capitulo 1

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Ella.

Año de 1184.

Estado de Baden-Württemberg, Alemania.

Durante aquellas fechas la santa inquisición; un grupo católico era la que gobernaba sobre esta capital.

La santa inquisición formaba parte de la religión católica que no toleraba ningún tipo de ideales diferentes a las suyas, cuando una persona era descubierta haciendo algo que no debía, dependiendo de su delito, ese era su castigo y en el peor de los casos la muerte, sobre todo si esa persona era acusada de brujería.

Sus métodos siempre eran diferentes, desde tortura hasta la muerte y tenían todo tipos de castigo para ejecutarlos, esas personas no toleraban ningún tipo de religión o ideal distinto.

Una joven de cabello largo color negro y ojos verdes, de piel un poco blanca, pero considerada una joven muy hermosa, salia de su casa por la puerta trasera y esa joven eres tu, de nombre Caroline.

Te encontrabas en el jardín recogiendo unas hierbas que habías sembrado.

Con tu padre enfermo, tu madre tenia que estar fuera todo el día trabajando, lavando ropa ajena, por lo que tu tenias que cuidar tanto a tu padre como la casa y el jardín.

Recogiste las plantas necesarias y entraste a la casa. Entraste a la cocina y creaste una pasta con las hierbas y un poco de agua, después fuiste con tu padre y le colocaste la pasta en uno de sus brazos, su brazo tenia una extraña infección, que se hubiese extendido de no ser por tu medicina casera.

Debido a la santa inquisición no podías ayudar a los demás que tenían la misma infección, ellos no toleraban otros conocimientos, como el uso de hiervas medicinales.
Por lo que tu familia hacia lo posible de evitar que las personas tuvieran contacto contigo.

El conocimiento sobre las plantas la habías obtenido gracias a tu abuela, quien te paso sus conocimientos desde pequeña, era algo de familia y por lo tanto un secreto.

Pero...
Por lo visto, fue en vano.

Dos hombres entraron a la casa rompiendo la puerta de una patada, entraron al cuarto donde estabas y te tomaron de ambos brazos.

-¡¿que ocurre?!- preguntaste asustada.
- Caroline Virline queda presa por actos de brujería - dijo uno de los hombres.

Mientras te sacaban a jalones fuera de la casa, viste que un tercer hombre entro a tu casa con un hacha.

Ya sabias lo que haría. No pudiste evitar llorar.

Al llegar a la plaza viste a toda la gente mirando, señalandote y murmurando cosas, hasta que una voz sonó sobre las demás, era tu madre.

-¡¿que significa esto?! ¡¿Porque traen a mi hija?!- grito mientras corría a tu lado.
- su hija es acusada de brujería y esta es una prueba - señalo un pequeño pomo.

Ese era un pequeño pomo con pomada que habías preparado y perdido el mismo día.

-¡¡Minna!!- grito el hombre.

Una joven de cabello castaño y ojos oscuros se acerco un poco, se conocían desde pequeñas, ella siempre estuvo a tu lado, sobre todo después de la muerte de tu abuela, he iba a visitarte cuando tu padre enfermo, la querías como a una hermana, tu mejor amiga o eso era.

-¿de donde lo sacaste?- le pregunto tu madre.
- el otro día que fui a su casa, es algo que Caroline preparo, ¿no?- respondió - y es con lo que ha estado curando a su padre.

Se podía escuchar a la gente decir y gritar "bruja" hacia ti.

A Minna jamas le dijiste sobre que eras herbolaria y siempre lograbas ocultarlo, ¿como fue que se dio cuenta? Y lo más importante para ti ¿porque te delato? Si eran tan unidas y confidentes, ¿porque la traición?

Cuando la miraste a los ojos, al ver que en ellos solo había ira y rencor, ya no querías ninguna respuesta, solo querías huir, irte de ese lugar para jamás volver, querías desaparecer y tu madre había leído tu mente.

Tu madre comenzó a gritar a la joven por su traición, gritaba un sin fin de malas palabras hacia ella, cuando vio que eso no funcionaba, para llamar aun mas la atención golpeo a Minna, haciéndola caer, algunas personas al ver el escandalo, intentaron detener a la mujer y esa fue tu oportunidad para correr.

Te safaste de ambos hombres al verlos distraidos y te perdiste entre la multitud, ya no podías ir a casa, por lo que tuviste que huir hacia el bosque, un bosque que era llamando el bosque negro.

La gente hacia lo posible por evitar ese lugar, debido a que era una cadena de montañas boscosas, un lugar donde reina la oscuridad y solo habitan animales salvajes, si las personas lo evitaban, entonces solamente te irían a buscar en el limite del bosque, jamas irían más allá, por lo que era tu única salida, tu única salvación, así que sin dudarlo ni un momento más ingresaste al bosque.

No podías hacer más que correr y cuando llego la noche estabas completamente agotada, te recargaste en el tronco de un viejo árbol y trataste de recuperar el aliento.

Cuando el sueño empezó a caer sobre ti, viste el destello de las antorchas, todavía estaban detrás de ti, si se habían adentrado tanto en el bosque, significaba que aun estabas en el limite, tenias que adentrarte más, para que finalmente te dejaran en paz.

Volviste a levantarte para empezar a correr, pero tropezaste con algo duro, era un objeto metálico.

Tenia una extraña forma, lo tomaste para ver que era, pero cuando escuchaste que las personas estaban muy cerca empezaste a correr hacia lo profundo del bosque.

Ya habían pasado horas y aun te perseguían, estabas agotada, tus piernas ya no daban más, caíste de rodillas contra el suelo.

"¿que más da si me atrapan?" pensaste "ya no tengo nada que perder".

Apoyaste tu espalda sobre un árbol viejo y empezaste a observar el objeto que habías recogido momentos atrás.

Tenia un mango para sujetarlo con las manos, y el resto era ovalado, pero no podías saber que era debido al barro que lo cubría por completo, tomaste la orilla de tu vestido y empezaste a quitar el barro.

Se trataba de un espejo de plata, con unos hermosos adornos en el mango y lo que cubría el espejo, tenia barias marcas que lo definían como algo valioso, algo así de hermoso podría ser vendido para llevarte a ti y a tus padres a otro lugar, lejos de la inquisición, lejos de la muerte y la tortura.

"desearia estar en otro lugar"

Ese pensamiento se convirtió en tu salvación.

El espejo empezó a emitir un brillo blanco que te envolvió por completo, un resplandor que llamo la atención de tus perseguidores, haciéndolos huir.

Sentías una extraña calidez que envolvía tu cuerpo, era relajante y no podías negar que era tranquilo. Te daba paz.

"¿podre vivir así para siempre? "

La calidez, al igual que la luz empezaron a desaparecer y cuando finalmente abriste los ojos ya no estabas en el bosque.

"¿que es este lugar?"

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Hola, espero les guste esta nueva historia, voten y comenten que les pareció, eso me motiva a seguir escribiendo.

Sayonara.

a través del espejo. (Zeldris x ti)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora