Capítulo 13. Café en unos ojos azul cielo.

28 0 0
                                    

Narra Ane.

Veo esa sonrisa de burla en la cara de mi hermano pequeño, por lo que me veo obligada a volver a la realidad y dejar mis estupideces pensando en Niall, algo que no tiene demasiado sentido.

--¿Pero qué coño dices?-pregunto con mi tono más borde-Anda hazme el desayuno-le digo agitando una mano como si fuera mi criado.

--¡Y una polla! ¡Háztelo tú!

Como siempre, acabamos discutiendo y yo sin desayuno, pero que conste que le he dejado llevar la razón porque ya llego tarde, por lo que me doy una ducha rápida, me pongo cualquier cosa y salgo corriendo de casa en dirección al parque donde he quedado con Martha.

Cuando llego ella todavía no ha llegado, por lo queme acerco a un Starbucks a comprar un café para desayunar ya que de verdad que tengo hambre, y vuelvo al banco donde habíamos quedado pero esta niña que no llega.

En lo que doy el segundo sorbo a mi café me llega un mensaje suyo.

"Harry se ha puesto peor, le acompaño al hospital, lo siento, lo siento mucho por dejarte plantada, enserio"

Resoplo molesta porque me lo haya dicho ahora y no antes de salir de casa, ya que ahora estaría calentita en mi cama y no aquí muriéndome de frío, pero ya que estoy aquí y las vistas son bonitas del parque en invierno, me quedo tomando mi café tranquilamente. Debería venir aquí a desayunar más a menudo.

Unos gritos al otro lado del parque rompen la armonía y tranquilidad de este nevado lugar haciendo que mire extrañado el lugar procedente de esos gritos, y de repente veo a mi caballero andante... quiero decir a Niall corriendo. ¿Pero qué está haciendo? ¿Qué tuerca se le ha movido? Pasa por delante de mí corriendo a toda velocidad y después retrocede hasta quedarse frente a mí de nuevo, mirándome con la respiración agitada.

--Ane, por favor, por favor, escóndeme-me pide con las palmas de sus manos juntas a modo de súplica.

--¿Cómo?-pregunto sorprendida.

--Se me acercaron unas directioners-explica con voz rápida-parecían dulces e inofensivas, las di un autógrafo, me hice unas fotos con ellas, hablamos un rato y después no me dejaban marchar y ahora me persiguen, creo que quieren mi ropa. Por favor, escóndeme-me pide desesperado.

--La verdad sería gracioso verte por ahí corriendo desnudo con el frío que hace, huyendo de unas niñas-digo con bastante indiferencia y hasta tal vez con tono de maldad antes de dar un sorbo a mi café.

--¿Por qué eres tan borde?-pregunta más extrañado que molesto.

--¿Yo? ¿Borde? Si soy un amor-digo utilizando mi frase, ya que todo el mundo me suele decir que soy borde y desagradable, pero mi respuesta es decirle que yo soy un amor y que son cosas suyas.

--Ayúdame ¿Qué te cuesta?-me pide de nuevo. Es insistente el chico.

--Mira-digo dejo mi café a un lado de mí con tranquilidad-me das un poco de pena,. así que...¿qué quieres que haga?

Él me sonríe ampliamente, haciendo que de nuevo me quede sorprendida por su bonita y peculiar sonrisa, antes de que él se siente a mi lado, pero a mi lado pegado a mí, es decir, como si realmente fuéramos algo más que conocidos por unas horas.

--Disimula, haz lo que sea que parezca que no estoy-explica nervioso.

--¿Y cómo hago yo eso?-pregunto extrañada.

Los gritos se escuchan cada vez más cerca y se pueden ver a las chicas ya a lo lejos correr hacia aquí, buscando al rubio, quien está cada vez más nervioso y alterado.

I was stupid for letting you go... (SUBIDA LENTA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora