Superestrella (Chanbaek)

6. Días de lluvia

6. Días de lluvia

Julio 2018

Es un día triste y lluvioso en pleno julio, como si el mundo conspirara en su contra para que su ánimo esté por los suelos. Y, encima, era lunes. Los lunes son los peores días, los días más feos, más largos y tediosos de toda la semana. Son los que hacen que las personas recuerden y reflexionen sobre sus penas y todas las cosas que han hecho mal en su fin de semana, en su mes, en su año, en su vida. Eran desesperantemente largos.

Los lunes son deprimentes.

Los días lluviosos son deprimentes.

Pero los días lunes lluviosos y tristes son lo peor para Baekhyun.

Los martes y los jueves son sus días favoritos entre todos, porque tiene que ir a la radio y puede hacer lo que más ama y lo que más disfruta: convivir con la música. Son las cuatro horas más felices de su semana, a parte de los domingos que no tiene ninguna actividad en absoluto y descansa sin remordimientos.

 Los otros días tiene que ir a trabajar al restaurante y eso no es agradable en modo alguno. En martes y jueves, su horario es mucho más fácil de digerir. Se levanta temprano para ir a clase, arregla su departamento y tiene tiempo para cocinar él mismo. Toda organización en su vida depende de lo que haga en esas cuarenta ocho horas. Es lo terrible del resto de semana que le queda, siente que no es tan productivo. A veces incluso se salta las comidas o no tiene tiempo de hacer muchas cosas, que luego traen nefastas consecuencias para sus horas de sueño. Pero lo más desastroso es el inicio de la semana. Ese día en el que la gente llena el restaurante, donde trabaja a medio tiempo, para reuniones de trabajo, comidas al apuro y otras incómodas situaciones. Por alguna razón, a todo el mundo parece encantarle la comida china o la prefiere en ese maldito día. Algo que nunca terminará de entender, ni el fin de semana es tan horrible como el lunes, o solamente se le hace más difícil porque personalmente lo odia.

Y es difícil describir lo insoportable que resulta. El calor al entrar a la cocina para recoger o dejar pedidos, el sofocante ambiente cerrado que a veces se ve interrumpido por abruptas puertas azotadas. Pasar los platos, cobrar las cuentas, limpiar las mesas, acomodar las sillas, trapear, recoger basura, acomodar cubiertos. Los clientes también aportan a su desgracia. En este lunes en particular, una persona lo llama para quejarse porque no hay servilletas cuando las tenía detrás de las salsas, dos niños lloran escandalosamente junto a dos mamás descuidadas y aparentemente desinteresadas. También hay un hombre que no ha dejado de toser desde que llegó y Baek teme que en algún momento le pase algo y deba llamara a los paramédicos. Los cuchicheos de unas muchachitas odiosas, que evidentemente se están saltando clases llevando sus uniformes en horas escolares, lo vuelven loco. Varios cubiertos que se caen, hay más pedidos y le tocó hacerse cargo de un grupo de personas que ordenan cosas  en momentos diferentes, pero quieren que se las traigan enseguida para complementar su plato.

¿Cómo puede ser un buen día?

Baekhyun sale agotado, agobiado y molesto del local, sólo para encontrarse con el exterior lleno de nubes grises que prometían lluvia. Una lluvia en lunes. Lo único bueno se debe a que ninguno de sus jefes es un ogro malvados. Al menos por ese lado no sufre. Tiene suerte por lo menos para eso. 

 Mientras camina, intenta recordar si metió su paraguas en la mochila, seguro va a necesitarlo. También reflexiona un poco, debido a su situación. Debe graduarse pronto si quiere dejar de vivir estos horribles momentos como su día a día. Tal vez si toma más turnos o consigue otro trabajo podría tomar más cursos y completar más créditos. Piensa mientras está camino a casa, con las manos en los bolsillos y peligrosamente despistado, va murmurando cosas para si mismo y por alguna razón está triste. Intenta convencerse a sí mismo que la rutina y los sacrificios son pequeños esfuerzos que debe hacer para poder avanzar, para estudiar y sobrevivir, pero nada parece como si encajara realmente.