𝗟𝗢𝗩𝗘𝗥𝗦 ━━ bevie ❪descendants❫

SIX

Tu cuerpo es el infierno en donde quiero arder.

La hermosa joven de cabellos azules había cometido el error de subestimar la inteligencia del mini bestia. En una apuesta por ver quien conocía más la historia del pasado de héroes y villanos, Evie había perdido ante Benjamin. Por lo tanto, el rey tenía derecho de hacer con el cuerpo de la chica lo que se le viniera en gana.

Evie tenia sus muñecas amarradas a la cabecera de la cama del rey. Tenía sus ojos vendados, su boca amordazada, y estaba totalmente expuesta ante él.

Ben rodeaba la cama, recorriendo con la mirada el cuerpo desnudo de su villana favorita. Su miembro erecto aún era prisionero de aquel bóxer rojo, y en toda la habitación solo oía la respiración jadeante y ahogada de la peliazul.

Se subió a la cama, dejando su cabeza entre las piernas sensuales de su amante. Depositó un beso en el clítoris palpitante de la chica, haciendo que ésta soltaran un complicado gemido y jalara con algo de fuerza las esposas que la sostenían a la cabecera.

Con cuidado cariño. Le advirtió el pelimiel. Te vas a lastimar. Sonrió con picardía y no esperó respuesta alguna de ella, pues sabía que aunque quisiera, su villanita no podría responder.

Ben se apoyó sobre sus rodillas, y bajo su bóxer, haciendo que su enorme miembro saliera disparado y bien firme, dándole más espacio para poder excitarse. Colocó la punta de su pene en aquella entrada chorreante, sin entrar por completo aún.

La peliazul apretó sus manos en un puño, casi dejando sus nudillos blancos. El rey sintió como los fluidos de su chica caían y se deslizaban por todo su miembro lubricándolo.

Así nena. Susurró con su voz ronca. Te quiero más mojada aún.

Comenzó a besar con delicadeza el cuello de Evie, acaricia sus muslos y mantenía solo la cabeza de su pene en el interior de la chica.

Ben subió al rostro sonrojado de la villanita, y con sus dientes le quitó la mordaza, escuchando con más claridad sus jadeos.

Dime... Jadeó el joven gobernante. Como te pongo.

Evie, quien estaba muy agitada, intentó empujar su vagina contra el miembro del chico, para que éste entrara completamente en ella.

Me pones... muy... muy... Antes de que ella pudiera responder, Ben entró de una fuerte embestida en el interior de la descendiente de la Reina Malvada, haciendo que la princesita soltara un fuerte gemido. ¡Ahh!

Jaló con demasiada fuerza sus manos aún esposadas, pero hizo caso omiso al dolor que estas provocaron en sus muñecas.

¿Muy qué? Preguntó un muy excitado Ben mientras penetraba con fuerza a la peliazul.

Evie sentía como su interior era fuertemente embestido por su amante, y apenas podía articular palabra debido a su excitación.

Muy mojada... muy excitada... muy llena. Gimió la chica.

Ben miró las manos de la chica esposadas a la cabecera, notando que éstas estaban rojas. Mientras aún poseía a su amada, tomó el objeto metálico, y con su "fuerza de bestia" las rompió, dejándola libre.

Los brazos de la princesita cayeron en la cama, e Evie inmediatamente los colocó en la espalda del rey, comenzado a rasguñarlo.

El rey sintió las paredes vaginales de su chica apretar su miembro, indicando que estaba cerca de correrse.