Capítulo 12: " En el camino correcto: el del amor"

1.1K 81 0
                                    

La rutina en la vida de Carolina se modificó un poco, ya no solo era cuestión de ir al trabajo a la universidad y volver a casa en la noche; no, ahora cuando Salía de la universidad conducía hasta el hospital donde estaba internada Gretel, allí se encontraba con Manuel y juntos la acompañaban a cumplir con el tratamiento que le aplicaban para mitigar el dolor. El dolor del cáncer no lo calma ni la morfina. Lo que más molesta del muy maldito, es que no conforme con matarte también te hace sufrir.

Ella odiaba al cáncer y odiaba los hospitales en general, tenían ese olor tan a cloro, tan etéreo tan surrealista que la asustaba, sabía que muchas de las personas que entraban a un hospital nunca más volvían a salir y eso siempre la afectaría.

Era jueves y ella estaba especialmente cansada, ese día comenzarían con las secciones de quimioterapias y Gretel se veía de un color terrible. Estaba junto a Manuel sentada en un pequeño sofá verde oscuro en una de las imponentes habitaciones del hospital, la habitación era lujosa, con muchos artefactos tecnológicos-¿para qué tanto lujos si al final la persona morirá?-Manuel grababa un video de Gretel riéndose de la panda de estupideces que él estaba diciendo, aunque estaba débil las payasadas y el buen humor de Manuel siempre le arrancaban una sonrisa; ella también sonreía, sonrió con cierta melancolía porque sabía que dentro de poco ya Gretel no estaría allí.

Y otra vez pensó en Philip y en Samy, su papá. Pensó en que tal vez y solo tal vez, vivir una situación como la de Gretel y Manuel era ligeramente más trágica y traumática, que la de ella.

El doctor entró y se la llevo a la sala de quimio, Manuel entró con ella. Pero Carolina no pudo pasar con ellos, quizás para algunos es un caso perdido eso de hacerle quimioterapias a las personas con cáncer terminales, pero en la naturaleza humana no está eso de rendirnos, de dejar de luchar por nuestras vidas hasta el final, nos resistimos a vivir, peleando hasta con nuestro último aliento, tal como lo hacen los jugadores en una final: el cuerpo dice que no, pero el alma indica que sí.

Mientras esperaba en la habitación del hospital, se dedicó a revisar unos trabajos que tenía que calificar para el día siguiente, había estado adelantado en la mayoría de los recesos que tuvo en el día ya que no había trabajado mucho en casa, entre las visitas con Manuel al hospital y las charlas con Lukas y Daniel, su rutina se estaba yendo a pique. Cuando terminó de calificar los últimos 5 trabajos, aún quedaba una media hora para que la sección terminara.

Cerró sus ojos, froto su vista y tomó una respiración profunda, esta semana estaba resultando más agotadora de lo que esperaba y aun no acababa.

Lo mejor de todo era que al día siguiente aun tendría la cena con Lukas y la sensación de nerviosismo y ansiedad, sumado al cansancio y al desgaste propio de vivir una situación como la que estaba viviendo con Manuel, la estaba acabando.

***

Lukas estaba feliz. Habían ganado el partido de la semifinal y en exactamente 20 días estaría disputando una final muy merecida en Marsella Francia contra el equipo que ganará el partido de ese día.

Las cosas estaba yendo bastante bien, entre los entrenamientos, las secciones de fotografía y las charlas con Carolina la semana le había pasado volando, estaban en Estambul, habían jugado el partido semifinal, el miércoles, en el estadio Ali Sami Yen Spor Kompleksi de esa ciudad, pero ahora se preparaba para volver a casa, estaba nervioso y ansioso por su cita con Carolina.

Le mando un rápido mensaje antes de salir de Estambul informándole que ya volvía a Berlín.

Lukas.Gritó el Coach.ya estamos abordando y a menos que te quieras quedar, no veo porque tú no lo estás haciendo.

Fútbol en taconesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora