Capítulo cuatro: "Como una correa"

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Capítulo cuatro: "Como una correa"


La escuela de artes se había quedado muy complacida cuando su alumno favorito reapareció después de meses de ausencia. Harry llegó como si nada hubiera pasado y tomó sus clases, claro que nadie le dijo nada, sabían de lo complicado de su vida, su padre le obligaba a tomar clases que le servirían para administrar un día el negocio familiar, Harry se negó y escapó hace un año, entonces entró en la escuela y desapareció después de tres o cuatro meses de asistencia. Era bueno cantando, y actuando, tenía sorprendidos a los profesores y por eso se preocupaban cuando desaparecía.

Niall, su mejor amigo se le acercó sonriendo en uno de los descansos. Lucía exhausto.

— ¿Dónde demonios estuviste? Nos tenías preocupados —Le dijo un poco asustado, pero sin perder la sonrisa.

—Renté un lugar en un edificio, pero el mes pasado me quede sin dinero para pagar y el casero quiso cobrarse a golpes —respondió Harry, mientras tomaba agua— ¿Crees lo salvaje que es la gente hoy en día? 

— ¿Y qué hiciste? De eso ya un mes.

—Estoy quedándome con un chico —comentó Harry sonriendo—. Soy su mascota.

— ¡¿Qué eres qué?! —Preguntó Niall sorprendido, con los ojos prácticamente desorbitados.

—Su mascota, en eso quedamos, es algo entre él y yo, pero hasta eso me cuida bien, y creo que es un buen chico.

— ¿Te acuestas con él? —Inquirió, él quiso evitar esa pregunta, pero su cuerpo tenso no lo dejó contenerse. Harry tenía unas ideas algo liberales y le preocupaba.

—No —contestó Harry sonriendo— ¿No te digo que soy su mascota?

—No te entiendo —habló Niall confundido.

—No tienes que entenderlo —agregó, antes de ponerse de pie—. Está bien, estoy bien.

—Eso espero.

.

Ese día, Louis tenía asesoría con un psicólogo que había contratado hace unos meses, ¿Por qué? Porque se sentía realmente extraño. No le satisfacía nada y eso le preocupaba, los ligues de noche solo eran por un rato, Eleanor le fastidiaba más de lo que le tranquilizaba aunque claro cuando la perdió lloró en esa noche que mejor no recordar y ahora veía al hombre cada semana.

James Corden era el nombre del psicólogo, Louis ya le conocía y no tenía problemas en llegar y contar algunos asuntos personales.

—Hola, buen día Louis —lo saludó James, con una agradable sonrisa—. Hoy te ves bien, de hecho te ves diferente.

—Han pasado muchas cosas —comentó Louis al pasar—. Eleanor me dejó, me engañaba con otro.

— ¿Y cómo tomaste eso?

—Al principio no me dolió, fue más orgullo pero después la vi con el tipejo y me dolió más de lo que pensé.

—Así que un engaño amoroso... Pero te veo que lo llevas bien, no se nota que...

—Porque tengo una mascota —sonrió Louis.

— ¿A compraste una mascota?

¿Cómo explicarle al psicólogo? No debía decirle que Harry era humano, eso sería ridículo, si antes no le catalogó de loco esta vez sí que lo haría.

—No, más bien estaba abandonado.

—Vaya entonces, ¿Cuánto llevas con tu mascota?

—Unos días —respondió, contando con los dedos los días.

Sé Mi Mascota » larry stylinsonWhere stories live. Discover now