Fútbol en tacones

Capítulo 1: " 2 de ellos"

Mira el reloj, son las 5:00 en punto. Lleva más de media hora en ese bendito atasco. Pero ni para que estresarse, ella sabe que aún le queda un poco más de tiempo allí. Odia el tráfico de esa ciudad.

¿Está cansada?: sí; ¿tiene sueño: sí ¡Dios, sí!; ¿le gustaría llegar a descansar?: si; pero nada de eso pasará, no al menos por la próxima hora; no tiene caso, día tras día se queda atascada en el mismo sitio de la concurrida avenida y no puede hacer otra cosa sino esperar, nada tiene que ver con que no haya buscado calles o avenidas alternativas, no, nada de eso, porque ella sí que lo había hecho y cuando lo intento todo resulto peor, normalmente le toma una hora y media salir de ese atasco y alrededor de otros 20 minutos llegar a su hogar, pero la vez que intento buscar una "alternativa" salió del atasco 3 horas después. ¡3 horas!, así que se dio por vencida y comenzó con su tan habitual "ritual de atasco en el tráfico": se soltó su largo y espeso cabello castaño claro y conectó su Smartphone al sistema de su camioneta Audi Q7, y le da reproducir a la lista de canciones pre-seleccionadas, a su vez buscó en la carpeta que tenía a su lado las pruebas de literatura que les había aplicados a los chicos ese día, comenzó por los cursos inferiores, cuyos exámenes son más fáciles de calificar al ser de selección múltiples, rebuscó en su bolso un lapicero morado para comenzar con su trabajo.

A ella lo de ser docente le gusta, le parece el mejor trabajo que hay en el mundo, es increíble lo que se logra enseñarle a los chicos desde un aula de clases. Y es que ella no es una docente cualquiera, ella más que ser solo la docente que les enseña literatura, es una docente para la vida. Como deberían se las verdaderas docente.

Quizás, por eso no le importe gastar parte de su tiempo libre calificando las pruebas de los chicos, o es quizás porque no tiene nada que hacer durante la hora que demorará el atasco del tráfico.

Con su lapicero morado en mano, comienza la titánica tarea de calificar cerca de 175 pruebas, entre las 7 clases que atienen de, aproximadamente de 25 alumnos cada clase; las de selección múltiples son las más fáciles de calificar, la cosa se complica cuando se trata de calificar las de creación literaria o las de preguntas abiertas. Mientras deja que la voz calmada de Ed sheeran cante "One" inunde el auto, ella se concentra en calificar y se olvida del mundo, del atasco de tráfico, de donde esta o de lo cansada que esta.

***

Habían pasado cerca de 5 horas desde que habían aterrizado en el aeropuerto internacional, y llevaban cerca de 3 horas de viaje en autobús, para llegar a la capital del país, pero hacia cerca de 1 hora que estaban atascados en la avenida en un monumental trancón. Él odiaba los atascos en el tráfico pero sabía que esa era hora pico, en el tráfico vehicular de la ciudad, así que solo cerró los ojos. El bus estaba extrañamente tranquilo, todos dormían plácidamente, estaban cansados, pero felices, habían ganado el partido al que en cierto punto le temían y estaba a tan solo 4 partidos de ser campeones de la liga. Él también estaba cansado y feliz, pero por alguna extraña razón no podía dormir, no se sentía del todo calmado muy a pesar de que le encantaba el silencio como el que está experimentando el bus en esos momentos, con las pausadas y calmadas reparaciones de los jugadores y el cuerpo técnico durmiendo.

Se levantó y fue al baño del bus, mientras se lavaba las manos sintió que el bus avanzó, -gracias a Dios pensó- pero su emoción no duro cuando volvió a sentir como se detenía nuevamente.

—¡Rayos! — exclamo en voz alta, pensó que de pronto su repentino grito de fastidio había despertado a alguno de sus compañeros, pero ni siquiera se inmutaron, en su mayoría todos usaban cascos donde estaban escuchado músicas mientras dormían.

Más molesto e inquieto de lo normal volvió a su asiento y observo como su compañero de viaje seguía durmiendo plácidamente en su asiento, se ubicó en su silla y rodo un poco la cortina, a esas horas la ciudad se veía un poco calmada, como si todos los que estaban en el atasco aceptaran lo que les tocaba y estuvieran felices con eso. Él no lo entendía.