¡Esto es la guerra! [Ranmasa]

Capítulo 7. Descubrimientos

Suspiré mientras volvía a escribir otra vez la frase que nos había mandado el director. Tsurugi y yo acabamos aquí con la condena de escribir la misma frase 500 veces por hablar en clase, más bien
él me hablaba y yo evitaba el tema.

Esa mañana hablé con Hikaru sobre lo que pasó en el hospital, al final no le dije nada a Hiroto porque iba a llegar al fondo de todo esto solo, o mejor dicho con la ayuda de mi amigo. Pero todo se complicó cuando Tsurugi nos escuchó.

Tsurugi no entendía porque no acudía a él para ese problema que, obviamente, no le podía decir porque no sabía que yo no tenía familia. Hablábamos en clase lo más bajo posible, pero él explotó al enterarse que Hiroto no era en realidad mi padre, aunque no hay que ser muy listo para darse cuenta, al fin y al cabo no teníamos el mismo apellido. Ahora que lo pienso,¿como llegamos a hablar de Hiroto si no tenía nada que ver con el tema de conversación?

Decidí escribir lo más rápido posible para terminar e irme con Hikaru al hospital. Tsurugi, que estaba sentado a mi lado, me miraba con curiosidad ante la rapidez con la cual escribía una y otra vez la mismas palabras sin tomar descanso. Tardó un poco en reaccionar, pero en cuanto lo hizo, intentó imitar mi misma rapidez a la hora de escribir.

Cruzamos miradas por un momento y sonreímos. Empezamos a competir para ver cual de los dos terminaba antes esa horrible y absurda tortura.

Lo único que sé podía oír en el aula eran los bolígrafos escribiendo a gran velocidad, casi parecía que íbamos a rasgar el papel.

Curiosamente, acabamos a la vez. Nos miramos por segunda vez y nos reímos de ese momento tan infantil que ambos habíamos tenido. Nos acercamos a un profesor que pasaba por allí para avisarle que habíamos cumplido con nuestro castigo.

-¡Ah!¡Cómo me duele la mano!-Se quejó Tsurugi moviendo la muñeca con lentitud mientras soltaba pequeños quejidos por el dolor.

-Totalmente, pero por lo menos ambos hemos ganado después de esa tortura.-Le animé mientras escribía a Hikaru para poder vernos en algún lado e ir juntos hacia el hospital.

Sentía la mirada de Tsurugi sobre mí, sabía que aún estaba enfadado. Lo miré también y su serena mirada se endureció, mostrando su rostro serio que siempre hacia temblar incluso al más valiente.

-Masaki, siento que hay algo que me estas ocultando, aparte de que Hiroto no es tu padre.-Me quedé callado y el gruñó al no recibir una respuesta de mi parte.-Somos amigos,¿verdad? Así que,¿por qué no me puedes hablar de esto? Quiero ayudarte, tú ya has hecho demasiado por mí.

Seguí sin decir nada, es verdad que Tsurugi me había dicho cosas que ni siquiera su hermano sabía, así que,¿por qué no explicarle todo desde el principio? Quería decírselo pero aún tenía miedo, este tema no es algo fácil para mi, no quería que nadie supiera nada y ya me esforcé demasiado porque la gente no me relacionara con otros chicos huérfanos que había en el Instituto Raimon. ¡No es mi culpa si Hikaru lo sabia!¡Él lo descubrió por si mismo!

-¡Masaki!-Volví a la realidad cuando Tsurugi me zarandeo un poco. Lo miré por unos segundos.

-No soy lo que piensas,Kyousuke. Tengo más oscuridad dentro de mi corazón de la que tú pensabas que tenía.-Él me miraba totalmente confundido, pero en cuestión de segundos volvió a poner su cara seria.-No me gusta que nadie sepa de mi, así que siempre miento y oculto la información. No quiero que pienses que has fallado como mi amigo porque eso no es verdad. Si Hikaru lo sabe, es porque llegó en el momento y lugar adecuado.