11. Por todo lo que sabemos

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11. Por todo lo que sabemos

Enero 2010

Baekhyun escribía a velocidad, sus dedos chocaban contra el teclado provocando un sonido particular. Había organizado todo su material y ahora lo único que debía hacer era juntarlo correctamente, y tendría enotnced su proyecto terminado a la perfección. Su maestro de redacción era muy exigente, así que debía revisar hasta el detalle más pequeño, sin contar que él por sí mismo era muy exagerado con el aspecto académico.

Estaba enteramente dedicado a la universidad, eso le distraía de sus problemas. Sus problemas reales: los emocionales, los que involucraban a cierto trainee de una empresa de entretenimiento.

Estana tan concentrado, que su mamá tuvo que gritar para que la escuche, ya que sus primeros llamados no habían tenido efecto. Asustado de las consecuencias de ignorar a su madre, así sea sin querer, se puso inmediatamente de pie y ni preguntó la razón por la que debía atender a su llamado. Se aseguró de guardar los cambios en su documento y se lanzó a correr para llegar lo más pronto posible.

Muchas cosas podían llamar su atención pero, esa vez, vaya que se llevó una sorpresa gigante. Gigante en todos los sentidos, ya que Chanyeol estaba parado frente a su madre, cargando una bonita canasta de frutas.
Conversaba con ella, insistiendo que no debían agradecerles por nada, que era sólo un detalle. Baekhyun estaba demasiado ocupado recuperándose de su impresión para intervenir.

–¡Baek! Te tengo una sorpresa enorme– en cuánto lo vio, el muchachote no lo saludó, sólo extendió sus brazos haciendo énfasis en sus planes.

–¿Además de provocarme un paro cardiaco? ¡No me dijiste que vendrías!– se quejó el mayor, haciendo que su madre se riers con ganas.

–Deberías estar agradecido que tu mejor amigo quiera verte a pesar de lo ocupado que está– le retó la mujer, siempre tuvo un especial cariño por el amigo de su hijo.

–Además, por eso se llama sorpresa. ¡Bobo! Ponte algo decente, que nos vamos.

–¿Nos vamos?– Baekhyun se sentía desconfiado, todo era tan repentino. ¿A qué se debía el cambio? –Pero hace frío, y tengo un trabajo en proceso.

No pudo ni quejarse, Chanyeol empezó a empujarlo a su cuarto diciendo que ninguno de los dos tenía demasiado tiempo, así que debía apurarse. Baekhyun no necesitaba mucho para ser convencido, así que se puso ropa como para salir a la calle en pleno enero.
Le hizo esperar al otro muchacho hasta sentirse lo suficientemente decente, abrigado, arreglado, y finalmente emprendieron su viaje.

Chanyeol le había pedido prestado el auto a sus padres y estaba muy emocionado. Era la primera vez que los dos estaban yendo solos a un lugar que no fuera una tienda o un encargo. Mientras manejaba, Chanyeol tomó la mano y acarició los hermosos y delicados dedos del joven.

–Te he extrañado– dijo con calma, mientras le regalaba una sonrisa de un instante, para no dejar de ver el camino.

–Yo igual– respondió el más bajo emocionado, apretando el agarre del gigante y sonrojándose más de lo que estaba, al ver lo perfectas que se veían sus manos entrelazadas con las de Chanyeol.

–Como un loco. Lo único en lo que pienso cuando no estoy entrenando, ensayando o durmiendo es en ti. ¿Por qué? Es tan frustrante vivir en la misma ciudad y estar tan lejos al mismo tiempo. Mis amigos piensan que estoy sufriendo por mi novia, fui tan cobarde al decir que era cierto, me sentí tan miserable. Mereces más que eso, Baek.

–Oh, no te sientas así. No estamos en posición de andar contándole al mundo que somos diferentes. No te expongas de ninguna forma, has luchado tanto por esto y sería absurdo que hagas un escándalo por esto– las palabras no parecieron convencer al más alto.

Superestrella (Chanbaek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora