Capítulo 2

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Si bien las calles por las que transitaba eran demasiado alegres para su gusto, se sentía cálidamente acogido por su nuevo vecindario. La mudanza era algo que le había molestado desde que supo de su existencia en su situación familiar. Jungkook una vez finalizada la primaria debería asistir a la única secundaria que tenía medianamente cerca, por no decir que quedaba a cinco kilómetros de su antiguo sector. Ésta tenía muy malas enseñanzas y, la mayoría de alumnos que asistían a aquella institución "iban por el camino de la delincuencia" según su padre. En cuanto a él, tuvo demasiada suerte al momento de pedir un traslado en su trabajo, casi inmediatamente se lo otorgaron, lo enviaron a uno de los distritos con mejores atenciones en cuanto a cuidados de espacios públicos y seguridad, y le dieron una gran ganancia por su anterior hogar, que ahora ya no era más que escombros sobre lo que fue una hermosa inmobiliaria y jardín. Era muy extraña la facilidad que tenía su padre para conseguir lo que quería.

La institución a la que asistiría también era demasiado alegre, o al menos eso aparentaba. Jeon no estaba acostumbrado a ver tanta amabilidad entre alumnos, después de todo su escuela primaria era igual a su anterior distrito, los alumnos no aparentaban serlo, la mayoría ni siquiera llevaba uniforme, y el que lo hacía se convertía en objetivo de burla. Siempre habían peleas, y algunos chicos llevaban cuchillos, navajas o dagas caseras para alardear frente a sus amigos. Uno debía tener ojos hasta en la nuca y no ibas a estudiar, si no a cuidar que no te lastimen. Debías defenderte por cualquier medio, los profesores y autoridades no eran nada allí, una vez que atravesabas aquellas puertas de hierro estabas completamente solo. Allí no aprendías matemáticas e historia como debería ser, aprendías a sobrevivir. De aquí el porqué quiso aprender TaeKwondo desde niño.

Por esta y más razones al castaño un escalofrío le recorrió, desde el inicio de la espina dorsal hasta la nuca, cuando notó que su madre había detenido el auto frente a la entrada del colegio. Giró a ver a la mujer con la mirada inesperadamente aterrorizada, un acto sorpresivo para ella y, sin saber el porqué de su actitud, acarició su cabeza a modo de ánimo.

- Estarás bien. — Animó con una mano en el volante. El pequeño sostuvo su mirada suplicante por unos segundos más, antes de suspirar resignado, como si con esa gran bocanada de aire fuera a recuperar valor.

A decir verdad, Jungkook se encontraba aterrado y casi temblando cuando finalmente abrió la puerta del vehículo y bajó de él, pese a que no demostrase exactamente eso, si no a un chico con una mirada un tanto arrogante y busca problemas con un andar serio pero despreocupado. Comenzó a exaltarse más cuando cayó en cuenta que por su actitud los alumnos se detenían a examinarlo de pies a cabeza con la mirada. ¿No se suponía que actuando así las personas pensarían que es genial? Es por su estatura, ¿cierto?
Sintiendo los nervios a flor de piel, lo único que su atontado cerebro pudo accionar fue tomar las correas de su mochila y estrujarlas entre sus manos mientras aceleraba considerablemente el paso, deseando llegar cuanto antes a la lejana puerta principal y, sintiendo un gran alivio al finalmente cruzarla.

Buscar su nombre en las carteleras no sería un trabajo fácil al verlo infestado de personas de grados superiores. Por un momento meditó sobre la estatura que tenían los más pequeños allí. ¡Eran titanes! ¿Qué demonios les daban de comer a esas bestias?
A comparación de ellos, él parecía un niño de cuarto de primaria, incluso su mochila tenía al tan conocido dibujo animado "Kumamon" que le había regalado su hermano mayor la última vez que se vieron, hacía ya tres años.
Si seguía allí de pie sin hacer nada por acercarse seguramente perdería una clase, todo por no tener el valor de empujar a personas de gran envergadura. No era su estilo.

A paso lento y dubitativo se acercó a la bola de masa concentrada alrededor de la cartelera, e intentando llenar su mente con la idea de que aquellas personas no se iban a mover por sí solas, se introdujo después de encogerse sobre sí mismo, haciéndose más chiquito de lo que ya era. Esas personas podían ser más amables, pero no quitaba el hecho de que donde quiera que estuviera debía sobrevivir por su cuenta.

Infected. || TaeKookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora