𝗟𝗢𝗩𝗘𝗥𝗦 ━━ bevie ❪descendants❫

EIGHT

Sorry not sorry.

¿No haz hablado con ella? Preguntó el hijo de Tontin a Evie.

La peliazul estaba detrás de su máquina de costura terminando de confeccionar uno de los (casi) mil vestidos que las chicas de la preparatoria le habían encargado. Detuvo su trabajo un momento para mirar al chico de lentes.

Iba a hacerlo hoy. Respondió ésta. Pero Doug la miró con desconfianza. O bueno pensé en hacerlo hoy. Pero se fue a la Isla.

Evie, estamos hablando de tu mejor amiga. Mencionó el enanito, bueno ni tan enanito. ¿Si no es ahora cuando?

Evie se levantó de la silla en la que estaba sentada.

Entiéndeme por favor. Pidió con su voz a punto de entrecortarse. No es fácil para una chica decirle a tu amiga casi hermana que estás saliendo con su novio.

Doug era el único que sabía lo de la relación secreta de Evie y Ben. El hijo de Tontin siempre se había comportado de manera increíble con la villana, que fue inevitable para ella no decirle lo que le estaba pasando con el rey. A él si le dolió el perder a Evie, y mucho, pero sabía que no podía forzar a alguien a estar con él. Es por eso que la apoyo, y juró no decirle nada a nadie, en especial a Mal. Aunque eso no significaba que Doug no pudiera insistirle a la descendiente de la Reina Malvada sobre qué debía decírselo a la pelimorada.

Le haces más daño al ocultárselo ¿lo sabías no? Dijo Doug cruzándose de brazos.

Evie no supo cómo responder ante eso. Tenía miedo de perder a Mal si le decía que la había estado traicionando. Ninguna chica en el mundo quiere oír que su novio y mejor amiga han estado saliendo a sus espaldas. Y temía que su relación con Mal regresara a como cuando la princesita salió de su castillo luego de ser desterrada junto a su madre durante diez años.

Pero Doug tenía razón. Le hacía más daño ocultárselo. Y el rey y la villana tendrían que decirle la verdad a la descendiente de Maléfica tarde o temprano.

[...]

La peliazul regresaba muy (demasiado) cansada a su habitación luego de un largo día. Había entregado, junto a Doug, la mitad de los vestidos encargados para el baile de fin de año. Todavía tenía unos 25 vestidos más que confeccionar, y ni siquiera había podido empezar a trabajar en el suyo.

Solo quería llegar a su cuarto, tirarse en su cómoda cama y dormir hasta que su alarma del día siguiente sonora.

Entró a su habitación y rápidamente se deshizo del hermoso outfit que llevaba puesto, para luego ponerse su suave pijama azul con manzanas rojas como decoración. No fue hasta que se dirigió a su cama que notó que encima de ésta había un ramo de tulipanes azules y un sobre azul que en letras doradas decía Evie Queen.

Ella sabía que solo había una persona que podía haber dejado ese detalle, y sonrió. Agradeció que su mejor amiga estuviera en la Isla, pues conociéndola, sabía que la pelimorada no se resistiría y abriría el sobre.

La carta decía justo lo que ella se había imaginado. Ben quería verla a la mañana siguiente en el Bosque Encantado, antes de que las clases comenzaran. Guardo la carta en su cajón secreto y dejo sobre el tocador el ramo de tulipanes, para después irse a dormir con una sonrisa en su rostro.

[...]

A las 7:30, y después de tomar un rico desayuno en la cafetería con sus dos mejores amigos, Evie se adentro en el hermoso bosque que rodeaba a Auradon Prep, y llegó al punto en donde su amante y ella solían encontrarse. Esperaba ver ya a Ben ahí, pero no estaba. Así que decidió esperarlo.

Unos segundos pasaron hasta que oyó como alguien se aclaraba la garganta. Extrañada y con pánico porque le preguntaran que hacía ahí, volteó en todas direcciones para ver de donde provenía aquel sonido. Pero no encontró a nadie

Los árboles siempre serán un buen escondite. Dijo una voz que ella reconoció al instante, y que dedujo provenía de arriba.

El hijo de Bella y Bestia estaba parado sobre la rama de un árbol, y observaba con una coqueta sonrisa a la villana.

Tú enserio estás loco Beniboo. Bromeó ¿Qué haces ahí arriba? Preguntó la peliazul de forma divertida.

Desde aquí las cosas se ven con más claridad. Respondió mientras se agachaba para poder bajar.

Una vez estuvo frente a ella, la descendiente de Grimhilde puedo observar mejor su atuendo. Llevaba un elegante traje azul rey con varios detalles dorados, el mismo que había usado en el Cotillón. Y su cabeza estaba adornada por su brillante corona de rey.

¿Porqué vistes así? Le preguntó mirándolo de pies a cabeza.

Ben puso una cara seria y miró los bellos ojos de la chica que amaba, acercándose más a ella.

Aunque me duela decirlo, los dos tenemos claro que no podremos bailar como nos gustaría en el baile. Comentó Ben. Evie inmediatamente borró su sonrisa, y agachó la mirada. Él tenía toda la razón. A ambos les gustaría bailar todas las canciones románticas que pusieran, pero sabían que el rey solo podría hacerlo con su dama de la corte.

Claro que... Continuó él tomando la barbilla de la chica y haciendo que lo mirara a los ojos. Nadie dice que no podemos hacerlo aquí... ahora.

La peliazul sonrió antes lo dicho por el mini bestia, y éste soltó una pequeña risa ante el cambio de humor de su chica. Se apartó de Evie un poco y le extendió su mano, esperando a que ella la tomara.

Ben: Take my hand. I'll take the lead. And every turn will be safe with me. El chico le dio una vuelta. Don't be afraid, afraid to fall. Ben tomó la cintura de Evie y la apego a él. You know I'll catch you through it all. And you can't keep...

Evie: Even a thousand miles can't keep us apart. Ella apoyó una mano en el hombro del rey.

Ben: 'Cause my heart...

Ben, Evie: 'Cause my heart is where ever you are. Ambos comenzaron a bailar alrededor de un árbol.

—It's like catching lightning the chances of finding someone like you. It's one in a million the chances of feeling the way we do. El rey la cargo y comenzó a girar.

—And with every step together. Ben bajó a Evie y continuaron bailando. We just keep on getting better.

Evie: So can I have this dance? Ella hizo una reverencia.

Ben: Can I have this dance? Él la imitó.

—Can I have this dance? [x3] Evie y Ben finalizaron su baile con un dulce beso, sintiendo como el ritmo de sus corazones se aceleraban aún más y más conforme duraba la unión de sus labios.