Observándolo atentamente desde la puerta, viendo como su neutra mirada está puesta en algún punto de la habitación y sus latidos constantes y suaves que me hacen saber que sigue con vida y está a mi lado. Sus labios se mueven lentamente, entonando una linda y, a la vez, triste canción, mientras sus dedos acarician la tela sueva de su vientre y su único ojo se llena de lágrimas que no son derramadas. Su voz se vuelve temblorosa conforme avanzaba con una letra dolorosa que me estrujaba el corazón y me hacia llorar un poco.
Era una canción de cuna dedicada a nuestra cachorra.
Cuando la canción finalizó, sonrió tiernamente, con las lágrimas surcando por su mejilla, deslizándose hasta su mentón y después por su cuello. Los latidos de su corazón aumentaron, pero eso era normal por los sentimientos que acaba de demostrar con esa canción.
-vete de aquí, por favor…- murmuró.
Me levanté de la silla en silencio y acerqué mi rostro a la mejilla del castaño para depositar un beso, pero antes de que pudiese llevar a cabo mi objetivo, se giró, tomó la sabana del hospital y se cubrió con ella por completo.
Entristecí la mirada y salí cabizbajo de la habitación, topándome con ese chico rubio que, desde que Eren llegó al hospital, ha venido de visita. Llevaba consigo un oso grisáceo de, al menos, 1 metro de altura, con un moño rosa sujeto al cuello del peluche. Su ceño se frunció al verme y desvió la mirada acompañado de un bufido de irritación, después entró por la puerta blanca y la cerró inmediatamente.
Me quedé inmóvil en el mismo lugar por un tiempo, no supe cuánto exactamente, pero fue el suficiente como para sentir como abrazaban mi pierna y mojaban mi pantalón entre sollozos.
-p-papá…- llamó el infante con sus verdosos ojos verdes cristalinos- ¿ma-a-mi n-no me quiele? - preguntó lastimero.
No respondí inmediatamente, solo observé sus grandes orbes verdosas, similares a las de Eren, pero exactamente iguales a las de Isabel, eso me hizo fruncir el ceño, asustando a mi hijo en el proceso, encajó sus pequeñas uñas en mi vestimenta y bajó la mirada. Abrí mis ojos en grande cuando mi cerebro jugó sucio, haciéndome borrar aquella cabellera rojiza y sustituirla por una azabache, con dos pequeñas coletas sujetas con dos listones rosas. Cerré los ojos fuertemente y negué con mi cabeza, pero cuando volví a abrir mis parpados, los mechones negros seguían ahí. Tragué duro y doblé mis pantorrillas, pasé mis manos por las mejillas del infante y levanté su rostro, topándome con una personita completamente diferente.
Era mi cachorra, de eso estaba seguro.
Piel tan blanca como la mía al igual que la intensidad de coloración en su cabellera ligeramente ondulada, enormes ojos esmeraldas, tan brillantes como los tenía Eren antes de que pulverizara su corazón, su rostro de muñeca, tan hermosa como su madre. Su mirada tan inocente, sin apartarla de mí.
-papi…- sus palabras tan suaves me hicieron sonreír con un sabor amargo en mi boca, tal vez estaba enloqueciendo y comenzaba a imaginar cosas, aun así, sería una alucinación hermosa.
- ¿s-si, pequeña?
- Me siento muy solita a pesal de tenel a mi bisabuela a mi lado… - su voz salió quebrada, dolida. La tomé en mis brazos y la pegué a mi pecho, deslizando mi mano por su delgada y pequeña espalda. Su cuerpecito estaba frio, incluso su respiración- ella también lo estaña, y lloda poque mi mami está sufiendo mucho, su codazoncito le duele… - con sus heladas manos me apartó, por alguna extraña razón su fleco oscuro cubría sus ojos y parte de su nariz, dejando al descubierto su boca- queyo… que mamá esté conmigo. Me lo llevadé, así todos sedemos felices.
- ¡no!, ¡no puedes!
Ella no dijo nada, solo sonrió y cubrió mis ojos, tomé sus brazos con fuerza y la aparté de mí, pero mi sorpresa fue que ella ya no estaba, en su lugar había quedado Rivaille, quien me miraba con miedo. Se apartó de mí y corrió hacia el otro lado del pasillo, justo donde estaba Mikasa, quien lo cargó con facilidad y lo acurrucó en su pecho, para después dirigirme su mirada inexpresiva e irse.
Yo seguía en shock, no era cierto lo que me había dicho, ¿verdad?, solo la imaginé, ¿cierto?
Aun así, no podía estar en paz si no me aseguraba que Eren estuviese bien. Me paré frente a la puerta y la abrí sigilosamente, echando un vistazo para poder calmar mis nervios. Me sentí aliviado al verlo dormido en la camilla, aunque tuviese que soportar mis celos al ver a Armin acariciándolo con tanto cariño.
-cierra la puerta- la voz de aquella mujer llamó mi atención. Hanji se acercaba a mí, con sus manos en los bolsillos y su mirada seria clavada en mi persona- deberías irte y dejarlo con ese beta, se nota a kilómetros cuanto lo ama...- se detuvo frente a mi con un suspiro- aunque sea estéril, el sabrá como hacerlo feliz, ya sabes, existe la adopción.
-no sabes nada, no tienes derecho a opinar.
-¿tu que sabes?, por lo que me contó Mikasa y lo que yo misma investigué, con certeza puedo decirte que ese pobre niño a sufrido demaciado, es un milagro que siga con vida y no bajo tierra- el silencio gobernó en ambas partes, no sabía que decir al respecto, sabía que de esa larga lista de desgracias, yo formaba parte. La castaña retiró sus lentes del rostro y limpió los cristales con su suéter rojo- 15 de mayo del año 2004, edad de Eren Jeager, 4. Sufrió de fuertes golpes en su cuerpo, un par de huesos rotos y unas marcas en su cuello que denotaban un ahorcamiento que se detuvo a tiempo. Sospechoso, su madre. Sin embargo nada se le pudo comprobar- una vez que sus lentes estuvieron limpios, los colocó nuevamente en su lugar- 04 de julio del mismo año. El chico fue llevado a urgencias por ingerir alimentos echados a perder, gusanos, cucarachas y hiervas venenosas durante dos semanas. Según una testigo que respondió al nombre de Sasha, su madre lo mantenía encerrado en una jaula de hierro situada en el patio, donde mantenía al menor encerrado, llevándole comida de vez en cuando, cada uno de los platillos en estado de descomposición y asquerosos. Sin embargo, la justicia requerida no se llevó a cabo, ya que las pruebas de sangre dijeron que el niño era un omega, por lo tanto, el no valía como persona ante la sociedad- mi vista comenzó a tornarse borrosa, quería llorar, solo que no quiero verme débil- la lista es larga, tardaremos un día y medio como mínimo, ¿quieres que siga?
-...no...no quiero escuchar más.
-hace unos días atrás, cuando Zeke Jeager vino a visitarlo, pidió al hospital que cuidarán de su hermano las 24 horas, ya que, cuando entró a su habitación sin avisar, vio como el omega sacaba la mitad de cuerpo por la ventana con claras intenciones de arrojarse al vacío.
-¡¿que?!- tomé a la chica del cuello del suéter, mirándola con una mescla de enojo y confusión- ¡¿porque no me dijiste?!
Ella no tenía una sola pisca de sentimientos en su rostro, solo me sostenía la mirada, como si no sintiera nada- no es tu omega. Al que si se le informó, fue a Arlert, es por eso que se la pasa constantemente en el hospital.
-¡¿y porque él?!
-porque es de las escasas personas a las que les permite pasar sin alterarse- me apartó de su cuerpo y acomodó su ropa- date por vencido, tienes un hijo con la persona que amas, ¿no?, solo espera tres semanas para que salga de la cárcel- suspiró resignada- todo apesta- se recargó al lado de la puerta de Eren, cruzándose de brazos- a pesar de que Isabel fue la encargada de entregar a Eren a Kenny, sacarle al bebé, mutilarlo y dárselo de beber, le dieron poco tiempo en la cárcel, por el simple hecho de que el afectado era un omega. Tampoco puedo creer que tú tío no haya tocado la cárcel siquiera, cuando todas las claras pruebas estaban en su contra- su mirada se detuvo en mi- tu también debiste pagar. Lo violaste. Pero todo el mundo es una mierda, para ellos los alfas son lo más importante, algo así como un dios. Al menos los betas podemos tenemos una vida normal, sin embargo, los omegas son tratados como basura.
Hanji y yo nos sorprendimos al ver salir a Armin con la cabeza gacha y los ojos rojos. Nos miró por unos momentos y después siguió su camino por el pasillo, perdiéndose entre estos.
Por curiosidad, me adentré a la habitación, Eren seguía descansando, abrigado con la sabana del hospital.Solo pido que mi omega se recupere y vuelva a elegirme, juro que esta vez lo haré muy feliz, mostrandole lo bello que puede ser el mundo.
[Corregido]
GRACIAS POR LEER ♥
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I Hate My Life
RandomEren Jeager es un omega que a pasado por mucho a pesar de su corta edad. Su vida a sido una miseria desde el día en el que se dieron cuenta de su existencia, pues al haber sido concebido por una violación, su madre lo odia a tal grado de intentar as...