Capítulo 17. Salvada.

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 Narra Ane

Veo la vergüenza y el dolor en este pobre chico sentado frente a mí, dolido porque no le quiero, o porque eso piensa él, sintiéndose rechazado y traicionado por mí, y aún así está aquí, está conmigo, mostrándose vulnerable y aún lleno de café.
A veces me paso de bestia...

--Yo nunca dije que no sintiera lo mismo-un susurro escapa de mis labios.

Mierda. Mierda. Mierda. Yo no quería decirlo, tan solo... se me ha escapado, ha salido solo de algún lugar dentro de mí. Ahora mismo quiero golpearme a mí misma por bocazas, pero tan solo rezo porque no lo haya oído, aunque por esos ojos azules y enormes que se clavan en los míos con completa alucinación puedo saber que no, que me ha escuchado y perfectamente, aunque tenga cara de no creérselo.


--¿Qué?-pregunta alucinado.

Pero yo tan solo niego con la cabeza, apartando mi mirada de la suya para mirar hacia cualquier lado que no sea él y su estúpida perfección, su increíble, hermosa, estúpida y perfecta perfección, evitando así su pregunta y haciendo como que no tengo ni idea de lo que me pregunta, saliendo con otro comentario que evada mi metedura de pata anterior.

--No...hace falta que te quedes aquí, puedes irte, ya debe ser hora de comer-murmuro con indiferencia, aunque en el fondo solo tiemblo porque deje correr el tema y haga como que nunca escuchó mis palabras.

Me atrevo a volver a mirarle para ver como me mira de nuevo apenado, con la cabeza gacha, pero me regala una media sonrisa que parece decir "Debo de ser demasiado gilipollas si pienso que ha dicho algo así" pero al mismo tiempo también parce gritar "Sé lo que has dicho. Te he escuchado perfectamente", pero en vez de continuar haciéndome enloquecer con una simple sonrisa, se levanta lentamente, haciéndome saber así que se va, y por lo cual me veo obligada a acompañarle hasta la puerta de salida, donde parece con intenciones de irse, pero se da media vuelta y se queda mirándome, mordiendo su labio inferior y mostrándose de nuevo nervioso, vergonzoso y adorable.

--Oye...-habla en voz baja y un tanto temblorosa, por lo que él mismo tose un poco para aclararla-s-sé...que me negaste que fuéramos al cine-me recuerda mientras pasa su mano izquierda por su nuca-pero...¿y a cenar?-me propone con una sonrisa llena de nervios.

Podría ser muy cruel, podría haberle dicho que no, que adiós, que no le quiero ver más, que me olvide y que así él lo hiciera, pero... creo que ya no puedo cambiar nada, ni siquiera el hecho de que puede que me atraiga, pero un poco, solo un poco.

--Niall-digo en un suspiro derrotado-te he insultado, gritado, tirado café, has venido a consolarme cuando más lo necesitaba-enumero muy a mi pesar, sintiéndome realmente estúpida por haberle jodido tanto en tan poco tiempo-es lo menos que puedo hacer...
--¿Es un sí?-pregunta con una sonrisa que apenas le cabe en la cara.

Asiento con una pequeña sonrisa que debo de admitir, es de puro nervios y tal vez de miedo al saber que esto acabará mal, y con mal me refiro a jodida y llorando durante meses por alguien a quien realmente no le importo y que no derramará ni media lágrima por mí, pero ya no lo puedo cambiar, aunque tal vez sí retrasarlo un poco...

--¡Bien!-grita lleno de emoción, por lo que me quedo mirándole sorprendida antes de tratar de reprimir una carcajada-Lo siento-se disculpa entre divertido y avergonzado por su grito-la emoción de que no me hayas dado calabazas-me explica con esa diversión-Te paso a buscar a las diez ¿te parece?-propone volviendo a... la cita.
--Perfecto-contesto temblado hasta la última de mis células.
--Hasta...esta noche.
--Hasta entonces-digo en apariencia más tranquila que él, pero solo en apariencia.

Me acerco el paso que nos separa y por algún motivo dejo un cuidadoso beso en su mejilla caliente y adorable, lo cual parece ponerle nervioso, ya que noto la tensión en él, pero de igual manera no se aparta y yo solo sonrío mientras me separo de él para ver como sus mejillas de nuevo están coloreadas. Con un nervioso "Adiós" se va casi corriendo de mi casa, pudiendo así yo cerrar la puerta riendo por lo bajo ante su ternura y la facilidad con la que se sonroja.

I was stupid for letting you go... (SUBIDA LENTA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora