Keiled despertó antes que Hanny pero, al abrir sus ojos se encontró con el rostro de ella muy cerca al de él, su corazón se aceleró mucho, sus mejillas tenían un leve sonrojo, sonrió y acarició a Hanny quien abrió sus ojos automáticamente.
Hola señorito Keiled. ~ sonrió.
Hola señorita Hanny.
¿Qué hora es? Pregunta Hanny.
El saca su celular, y se asusta al ver que eran la veintiuna hora del día, para luego decirle a Hanny.
No puede ser tus padres se preocuparan Keil.
No te preocupes jamás me notan.
El silencio envolvió la habitación.
Diez minutos más tarde Keiled preguntó a Hanny si quería dar un paseo nocturno alrededor del hospital, ella accedió porsupuesto, tomó una silla de ruedas que estaba en la habitación, cogió en brazos a Hanny y la acomodó en la silla, ambos sonrienron, el salió de la habitación silenciosamente, al momento después comenzó a correr empujando la silla de ruedas hasta el cansancio, acto después se acomoda en una banca del hospital.
-¿Quieres qué te cuente algo? Pregunta el chico.
-Por supuesto.
- Vale prepárate para dormir de nuevo~ sonrió
- Le aseguro que no lo haré señor ~ dijo sonriendo.
- Bueno… Hace aproximadamente quince años nació un pequeño niño, tenía una familia muy unida y feliz, los años transcurrían el pequeño fue creciendo, vivía en un mundo de imaginación y fantasías, su mamá perdió el trabajo pero, nadie en casa lo sabía, su padre nunca estaba en casa, su hermanita quien era mayor que él por un año siempre jugaba en las calles, aquel niño se empezó a portar de una manera extraña ya no jugaba, ni sonreía, comía demasiado y a causa de eso el sobrepeso no fue el único problema que desarrollo, una tarde como era de costumbre su hermana salió a la calle pero esta vez hubo algo diferente al volver a casa, la pequeña regreso dormida para siempre, pues nadie en casa se percató que la niña jugaba con el veneno que había para las ratas, días después la mamá de aquellos niños se volvió una alcohólica y a veces decía cosas espeluznantes así que el padre de la niña que dormía en un cementerio y el niño con sobrepeso decidió encerrar a su esposa en un hospital psiquiátrico, siguió siendo un adicto al trabajo, aquel pequeño comenzó a sentir que lo único que siempre estuvo a su lado era la comida, el tiempo seguía insistiendo en pasar, él entró a la escuela, todos se burlaban de él por su sobrepeso, “maldito gordo seguro tu hermana murió porque tú no prestaste atención por estar como un puerco comiendo” le gritaron, entonces una niña lo tomó de la mano y golpio al niño que le había gritado aquellas palabras al pequeño, la niña se quedó en casa del niño insistiendo en que debían contarle al padre adicto al trabajo todo lo que había ocurrido, el decía a la pequeña que se fuera pero, hasta el final la niña lo único que hizo fue esperar; el papá del niño llegó a casa más temprano de lo acostumbrado, -señor a su hijo lo golpean en la escuela y se burlan de él por su mala alimentación, -no me importa respondió el padre del menor, nadie le dice que trague como un cerdo, y si me disculpas iré a dormir, el niño le gritó a Katt…~ Keiled se detuvo por un momento, pues no quería que supiera Katty fue quien lo ayudó en aquel entonces, respiro y volvió a seguir narrando.
El niño le gritó a la niña que se fuera, corrió a su habitación tomó toda la comida chatarra que escondía y comenzó a introducirla a su boca pero, las palabras “maldito gordo seguro tu hermana murió porque tú no prestaste atención por estar como un puerco comiendo” y lo que había dicho su padre no lograba sacarlas de su mente, así que fue al baño vómito y se detuvo cuando en lugar de restos de comida de su boca salió un poco de sangre, tiró toda la comida a la basura, las burlas siguieron durante tres meses hasta que al siguiente año el niño regreso muy delgado a clases, tiempo después el chico creció y todas las niñas que se burlaron de él dejaban notas declarando sus sentimientos hacia él, pero aquel niño jamás olvidará que aquella niña lo defendio en aquel entonces, el se prometió que sería capaz de cualquier cosa por esa niña, luego el chico conoció a otra niña que al igual que el tiene el corazón desgarrado y roto, y a confiado los secretos que jamás le había dicho a nadie a esa niña, su corazón se acelera al ver a aquella chica, pues la historia continúa y aún no sé cómo acaba…
Es una historia muy triste ~ dijo Hanny sabiendo que aquel niño de la historia era Keiled y la niña que lo protegió fue Katty.
No lo es. ~ respondió el chico mientras una lágrima broto de sus hermosos ojos color miel.
Si lo es, quisiera ser yo quien protegiera al pequeño Keiled, quizá te conocí demasiado tarde ~ dijo Hanny con su voz muy rota y los ojos nublados por las lágrimas, lo siento… continuó la chica.
No, no es tu culpa y estamos juntos en el momento perfecto, te quiero mucho Hann ~ el se levantó, se puso frente a ella y la abrazó.
Yo te amo… dijo entre lágrimas, para luego continuar, te amo como un hermano y mejor amigo.
El cielo comenzó a ponerse claro, ellos seguían abrazados hasta soltar sus últimas lágrimas por el pasado, para después sonreír y volver nuevamente a la habitación, Keiled se despidió ya que debía ir casa a darse un baño.
Volveré hasta que te recuperes, enana bonita.
Hanny sonrió y se despidió con sus manos y una sonrisa en el rostro, cuando Keiled salió de la habitación ella pensó que debía recuperarse pronto y volver a la escuela pero, comenzó a sentir un fuerte dolor en la cabeza, vómito un poco y todo se volvió oscuro de nuevo para ella...
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Ojalá les guste, la historia dará un giro de 180° después de esto lo prometo!❤ Gracias por leerme.
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La Oscuridad Envuelve A Una Estrella.
CasualeEs una historia un poco confusa y creó que con situaciones similares a las que vivimos a veces...