Capítulo 25

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El juicio había acabado y Sebastián se pasaría muchos años entre rejas.

volvía a casa con Alan.Esta vez él había decidido conducir, se lo agradecía, porque no estaba en condiciones para estar al volante. Desde que salí de los juzgados no he hablado y Alan no ha intentado mantener ninguna conversación ya que sabe que tener que haber visto a Sebastián después de lo que me hizo, ha sido duro para mí.

No me doy cuenta de que hemos llegado a casa hasta que Alan me coge de la mano y con la otra me gira la cara para que lo mire.

- Quieres hablar sobre lo sucedido hoy ?

- Solo quiero olvidarme de todo. Fui tan estúpida en pensar que había cambiado.

- Cambiado?

No sé lo había dicho a nadie, pero durante lo que duró mi relación con Sebastián, él me obligaba a hacer cosas que no quería.

- Déjalo, quiero entrar a casa y dormir un rato.

Salgo del coche y voy directa hacia mi casa.

Intento escabullirme y encerrarme en mi habitación, pero Alan es más rápido que yo y me detiene sosteniendome del brazo.

- Me puedes decir a qué narices te referías con que pensabas que había cambiado?

Me doy cuenta de que está cabreado. Le acaricio la cara con una mano para intentar tranquilizarlo, pero aparta la cara.

- No intentes evadir el tema. Dime a qué te referías.

Trago saliva y me mentalizo para contarle todo, pero una llamada telefónica me salva de este momento tan incómodo.

Hey melody
Every night you play me something sweet
And when I'm down, you always change the key.

Saco el teléfono del bolsillo trasero de mi pantalón y veo que es Susan la que llama.

- Hola hermanita, qué tal el juicio?

- Ha ido bastante bien. Le han dado unos cuantos años de prisión, porque se ve que no fui la única a la que agredió sexualmente.

Alan cabreado va directo a la habitación.

- No me lo puedo creer. Ese tipo de escoria no se merece vivir.

- Tienes razón.

- Bueno, me alegro de que todo haya salido bien. Me hubiera gustado estar ahí para apoyarte, pero Borja enfermó y estoy con él ingresado en el hospital.

- No te preocupes, han estado conmigo Aarón, María y Alan.

- Ada, sé sincera conmigo. Tienes algo con Alan?

Me paralizo, no puedo decírselo por teléfono.

- No, claro que no.

- Oh, bien. Pensé que había algo entre ustedes dos. Pero me dejas más tranquila, podría ser tu hijo. Eso sería super raro, no crees ?

- Si... Seria muy raro.

La edad no importa?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora