Prólogo. La llegada del demonio con cara de ángel.

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Odio con toda mi alma las sorpresas. Y si a eso le sumas que la sorpresa no es para nada agradable...

En el Sun Garden pocos niños reciben educación por nuestra "madre", por llamarla de alguna forma. Yo siempre estudiaba en "casa", pero ahora que entro en secundaria Hitomiko ha decido inscribirme en el instituto Raimon.¡A mitad de año!¡Voy a ser la maldita novedad del instituto!Eso es una puta molestia. Lo único bueno que va a tener ir a ese lugar es el club de fútbol.

Y hablando de fútbol, había quedado con Hiroto-san para jugar.

Últimamente los hermanos Kira se veían más raros. Siendo yo simplemente habría ignorando este hecho, pero el caso es que se comportan de forma rara conmigo, así que sé que de alguna forma tiene que ver conmigo.

Quizás por eso Hiroto-san me invita tan seguido a pasar tiempo con él.

No pensé demasiado en ese cuando ví a lo lejos la inconfundible cabellera roja del más grande. Me acerqué a él con mi típica sonrisa (falsa) amable, y por dentro la sangre me hervía, no quería más sorpresas como la que me dió Hitomiko esta mañana.

-Buenas tardes, Hiroto-san.-Saludé alzando mi mano derecha. Él me devolvió el saludo y acto seguido me pasó el balón para empezar a regatear.

Siempre había querido ser defensa desde que empecé a practicar el deporte, y entrenarme con uno de los mejores delanteros del equipo que ganó el torneo FFI me daba mucha experiencia.

Entre regates y risas. Íbamos hablando de cosas realmente irrelevantes. Hasta que sacó el condenado tema, que me hizo mostrar la cara de fastidio que tenia escondida por un solo segundo. No es que estuviera molesto con Hiroto, me lo estaba pasando de maravilla. El problema era la "agradable" sorpresa de estudiar en el Raimon.

-Y dime,¿qué te parece la idea de ir allí?¿Te uniras al club de fútbol?-preguntó mientras intentaba rebasarme para llegar a la portería.

-Claro que me uniré Hiroto-san, creo que es lo único bueno que tendrá estar ahí.-Dije con un tono de fastidio. No quería hablar del Raimon que me ponía de mal humor, ahora que me lo estaba pasando de maravilla.

Él dejó de jugar por un momento y me miró de una manera muy extraña, no podía descifrar que me decía esa mirada.

-¿Y no harás amigos?

No me importa si parecía cruel. Pero lo miré con el ceño fruncido y los ojos llenos de odio. Él sabe perfectamente lo que me pasó, ¿por qué sigue insistiendo entonces? Me dí la vuelta y empecé a caminar con la única idea en mente de encerrarme en mi habitación.

-No.-Dije con desprecio. Me giré un poco para ver su reacción. Estaba mirandome con ojos de cachorrito, estaba notoriamente triste, pero no podía dejar que eso me debilitara. Ni Hiroto me volvería a hacer igual de débil y estúpido que antes, por mucho que lo admire no lo conseguirá.











-¡Kariyaaa!¡Horaa de levantaarsee!

Mi energético compañero me despertó para que me levantara. Él también estaba en el Raimon y dijo que quería ir conmigo hacia la escuela. Cosa que yo no.

Así que cuando ya estábamos delante del gran edificio con el símbolo del rayo, me quedé quieto en la entrada esperando a que el pesado de se fuera con sus amigos.

Y sí, se fue.

Pero al parecer les dijo que se quedaran con él a esperarme.¿Qué tan odiosos pueden ser? Aún así no entré, en algún momento tendrían que irse y yo sé que como soy nuevo puedo usar la escusa de "me perdí porque soy nuevo y al parecer no tengo boca para preguntar". Todo iba conforme al plan, ya los amigos de mi compañero(que no me acuerdo ni de su nombre) de "casa" e insti
le decían que mejor entraban ya. Pero llegaron un chico y una chica que se me quedaron mirando.

Mierda. Seguro piensan que soy imbécil.

