ocho

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Fred despertó en una habitación que no había visitado antes, ahí solo había un poster con una joven cantante semidesnuda, unas cuantas botellas y mucha basura, con un poco de polvo, como si llevara semanas o quizá incluso meses ahí.

Y bueno estaba él.
Se miro a si mismo, encontrándose sentado en una silla de madera ya vieja, atado con cuerdas gruesas.

Y, ahora que lo pensaba, la habitación se parecía mucho a...

Miro hacia atrás encontrándose con el cuerpo de la mujer de antes.
Estaba en la pequeñas habitación.

Pronto la puerta de abrió dejando entrar al compañero de Fred, quién resulta que si cabía por la puerta.
A duras penas, pero cabia.

- Oh, despertarte. Fred, no te imaginas como me alegra que trabajes aquí. - Le dijo el hombre caminado cerca de él, rodeando la silla -.

- Ah, gracias. - respondió extrañado el azabache -.

Su compañero de nombre Deuz, piel morena y barba se encontraba realizando algo extraño por lo menos para Fred.

- Pero, no creas que voy a morir por tu culpa. No, no lo hare. - prosiguió Deuz -.

- Vaya, pues espero que hoy no muera nadie, ya sabes, es peligroso encerrar a los guardias en una sola habitación, sin protección a las instalaciones. - respondió Fred, ahora sonriendo socarronamete, como si no le preocupase nada -.

- ¿Crees que soy idiota? - pregunto el moreno, a lo que el azabache miro a su alrededor, sus ataduras y luego mostró una expresión algo sarcástica -.

- No, por supuesto que no, ¿Como crees?












Uff, esperemos que Fred no se pase de insultos y haga molestar a su compañero, por que podría ponerse mal... O bueno...?

Blood (Freddedy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora