Obseso

5- Ordenes Del Director

“¿Qué hace usted aquí?” — Preguntó incrédula Hinata, sentada al borde de su cama sin mirar a la cara al pelinegro que recorría la habitación de la chica, examinando todo a su alrededor.

“¿No tengo permitido visitar a mi novia? Eso es bastante cruel de tu parte, Hinata.” — Tomó uno de los peluches de la chica, un pequeño panda que se encontraba en el tocador. Sasuke lo reconocía perfectamente y de sólo verlo sintió el impulso de tirarlo por la ventana, Naruto se lo había regalado a la chica en uno de sus cumpleaños hace mucho tiempo pero no parecía tenir ni un sólo rastro de maltrato durante el tiempo, como si ella lo hubiese guardado para su propio disfrute en lugar de sólo jugar con él hasta deshacerlo.

“N-no, me refiero a que es algo tarde y me sorprende que se apareciera, diculpe si lo tomó de otra forma.”— Decía la chica juntando las piernas, estaba nerviosa a más no poder. Era la primera vez que un hombre entraba a su habitación.

“Te vi con Uzumaki, pienso que estas olvidando tu posición, Hina-chan” — Casi se le salía el alma del cuerpo a la chica, estaba totalmente avergonzada, más por la idea de que alguien pudo ver su atrevimiento que por el problema que podía causar con su "novio". Ella sabía que su acuerdo era meramente político y a Sasuke, en la mente de Hinata, le gustaba molestarla.

“L-lo lamento ¿A-acaso fui muy a-atrevida? N-no quería precipitarme y y-yo...”— Sasuke puso sus ojos en blanco mientras se recargaba en la pared, ella no había entendido el punto pero su reacción le había molestado más que el atrevimiento, para él, un beso no significaba algo importante, así que con intenciones de molestarla o quizá sacar algo de información, decidió indagar más en esos exagerados sentimientos que mostraba.

“¿Alguna vez has besado a alguien?” — El tono tan natural de Sasuke la dejó boquiabierta, era evidente que no pero en su mente, lo que había pasado con Naruto la hacía querer decir que si, aún así, su lado honesto sabía que eso no era un beso como tal.

“No, nunca, ¿qué hay de usted?” — Al principio Sasuke creyó que estaba contestando, pero cuando vio los ojos de Hinata mirarlo con curiosidad, sintió un latido escaparse de su pecho. Se limitó a sonreírle.

“Si, demasiadas veces y no sólo eso.” — La chica con ojos de luna parecía no entender a lo que se refería, a lo que Sasuke sólo pudo verla con más asombro del que tenía hace unos momentos.

<<No me digas que...>> — Pensó el azabache, se dio el lujo de pasar su mirada por el cuerpo de Hinata y mientras más detenidamente la veía, para él estaba más lejos la posibilidad de que ella siguiera siendo virgen.
De la nada, la chica cubrió su boca con ambas manos.

“¿U-usted ha tenido relaciones antes?” — Sasuke se quedó estático ¿En verdad lo había pensado tanto tiempo? No pudo evitar reírse y mientras lo hacía se tiró al lado de Hinata en su cama, la chica era realmente estúpida.

“Si preguntas si he tenido sexo: si, tanto que no lo creerías.” —Evidentemente alardeaba, esperando que esta extraña reunión en la compartían datos revelara las sospechas que él tenía pero en lugar de una confesión, la piel de porcelana le cuestionó.

“¿Entonces Sasuke ya encontró a la mujer que amará el resto de su vida? Si es así, no quiero interponerme.” — El chico la miro con irritación, preguntándole a que se refería. — “Usted ha tenido intimidad con una mujer, eso significa que la ama ¿no es así?”

“¿Dirías eso si me acostara contigo?” — Le respondió Sasuke de forma antinatural, con una calma inhumana. Hinata se había congelado por completo, el rostro de su contrario era demasiado serio y ella tenía todos los tonos de rojo regados por su cara. Intentó hablar pero el Uchiha atrajo su cuerpo hacia él, ella se paralizó de inmediato.