Les sonreí para que no pensarán que tenia problemas mentales y me acerqué al grupo de amigos que me esperaban ansiosos.

-Moooh,¿qué hacías ahí parado,Ka-chan?

Tenía ganas de coserle la boca para que no me volviera a llamar de esa forma tan estúpida, pero como buen angelito que soy me callé y sonreí.

-Perdonarme. Y por favor, no me llames más así.

Él asintió y empujó en mi dirección a un chico de pelo oscuro. No le preste mucha atención, hasta que se presentó como "Kageyama Hikaru",al parecer había llegado una semana antes que yo y mi compi había decidido que a partir de ahora seríamos amigos.

No veía futuro, cuando estaba con el profesor para que me presentara a la clase ya me había olvidado de su nombre. Pero no de su apellido. ¿Y como podría? Sé perfectamente quién es Kageyama Reiji.


Me senté al en el pupitre que me indicó el chico de cabello raro que me estaba mirando hace poco en la entrada. Sólo le sonreí amablemente y me senté en mi lugar correspondiente.

Fueron las peores clases de mi vida. Me aburría tanto quedarme mirando como un estúpido sin saber de que están hablando. El profesor ignoraba el hecho de que al ser nuevo estaba más perdido que un piojo en el pelo de Bad Bunny, maldito aborto fallido. Para colmo todos los presentes me miraban cada 2 por 3. ¿Tan guapo soy?




Obviamente sí.



Cuando se terminó el infierno agradecí que todos fueran tan bordes como para pasar de mi cara y no agobiarme con preguntas. Claro, excepto el chico de pelo raro y sus amigos.

El de pelo raro se llamaba Tenma, y tenía un apellido demasiado complicado como para recordarlo. La chica que estaba con él mirandome se presentó solo diciendo su nombre "Aoi", y está vez venían con otro chico,Shinsuke.

-¿A que club te uniras?-Ante esa pregunta le rezé a cualquiera que esté ahí arriba para que estos pesados no me dijeran que estaban en el club de fútbol.

-Pues....-Miré hacía un lado, intentando parecer tímido.-Estaba pensando unirme al club de fútbol.

-¡Qué coincidencia!¡Estamos en ese club!

Mierda.

-¿De qué posición juegas?

-Pues...defensa.

-¡A laaa!¡Igual que yo!

Pues mira que bien oye....Definitivamente tengo muy mala suerte.

Mis nuevos súper amigos me acompañaron hasta el club de fútbol y me presentaron a todo el equipo. ¿Tan rápido? Sí, porque el entrenador está loco y deja entrar a cualquiera.

-Muy bien,¡a entrenar chicos!

Salí al campo mirando la espalda de uno de mis nuevos compañeros, me molesté un poco. Por alguna razón su pelo me recordó a un cangrejo que me atacó hace años en el Sun Garden.

Qué asco.

Al parecer también es defensa, y me está poniendo nervioso. ¿Por qué se tiene que parecer tanto al dichoso cangrejo?

Por un momento,  ví de reojo a Kageyama. Vaya, genial, como se nota que no cuido bien a mis amigos. Le dediqué una pequeña sonrisa para que no se notara que pasaba un poco de él.

-Kariya, concéntrate en el entrenamiento.

Estúpido cangrejo. Lo miré con una cara de arrepentimiento falsa, de verdad ya me estaba cansado este chico.

-Lo siento, (cangrejo) senpai.

Él no dijo nada más y siguió con su práctica. Que majo...

A lo largo de la práctica moleste al chico cangrejo, lo mejor de todo es que nadie se daba cuenta,¡que ciegos están! Hasta a mí me sorprende.

Me perdí en mis pensamientos, y cuando volví en mí estaba corriendo hacia el chico cangrejo. Y se me encendió la bombilla.

Caí y actúe un poco, para que se creyeran que el cangrejo me había herido. Y tanto que se lo creyeron. Hasta su mejor amigo se enfadó por su supuesto mal comportamiento.

Y ahí entendí que yo nací para molestar a chicos cangrejos.

¡Esto es la guerra! [Ranmasa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora