Despertador Personal |✿| YoonTae Omegaverse | PAUSADA

Capitulo 9

Han pasado tres días y aún puedes sentir las cosas tensas. Sé que todos aún nos encontramos nerviosos, algunos molestos.
La manera en la que están cambiando las cosas no me agrada.

El reloj ya marcaba medio día, por lo que me levanté por fin de mi cama. Mala decisión hacerlo tan rápido, el mundo repentinamente comenzó a dar vueltas.

— Ugh. — una vez el mareo pasó, salí de mi habitación, bajando las escaleras para toparme a Jimin mirando la televisión.

— Buenos días, Jiminie~. — pude ver cómo arrugaba la nariz antes de voltear a verme con el ceño ligeramente fruncido.
Sin responder, él se puso de pie y caminó hacia mí hasta el pie de las escaleras.

No supe en qué momento pasó, pero ya se encontraba con el rostro escondido en mi cuello y con los brazos al rededor de mi cuerpo para mantenerme en mi lugar.

— Estás cambiando, Taehyungie. — murmuró, aspirando profundamente.

Inevitablemente me puse nervioso, nunca había visto a Jimin... así, era extraño, nuevo, pero no era desagradable.

Un ligerisimo aroma a lavanda me llegó y para comprobar mi improvisada teoría, enterré la nariz en el cuello de Jimin.
Sí, definitivamente provenía de él.

— Lavanda. — solté una vez me separé de él.

No respondió, sólo ladeó la cabeza ligeramente confundido.

— Hueles a lavanda. — le sonreí, emocionado. Ver que la medicación de Jimin estaba funcionando me ponía de buen humor, mi mejor amigo ya no tendría de qué preocuparse.

Una enorme sonrisa llegó a su rostro de golpe, sus ojitos desaparecieron y lo acompañé con unas risas.

— Es genial saber que está funcionando. — como si me hubiera leído los pensamientos.

— Parece que no necesitarás esa medicación de 4 semanas. — soltó un suspiro de alivio exagerado, ambos reímos.

Nos quedamos en silencio después durante un rato, mirando un zapato.
¿De quién es eso? Es muy pequeño para ser mío y no recuerdo haber visto a Jimin usar de esos.

— Algo huele a café y canela.

— ¿¡De dónde saliste, Jeon Jungkook!? — la repentina aparición de Kookie nos hizo dar un salto a mí y a Jimin, siendo Chimchim el que gritó, yo reí.

— Llegamos hace una media hora, hyung. Hueles a lavanda. — nuestro pequeño y adorable maknae se dio el lujo de olvidar lo que espacio personal es, acercándose a olfatear a Jimin con total tranquilidad.

Jimin sólo se dejó hacer, cosa que me extraño, esos dos pelean bastante sin razón.

— ¿"Llegamos"? — cuestioné yo.

— Odah, hermanito. — escuchar a Min detrás de mí me hizo volver a saltar.

Algún día moriré de un paro cardíaco.

— ¿Cómo entraron? — preguntó Jimin con un Jungkook pegado al cuello.

Creo que estarán así un buen rato.