ELLA
Cada vez que me encontraba en momentos donde la alegría era parte de mi vida me imaginaba que esta misma era una película. Mis pensamientos siempre se volvían revolucionarios y nunca se detenían cuando imaginaba eso.
Pensaba en la hermosa y redonda cinta negra con retratos de nuestra vida corriendo, un momento tras otro, sin parar para cada imagen se volviera una escena. Los pasos del personaje principal, lo que envolvía su alrededor, todo.
Lamentablemente mi mente tenía que regresar y darse cuenta que esto era la vida real, esto no era una película, sin embargo nunca deje de imaginarme, siempre pensaba que todo era una escena.
Escenas tristes.
Escenas felices.
Imaginaba muchas cosas en toda esta escena de mi vida y como toda gran película no podía faltar la música, me gustaba imaginarla con música de fondo, música clásica, un poco de piano sonando.
Al final no importaba si esto era la vida real mi imaginación siempre estaba en la película.
Cuando conoces al amor de tu vida sientes como si el mundo desapareciera justo detrás de ti, en el estilo que solo son ustedes dos los que avanzan y lo que van dejando a sus pasos desaparece. Esa maravillosa persona siempre esta para ti, pero lo más importante es que simplemente sabes que es la persona adecuada, no solo una más, si no "la persona".
La que es para toda la vida.
Era una tarde más de verano. Dicen que el verano es la época en la que más te dejas caer en el amor y lo que sucedía solo eran pruebas de que esa teoría era totalmente cierta. Ya ni siquiera miraba el calendario para ver el día que era, ya me daba igual si era lunes, miércoles o viernes, para mi era un día más de completa felicidad. Me daba miedo que si miraba más de cerca la fecha, las hojas del calendario volaran y se arrancaran para llegar al final de la época.
Ese día se sentía diferente como un poco más misterioso. Me llevaste a manejar y el aire pegaba en mi cara sin miedo a chocar contra algún rayo de luz, me habías enseñado a tocar el cielo con solo estirar mi mano fuera de la ventana del auto mientras cantábamos a todo volumen. Tu mirada sobre la mía seguía siendo igual de especial como los demás días.
Me gustaba mucho esto de disfrutar el tiempo, el momento.
ÉL
Manejaba mi auto, mientras los rayos del sol quemaban los colores de tu cabello haciéndolos bajar a diferentes tonos de café. Tus mejillas también estaban un poco rojas ya que llevábamos un poco más de una hora viajando en la carretera. Tus ojos estaban cubiertos por un par de lentes rosas enormes que a penas dejaban ver tus cejas, me volteaste a ver y sonreíste, el momento se volvió gracioso cuando noté que tenías un poco de labial rosa en uno de los dientes de enfrente.
- Te voy a decir algo pero no quiero que te avergüences.
Me miraste un poco confundida y eso me causó un poco más de gracia, la cual detuviste cuando decidiste darme un golpe en el brazo.
- Vamos, ya dime.
Toda la situación me hizo sentir un poco arrepentido pero ya no tenía otra opción más que decirte.
- Tu diente está rosa.
- Oh por Dios, que vergüenza.
Abriste el espejo del auto y trataste de quitarlo, ya no sabía si tus mejillas estaban más quemadas por el sol o por la notable vergüenza que sentías y sentí que tenía que arreglarlo de inmediato.
ESTÁS LEYENDO
La Vida Que Nos Tocó Vivir // Wattys2019
RomanceSerían millones las veces que intentaríamos volver en el tiempo para cambiar algún error o evento que cambio el curso de nuestras vidas. - No te vayas por favor - me dijo con la voz un poco rota Lamentablemente yo no podía ir atrás y él no lo iba...