Despertador Personal |✿| YoonTae Omegaverse | PAUSADA

Capitulo 1

—Vamos a llegar tarde si Yoongi no despierta.— informó Jin hyung, mirando el reloj en su muñeca.

Enseguida, todas las miradas se posaron en mí. Suspiré dejando mi celular en el sofá donde estaba sentado y caminé por el pasillo de las habitaciones hasta donde dormía a bestia conocida como Min Yoongi.

—¡Salvanos, Tae!—exclamó Jimin una vez estuve más alejado.

Aún recuerdo como conseguí este "trabajo".
Fue un día en que el estaba de un muy mal humor (mis días malos no son una broma). Había dormido mal y ese día había sido una completa mierda, aparte el hecho de tener que esperar al tenebroso alfa que comparte departamento con nuestro cariñoso Jin hyung era injusto. Había entrado como si nada en su habitación, tirando de las sábanas, reclamando y exclamando toda grosería que se encontrara en mi diccionario. Sorprendentemente para todos, salí Vivo de ahí. Me gusta pensar que me gané algo del respeto de Yoongi hyung desde ese día.

Me detuve frente a la puerta que daba entrada a la habitación del mayor, inhalé profundamente intentando notar un cambio en el aroma natural del alfa ahí dentro. Al no notar nada, ni siquiera toqué la puerta, sólo entré.

Una vez, por despistado, entré a su habitación mientras se encontraba en celo. El olor me mareó y Jin hyung me sacó a jalones de ahí antes de ser devorado. Fue una experiencia traumante.

—¡Yoongi hyuuuung!— me acerqué a su cama para sacudir su cuerpo violentamente y tirar de las sábanas.

Lo escuché gruñir, y he de admitir que me intimidó un poco, pero sé que no me hará daño.

—Tiene que despertar, se nos hará tarde.— me crucé de brazos, sintiéndome como una madre que regaña a su hijo.

No respondió nada, sólo se cubrió la cabeza con la almohada.

—Hyung. Yoongi hyung. Yoonie hyung. MinMin. Suga-

—Ya voy.— sonreí victorioso al ver como se levantaba. Tenía una clara mueca de molestia pero ya me encargaría de tratar con ella después.

Él caminó hacia su armario, supuse que para buscar ropa más presentable que ponerse. Yo me senté en la orilla de su cama y me dediqué a pasear mi mirada por todos los rincones de su habitación. Me ponía nervioso ver tanto blanco. Sus paredes estaban desnudas, ningún cuadro, nada colgado ahí. Apenas había muebles. Una cama, un armario, un escritorio y una mesita de noche al lado de la misma cama. Todos de un color negro. Aburrido pero estético, diría yo.
Después le pediría a Yoongi hyung que me dejara pintar sus paredes, ya no soporto tanto blanco.

—Taehyung.— escuchar mi nombre con su voz ronca me hizo dar un salto.

—¿Sí?— dirigí mi mirada hacia él, quien terminaba de ponerse una camiseta. ¿Cuánto tiempo me había distraído?

—¿Cuántos años tienes?— eso me extrañó.

—Uh, diecisiete.

—Estás por debutar.— ¿se estaba preocupando por mí?

—Bueno, sí— posé mis manos en el colchón mientras dejaba mi peso en ellas.—, pero, no es algo nuevo. ¿A qué se debe su pregunta, hyung?

—Tu aroma ya está cambiando.

—¡¿En serio?!—la emoción y la sorpresa me llenaron a tope. Me puse de pie con una gran sonrisa en el rostro.

Vi los hombros de Yoongi subir y bajar en una risa silenciosa al escuchar (y seguramente, oler) mi emoción.

—¿A qué huelo, hyung?— me acerqué a él, mientras él al mismo tiempo se daba media vuelta y me encaraba.

—No te emociones tanto, niño, apenas es perceptible.— dijo con una sonrisa ligeramente burlona.