Pasaron apenas unos minutos con la visita al director, al cual le nombraron sobre el extraño ruido en aquel cubículo fuera de servicio. Tuvo que contar lo ocurrido aquel pequeño de cabellos rubios, puesto que en el primer intento de relatar el incidente, el castaño enrojeció completamente antes de tartamudear cada tres palabras.
El director fue amable con los muchachos a pesar de que su historia era algo poco creíble. De todos modos, Jungkook se llevó una pequeña riña por no asistir a clases a la cual simplemente aceptó con la cabeza gacha. Antes de despedirse, encomendó al más bajo que acompañara al novato a su salón, dado que conocía el terreno mejor que nadie.- ¿Piensas venir? No tenemos tiempo para esperar a que tu media naranja salga por la puerta de la dirección. Ya casi finaliza la primera hora.
- No estoy buscando el amor, sólo busco mi salón. — Respondió incómodo el más alto.
- Entonces deja de mirar la puerta con esa cara embobada y camina.
- ¿Qué hora es?
- Quedan treinta minutos para que aparezcas en tu salón antes de que seas suspendido, rápido.
- ¿Siempre eres así de impaciente y apático?
- Nunca demostré ser alguien amigable, tú sólo te confundiste.
"¿Con la ternura que emana cómo no?", pensó.
Una puerta de madera algo gastada se presentó frente a ambos, aquel rubio detuvo al distraído de Jungkook al posar una de sus extrañamente pequeñas manos en su pecho, quitarla rápidamente, y murmurarle un "Anda, entra." mientras se alejaba de él luciendo aséptico referente a todo. El castaño apenas logró musitar un "Gracias." que de seguro el contrario ni escuchó al desaparecer tan repentinamente.Primer día de clases, tarde.
Demasiado tarde.¿Cómo miraría a la cara a su profesor? No conseguiría amigos, ya todos deben de tener un compañero de banco.
¿Y si no quedaba lugar para él? Sería mejor entrar luego del receso y conseguir un banco mientras el salón seguía vacío. Pero, ¿dónde se escondería esa media hora? Volvería a perderse.
Que un extraño entre de la nada en un horario no acordado debería bajarle muchos puntos y llamar demasiado la atención. ¿Y si volvían a enviarlo a dirección? Esta vez el señor de frente arrugada no tendría compasión por él. ¿Sería suspendido? Mamá va a decepcionarse."Ya basta Jungkook. Entra."
No creo que sea posible describir los rostros de quienes se encontraban dentro; era una mezcla entre confusión, incredulidad, espanto, asombro y seriedad que planeaban atacar la mente del pequeño mientras éste se mantenía costosamente de pie aparentando ser imperturbable.
- Lamento la tardanza. ¿Cuál es mi banco? — Comentó indiferente. ¿Cuál es su problema con actuar como un idiota frente a los demás? No lo hace a propósito, sólo está asustado.
- N-no hay problema, puedes sentarte al lado de Soobin. — Posteriormente al señalamiento de su profesor hacia el centro del salón, Jungkook tomó asiento y desapareció por completo de la atención de todos.
Así es, ya lo tacharon de delincuente. Tanto la mirada repulsiva de sus compañeros y la asustadiza de su profesor le hicieron caer en cuenta sobre ello. Parecería otra mala gente de su antiguo vecindario. ¿Eso es lo que debería aguantar durante todo su secundario? Qué asco.
No pasó mucho antes de que la campana resonara por el edificio. Todos los presentes salieron rápidamente del salón, pero ninguno comparó la velocidad que utilizó su compañero de banco. El tal Soobin salió casi volando del lugar mientras hacía rechinar sus zapatillas contra la madera del suelo al tomar una curva rápida. ¿Tanto miedo le daría? Pero si el otro le pasaba por media cabeza.
ESTÁS LEYENDO
Infected. || TaeKook
FanfictionCreía ser una persona fuerte, pero después de aquel instante, caí en cuenta de que el mundo era el depredador; y yo un mísero conejo.