El escape:

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♡Loren♡

-Hada...
H- ¿Que es lo que pasa?
-Necesito tu cuerpo aquí y ahora.
H- ¿Que?

Sin dejarla hablar la empuje hacia adentro de uno de los baños, yéndome junto a ella, comencé a besarla sin darle respiro, pero aún así ella me seguía el juego. Me empujó a una de las paredes del estrecho baño y comenzó a recorrer mi cuerpo con sus manos, volvimos a los besos, ella me cargó sobre si agarrandome el trasero, el cual ya estaba a la vista debido a que mi vestido se había levantado.
Bajé el cierre de su blusa y comencé a apretar sus pechos suavemente con mis manos, haciendo que dejara escapar un gemido ahogado. Fue entonces cuando ella corrió mis bragas de encaje y metió dos de sus dedos dentro de mi. Me hizo sentir que mi cuerpo vibraba de placer, no creí que fuera tan buena en ello.
Provocó que mis fluidos recorieran su mano, en sus ojos pude ver el placer que le dio sentirlo. Ahora sería yo quien haría que ella se corriera, la puse de espaldas a mi, bajé sus bragas y comencé a penetrarla con mis dedos, lo gozaba tanto que no dejaba de gemir fuerte, olvidando por completo que estabamos en un baño público.
Después de una larga seción del buen sexo, nos acomodamos la ropa y salimos del baño sin que nadie nos viera.
¿Esto realmente había pasado? ¿Estuvimos en un baño público con mi mejor amiga y teniendo sexo? ¿y ella cedió sin problema?

H- Nunca creí que esto sucediera algún día, de verdad.
-Yo tampoco, solo fue algo que se me pasó por la cabeza en ese momento y lo hice.
H- Deberías controlar tus impulsos de vez en cuando...
-Debería, pero no quiero.

Era verdad, hasta ahora mis impulsos habían hecho que ocho chicas me desearan a más no poder, eso me gustaba, me sentía poderosa.

●Hada●

Siempre había amado a Loren en secreto y hoy habíamos sobrepasado la linea de la amistad sólo por un capricho de ella. No sabia como sentirme, ella me había utilizado porque se sentía mal, pero también disfrutó lo que habíamos hecho.

-Loren, ¿porque lo hiciste?
Lo- ¿Que cosa?
-¿Porque sobrepasaste la linea conmigo?
Lo- Perdón, quería olvidar lo que sucedió antes de alguna manera, de todos modos lo disfruté como nunca.
-Se que lo disfrutaste, tu cuerpo me lo dijo.
Lo- ¿Ahora resulta que mi cuerpo habla? -rió.
-Casi decía a gritos que no parara.
Lo- Entonces leíste mi mente, no mí cuerpo.

Se acercó a mi, me tomó por la cintura y me besó suavemente, no noté ni una pizca de lujuria, pero tampoco de amor. Ella no me quería, solo me utilizaba, sabía que podía hechizarme con tan solo una mirada.
Aún sabiendo que me usaba, me gustaba ser su juguete sexual, de esta forma podría demostrarle cuanto valgo...

Lo- Ve a verme esta noche... -dijo entregandome una tarjeta violeta que decía "Eclipses" y detrás ponía una dirección.
-Ahí estaré para verte bailar.
Lo- Te estaré esperando Hada. -su voz sonó seductora.

×Kylie×

-Nadia, amor, ¿estás en casa?
Na- Estoy en la cama, ven ahora.

Mi novia estaba esperándome en la cama, estaba apenas cubierta por una sabana, permitiendo ver parte de su cuerpo desnudo. Sabía lo que quería y se lo daría sin ningún problema.
Comencé a recorrer su silueta con mis manos y luego comencé a besarla desde las primeras hasta su cuello, pero cuando fuí a besarla en los labios vi el rostro de Loren.

-Maldición. -grité deteniéndome en seco y recostandome a su lado.
Na- ¿Que es lo que pasa mi amor?
-Mi cabeza es un remolino, perdón por detener la pasión del momento, no era mi intención.
Na- Dime que es lo que pasa contigo.
-Mi trabajo me está afectando, creo.

Ella sabía que yo le había sido infiel de alguna manera, lo pude sentir, sentí su ira, pero aún así guardaba la calma.

Na- Acuestate con ella si es lo que quieres.
-¿Que?
Na- Solo tienes una oportunidad, ve y hazle todo lo que desees.

Lo pensé unos segundos y luego corrí a casa de Loren, iba llegando, al parecer había salido.
Me miró confundida, no sabía que estaba haciendo yo ahí, debía explicarle la situación. Antes de abrir la boca pensé en lo absurdo que era todo esto, si mi cabeza era un remolino, ahora era un tornado.

-Quisiera...
Lo- No digas más. -dijo interrumpiendome- Sé lo que quieres...

Abrió la puerta de su casa y me invito a pasar, fue muy gentil a cada momento, tomamos un té mientras charlábamos de la situación y ella cedió.
Nos dirigimos a su habitación, yo entré primero, cuando me di la vuelta para verla, dejó caer su vestido. Observé con detalle cada parte de su cuerpo
Esa chica estaba prendida fuego, arrazaba con todo lo que estaba en frente y yo lo estaba.
Fuí reculando y ella se dirigía hacia mi, caí sobre la cama, ella comenzó a besar mi cuello, luego mis mejillas y por último mis labios. Sentí que realmente lo deseaba, deseaba que continuara con los besos, que desgarrara mi ropa y me hiciera lo que solo ella sabía habíamos quedado en hacer.
Tomó mi cintura y me besó suavemente los labios, sentí un calor infernal en todo mi cuerpo,  ella era una diabla y yo había caído en su maravilloso infierno, ella mandaba en ese lugar, en esa cama, en mis sentimientos.
Fue cuidadosa en cada movimiento, no dejó de sonreír, podía notar muchos sentimientos en su rostro. Fue tan mágico que al acabar todo parecían haber pasado 5 minutos, miré la hora y no lo pude creer, habían pasado tres horas desde el comienzo de la diversión.

"Joder, caí en sus redes."

"Muy bien Ky, en vez de ordenar tus pensamientos sólo los desordenaste."

"¿Ahora que le dirás a Nadia?"

"Oye, amor, me enamore de otra chica, pero aún te quiero a ti."

Mi mente no dejaba de pensar ni un segundo y mirando a mi lado, solo veía la hermosa sonrisa de Loren.

Lo- ¿Pasa algo Ky?
-No, solo pensaba...
Lo- Pareces más confundida que al principio.
-Lo estoy Loren, lo estoy.
Lo- No quise confundirte, perdón.
-No, solo que mis sentimientos están en el limbo entre tu y mi novia.
Lo- ¿Sientes algo por mi?
-Si... Loren, yo se que hace unos meses nos conocemos y que el ambiente donde se dió no era el indicado, pero me gustaste mucho y no sólo hablo de tu hermoso cuerpo, sino también de tu esencia.  

Loren me miró a los ojos durante unos segundos para luego darme un beso corto pero lleno de amor.

Lo- Yo también siento lo mismo por ti Ky.

La niñeraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora