Terry Whisper
Todo empezó hace 43 años, vivía en San Pedro de macoris, observa a los niños jugando en el patio mientras que mi esposa se posicionaba frente a mi dejando caer en mis labios un tierno y cálido beso el cual hizo estremecer todos mis sentidos.
-Se ven muy felices nuestros hijos, no crees querida? Pregunté perdiéndome en el sonido de las risas de los niños al andar y saltar en mi bello jardín. Teníamos tres niños y una hermosa niña, Chester, Christian, Paulo y Elizabeth mi pequeña Elizabeth la luz de mis ojos.
-Si, eso es gracias al buen padre que tienen, dijo mientras me tendía nuevamente un beso enternecedor.
-Auch, oír quejarse a mi pequeña niña la cual estaba tirada en el césped acariciando su rodilla, al parecer se la había raspado. Corrí en su ayuda, la cargué en mis brazos y con un beso en su mejilla calme su respiración la cual se mostraba muy agitada por el susto, camine hacia la puerta con mi bebé en brazos y ordene a mis niños entrar a la casa, ya estaba oscureciendo y no era bueno el clima que se mostraba. Luego de varias horas ya estábamos en la mesa mientras que mi mujer servía una deliciosa ensalada con arroz cocido y carne de res, todo parecía estar bien, oramos para bendecir la comida mientras que la lluvia golpeaba la ventana, un frío gélido entró por debajo de la puerta haciendo que mis piernas temblaran ligeramente.
-Oyie papá, te acuerdas cuando a Chester se le entró un marcador por la nariz y le llegó al cerebro? Preguntó Paulo con una sonrisa inocente.
-hey, eso es mentira, protesto el pequeño Chester.
-Y por que eres tan estúpido, parloteo Paulo mientras llevaba una lechuga a su boca la cual tuvo que salir de inmediato por un leve golpe que le propinó Christian en la cabeza haciéndonos reír a todos.
-Ya les dije que en la mesa no se juega y menos pegándose, dijo la madre con la cara hinchada para parecer enojada y luego de tres segundos todos comenzamos a reír a carcajadas.
Pufff, fue el sonido que escuche en la mesa, cuando volteé a ver me quedé estupefacto por lo que mis malditos ojos veían.
-Chester!!!!! Grito mi esposa desesperada mientras que daba sancadas para llegar a el. Los gritos de mis otros hijos y la pequeña Elizabeth me dejaban sordo y el miedo de que ellos también resultarán heridos lleno mi ser, corrí hacia cada uno de ellos y los agache para sacarlos del peligro, mi esposa sacudía a Chester de un lado a otro para que abriera los ojos, mis ojos se quedaron abiertos como platos, pues en el ojo derecho de mi hijo había un agujero, su ojo había desaparecido dejando un orificio de lado a lado, la bala había traspasado su cabeza limpiamente y el proyectil acabo en el cuadro familiar justo en el pecho de mi esposa. Luego cayó un trueno que impactó con el tendido eléctrico dejándonos totalmente a oscuras. La noche tránsito lentamente mientras que mi esposa aún lloraba en el cuerpo inerte de mi pequeño Chester, Elizabeth, Paulo y Christian se encontraban abrazados en una esquina de la casa, yo por mi parte estaba inspeccionando la ventana por el pequeño orificio que había dejado la bala que apagó la vida de mi niño, otro trueno cayó y la lluvia se instentifico más dando una vista panorámica no tan bella, las palmeras y árboles se movían con gran furia siendo llevadas de un lado a otro cuando el viento cambiaba de dirección.
-Amor..... Escuché detrás de mí, al voltear me encontré con el rostro en vuelto en lágrimas de mi esposa, rápidamente le tendí un abrazo para tratar de consolarla, no es que tuviera ganas de llorar, si no que no era de esos que lloraban frente a alguien.
- Vete... ve a ver cómo están los niños,dije y con una sonrisa totalmente falsa me gire para volver a observar la ventana donde la vista panorámica no era la mejor, mi cara se empalidecio al ver la sombra de un sujeto la cual sostenía algo en sus manos, algo parecido aún rifle, de pronto un un láser rojo entró por mi ventana e inmediatamente me retiré de está.
Los quejidos que provocaban los llantos de mis hijos y mi mujer abrazados a ellos me desconcertaba.
-Shhhh, silencio....
-Que para Terry? Preguntó mi mujer en voz alta.
-Shhhh, mira a la ventana, dije señalando la luz que entraba por ella apesar de la tormenta que se desataba afuera.
-Qu..e es e... Fue interrumpida por una bala que impactó en su cabeza, los niños se alborotaron y comenzaron a gritar y q correr de pánico, uno por uno iban cayendo abatidos y las lágrimas al fin salieron sin control, Christian y Paulo cayeron inertes dejando a mi pequeña Elizabeth sola debajo de la mesa.
-No hables, no llores, ni te quejes, solo guarda silencio por lo que más quieras, por favor, dije a voz baja mientras limpiaba mis lágrimas. Me arrastre por debajo de la ventana, maldesi la hora en la que puse esas cuatro ventanas, debí de dejar solo una como en un principio, llegué gateando hacia su posición y ahí nos quedamos, abrazados hasta que la tormenta seso y el láser no se mostró por algún lugar de nuestra destruida casa, la policía nos preguntó muchas cosas, le enseñé mi carnet que me certificaba mi lugar en el LAPLNU (laboratorio aprobado por las naciones Unidas) y salí con mi niña en brazos hasta llegar al laboratorio.
Luego del entierro y de varias semanas dejando a mi pequeña Elizabeth en la escuela, la directora me cita para una reunión, no me quisieron decir para que o qué si había pasado algo, y cuando llegue me lleve una terrible noticia, mi hija había sido asesinada y supe que aquel que había aniquilado a mi familia había ido a terminar su trabajo y el próximo en la lista era yo.....
-Si, así termine aquí, buscando ese virus para poder vengarme, si yo no podía tener una familia, Nadie la tendrá!!! Dije furioso, Peter estaba sangrando y la infección había avanzado, sabía que en cualquier momento se transformaría y trataría de matarme y no me importaba, ya había cumplido mi cometido, el gobierno quería que creará mi creación pudiera ser controlada, ellos querían que creará un virus que pudiera controlar a mis Zuther uno que además de convertirlos los hiciera conscientes, fáciles de controlar para poder usarse en la guerra, pero no lo hice, no dio la gana.
- Sonará estúpido, pero usted condenó a la humanidad por una simple venganza?
-No condene al mundo, solo al país. Peter empezó a toser y a expulsar sangre desde su boca y ahí quedó, inerte y pálido, sabía que faltaba poco para que despertara, mire hacia el vidrio y vi a mi primera creación, Chester y las lágrimas salieron por última vez, Peter se levantó y como en un parpadeo incrustó sus fauces en mi cuello.....
Fin del capítulo, sorry por la demora, pero no estaba de humor para escribir, les prometo que escribiré más seguido, bye ^_^
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El Extermino Z
AcciónSangre, supenso, terror, comedia pero sobre todo amistad en el aire... Bien!! En este libro conoceremos a un grupo de personas, las cuales vivían una vida normal, sin preocupaciones, con un estado social alto, pero no obstante un extraño virus se a...