ir juntos a c-casa, Sasuke-kun debe hacer labores hoy.” — Empezó a jugar con sus dedos mientras que su mente divagaba, tanto fue así que no se dio cuenta de que había soltado el nombre de Sasuke.

Al principio Naruto se impresionó pero al descartar rápidamente la posibilidad de que ellos salían, ya que ella jamás accedería a estar con alguien tan sombrío como el Uchiha, le dedicó una sonrisa de oreja a oreja mientras se retiraba a su lugar, esperando el final del día con entusiasmo.

Antes de que el sonrojo se le subiese más a las mejillas de la chica Hyuga, sintió un leve tirón de su camisa.

“¿Quién te crees que eres? No vas a ir con ese idiota a ninguna parte.” — Sasuke tenía una seriedad muy oscura en su tono de voz, aún si decía las cosas susurrando para que los demás no se enteraran, el peso de sus palavras recaía en el aire haciendo sentir el ambiente más pesado.

Sientiendose sofocada por la extraña actitud posesiva del ojinegro, la chica tomó valor para mirarlo a los ojos con determinación, un gesto que sorprendió al mismo Sasuke, aún así no quiso darle la satisfacción a la chica de ver que su mirada de afectaba de alguna extraña forma.

“Sasuke-kun no es mi novio, tengo derecho de divertirme y salir con mis amigos si quiero. Iré incluso si usted no quiere permitirmelo.” — Le había tomado mucho valor pero pudo silenciar su miedo para callar a ese demonio que tenía por pareja fingida. No dijo una palabra más, solo se giró sin prestar atención a Sasuke, que en sus ojos, se notaba un negro siniestro.

La ultima clase tomó lugar. Todos empezaban a preparar sus cosas para poder ir a casa, Hinata se apresuraba más que el resto, estaba tan distraída en apurarse que no notó el momento en el que Uchiha se levantó de su asiento y se fue, en parte se sintió aliviada de no tener que lidiar con una confrontación, pudo suspirar con calma.

“¡Hina! ¿Quieres acompañarme a un lugar antes? Necesito pasar por unas cosas, sólo será un pequeño desvío.” – Dijo la voz del rubio mientras ella se giraba con las mejillas rosadas, no tenía problema, solo debía avisar a su padre que iba a tener un pequeño retraso.

“Claro, no me molesta ¿Nos vamos llendo?” – Naruto sonrió con alegría, mientras miraba a Hinata, giró su vista un instante para ver a todos los chicos y chicas de la clase animandolo.

Había estado bastante tiempo considerando los sentimientos que tenía hacia la ojiperla, tenía la aprobación de todos ellos para poder dar el gran paso y tener una relación. Ese día era su chance para poder explicarse, después de tanto tiempo aquellos sentimientos encontrandos podían tener la oportunidad de liberarlo e iniciar una etapa de felicidad.

Salieron del lugar riendo un poco entre conversaciones pasajeras sin darse cuenta de una presencia, un hombre de ojos negros les miraba con celo, algo que no se imaginaba tener.

“Devuelve la llamada cuando esté todo listo, la princesa quiere interpretar un papel que no le corresponde.” – Decía mientras hablaba por su celular, colgó inmediatamente dispuesto a seguir a los "tortolos" solo pensar esa palabra le asqueaba de sobre manera.

¿Por qué Hinata no podía reír de la misma forma con él? ¿Qué tenía aquel seso muerto que no tuviese Sasuke? Las mujeres se alejaban de Naruto y siempre se acercaban a él, todos llamaban imbécil al rubio mientras que Sasuke era alabado por su inteligencia.

Apreraba los dientes para evitar meterle un puñetazo a Naruto en ese instante, él era mucho mejor en todos los aspectos ¿Qué tenía de especial alguien como el chico de ojos azules?

“Si es sólo por eso, podría arrancarle los ojos...” — Se dijo en voz baja, ni siquiera escuchaba lo que él mismo se decía, sólo podía sonreír con maldad al imaginarse a la dulce chica de piel porcelana llorar mientras mataba a golpes a aquel que ella proclamaba querer; entonces una idea retorcida, siniestra y enferma atravesó la cabeza de Sasuke.

Si ella se queda sin nada, sin nadie, sola y rota. Seré al único al que le pueda sonreír de esa manera.

Soltó una pequeña risa entre dientes, tenía que calmarse, la obra apenas iniciaba y el Uchiha haría un cambio de guión; algunos personajes estaban de sobra.