Debería ser un pecado tenerte tantas ganas.
El rey estaba recostado en su enorme cama mirando pensativo el techo. Su reloj marcaba las 1:35 de la mañana, y a esa hora todo el mundo ya se encontraba descansando y soñando con que viajaban a Nunca Jamás. Pero sus pensamientos no lo dejaban dormir.
Pensaba en que, dentro de 3 días, el baile de fin de año llegaría. Y eso solo significaba una cosa.
Era hora de pedirle matrimonio a su dama de la corte.
Ninguno de los cuatro descendientes de villanos sabía de eso, pues el ex rey Adam y la ex reina Bella habían pedido que eso se mantuviera en secreto. Querían que fuera una sorpresa.
El pelimiel sabía que en cuanto se lo preguntara a Mal, le partiría el corazón a Evie, pero era algo que debía hacer. Su padre ya lo había obligado a pedirle matrimonio a su novia, y no podía echarse para atrás.
Pero es que él ya no amaba mas a la pelimorada. Y una parte de su mente le decía que la descendiente de Maléfica estaba en la misma situación. La había notado rara y muy distante los últimos meses. Sabía que algo le ocurría, y eso algo tenía que ver con sus sentimientos hacia él.
El chico sentía que su lugar era al lado de otra persona. Sentía que debía estar con alguien más que no era Mal.
Y con Evie... bueno con ella todo era diferente. Su relación era más que solo sexo, y eso manos lo tenían claro. No eran necesarios los detalles o palabras, con miradas y estar ahí cuando el otro lo necesitara era más que suficiente. Amaba todo en ella. Evie era súper independiente. No era una princesa, pero tampoco era un villana, estaba en medio. Era simplemente perfecta.
La necesitaba, ella lo necesitaba.
Ben podía ser él mismo a su lado. Era fácil expresarse con ella. Evie lo conocía mejor que nadie. No podía ocultarle nada porque enseguida ella se daba cuenta de que algo le pasaba. Ella era su confidente, su mejor amiga, su compañera de charlas, su consejera, su amante. Evie era su todo.
¿Porque todo tenía que ser tan complicado?
¿Porque era un cobarde?
¿Porque se había enamorado de Evie?Y entonces, Ben recordó que cuando entró a Auradon Prep, una mujer muy poderosa le había dado una clase sobre las "almas gemelas". Aquellas personas que estaban destinadas a estar juntas.
Cuando algo así estaba predestinado a pasar, las dos personas tenían visiones o sueños con la otra. Una señal que te mostraba a la persona que sería el amor de tu vida.
Antes de que Ben diera su primera proclama de traer a los cuatro descendientes a Auradon, él había pasado por eso de las visiones y sueños.
En su sueño, el joven rey se encontraba en el lago encantado, y frente a él había una enorme mesa con sus comidas preferidas. Del otro lado de la mesa estaba sentada una chica, que según recuerda él, era de cabello morado y brillantes ojos verdes.
Y a la única persona que había conocido con esas características era Mal. Su novia.
En el sueño, era Mal quien le había preparado todo eso. Sin la necesidad de magia. Ella comentó que había aprendido a cocinar en su hogar. Y era algo que le gustaba.
Pero si a Mal le gustaba cocinar... ¿Por qué había requerido a la magia aquella vez que discutieron en el lago encantado? Era cierto que la villana se había sentido presionada con eso de ser dama de la corte. Pero aún así, no lograba entenderlo.
Además, si estaba destinado a estar Mal, ¿¡Por qué se había enamorado de Evie!? ¿Por qué ya no sentía nada que no fuera una sincera amistad por la descendiente de Maléfica?
Había algo que no cuadraba en su sueño. Algo que estaba fuera de lugar. Y solo había una persona que podía resolver sus dudas. Una persona que era experta en eso de las visiones, sueños y almas gemelas.
El Hada Madrina.
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𝗟𝗢𝗩𝗘𝗥𝗦 ━━ bevie ❪descendants❫
Fanfiction━━━━━━ ¡𝐋𝐎𝐕𝐄𝐑𝐒! ✧ "Amigos en la calle, amantes en la habitación." ─ ➤ Para estos amantes azules, su amor desesperado podrá ser un delito... pero nunca un pecado. a bevie fanfiction, au. Kabsh...