¡Esto es la guerra! [Ranmasa]

Capítulo 17. Montaña Rusa

Caminaba tranquilamente por las calles de la ciudad. Era sábado y hacía frio, las calles estaban empapadas porque había llovido toda la noche anterior.

Había quedado con Ranmaru para pasar toda la mañana juntos. Por la tarde iría a casa de Hikaru para jugar a videojuegos.

-¡Hola,Kariya!-Me giré y ví a Shindou acompañado de el chico de pelo blanco que me estranguló hace bastante tiempo.

-¿Uh?Hola...-Me acerqué a ellos.-¿Cómo estás,Shindou?

-Bien.-Sonrió. Miré al chico albino, me miraba indiferente. Seguramente no se acuerda de mí.-¿Quieres venir con nosotros? Íbamos a la cancha de baloncesto.-El albino abrió la boca, parecía que se iba a negar a la idea de Shindou,pero al final calló. Tenía ganas de aceptar la petición solo para joderle, pero Kirino me estaría esperando.

-Ya he quedado con Ranmaru, además no tengo mucha idea de baloncesto. Pero gracias.-Estaba a punto de irme, cuando Shindou me detuvo.

-Si quieres le digo que venga.-Me parecía rara la forma en la que insistía que fuera con ellos, pero en fin, pasaría tiempo con Kirino y además joderia a ese idiota.

-Claro.-Sentí la mirada de odio del albino, así que le sonreí mostrando amabilidad, aunque por dentro solo sonreía de forma pícara por haberle jodido.-Soy Kariya Masaki,¿y tú?

-Ibuki.-Lo miré confundido.¿No me diría su nombre? Bueno, como no le puedo joder con eso me toca buscar algún apodo estúpido.

-¡Pues vamos allá! Con tu agilidad seguramente se te da bien el baloncesto,¿no crees, Munemasa-san?-Le preguntó a Ibuki, que solo asintió. Se nota demasiado que en esta situación soy un sujeta velas.-Ya le he mandado un mensaje a Kirino, llegará en unos minutos.-No dije nada. No me acuerdo de haberlo visto con el móvil mandando algún mensaje,  pero tampoco me acuerdo de haber llegado a la cancha de baloncesto.

-Muy bien, enano, no empieces a darle patadas al balón como Takuto el primer día.-Senpai se empezó a quejar, pero Ibuki no le hizo caso y me lanzó el balón.

Lo atrapé y empecé a botarlo. Oí un bufido por parte del albino.
-¿Qué pasa,Ibu-chan?¿Te sorprende qué sea tan bueno?-Me burlé. Él me miró enfadado y antes de que me pudiera dar cuenta ya me había robado el balón.-¿Qué...?

-Soy el mejor jugador de baloncesto que tiene esta asquerosa ciudad, chaval.-Tiró a canasta y acertó, y eso que estábamos bastante lejos del aro.-Puede incluso que del país.

-¡Hola!-Kirino había llegado, pero antes de poder acercarme a hablar con él,  Shindou lo agarró por el brazo.

-Ahora mismo volvemos.-Y desaparecieron del lugar. Ibuki y yo nos miramos confundidos. Bueno, yo estaba confundido, él parecía enfadado.

-¡Maldita sea!-Gritó y apretó los puños con mucha fuerza,me aparté por precaución.-¿¡Qué rayos,Takuto!?¿¡Qué me estás ocultando!?

-¿Problemas en el paraíso?-Intuí, alejandome aún más disimuladamente.

-¡Cállate! Es...es que últimamente ha estado pasando mucho tiempo con ese afeminado.-Sonreí. Seguro que Shindou tenía a su novio tan apartado de su círculo de amigos que ni sabia que era su mejor amigo.

-¿Sabes quién es él?

-No...bueno sí.-suspira- Es el único amigo de Shindou que conozco más o menos...me pone tan nervioso que Takuto le cuente todo sobre nuestra relación.