Epílogo. De la mejor manera.

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Caminaba de un lado para otro, no paraba de mirar el reloj. Estaba realmente nervioso, aunque no quiera admitirlo.

Me acerqué a la ventana, no había nadie por la calle, ni una sola alma. Me giré para ver de nuevo el reloj. Ya eran la una y media pasadas, casi menos veinte.

-¿¡Dónde estás, Ranmaru!?-ya no podía aguantar más. Saqué mi móvil del bolsillo trasero de mi pantalón. Tenía pensado llamar a mi novio, pero justo saltó otra llamada, era Hayato.

-¿Qué pasa?-dije nada más responder.

-¡Masaki! Me he cruzado antes con Hikaru, dijo que te informara de que la cena al final es a las 9, no a las 8.

-¿Por qué no me ha llamado él?

-¡Te mandó un mensaje! Bueno, te dejo que tengo que llevar a Yuuta a casa de Mitsuru.-no tuve tiempo de despedirme, nada más terminar la frase Hayato colgó.

Suspiré y me senté en el sofá, al lado mío estaban dormidos Esmeralda y Sasuke.

Esmeralda era nuestra gata, la llamamos así por el color de sus ojos, y en honor a las luces de neón del Inazuma Ice, que un día de tormenta acabaron en el suelo. Aún recuerdo lo mucho que lloró Nagumo.

Sasuke es nuestro conejo, que sorprendentemente se lleva bien con Esmeralda. Lo llamamos así porque tenía manchas como el perro de Tenma, una pena que actualmente no estén ninguno de los dos. Sasuke murió hace años, lo atropelló un coche. Tenma también lloró mucho, me gustaría ver qué tal está a día de hoy, pero llevo 3 años sin saber nada de él.

Pero en fin, no debería preocuparme por eso ahora. Al revisar los mensajes ví que efectivamente Hikaru me había avisado sobre la cena. De repente oí como alguien entraba en casa.

Sudé frío, solté el móvil dejándolo en el sofá. Me levanté y acerqué a la puerta principal caminado muy despacio, intentando no hacer ruido.

Casi me da un infarto.




-¡Ranmaru!-El mencionado me miró con una sonrisa y se acercó a mí, ya había terminado de guardar las llaves.

-Hola, Masaki.-se acercó a mí y me dió un beso.-Lo siento por tardar.

-¡Madre mía! El pelo corto te queda genial.-empecé a tocarle el cabello, lo tenia incluso más corto que el mío.

-Me siento extraño, siempre había llevado el pelo largo por Eiko y ahora...

-Supongo que es normal. ¡No pienses más en eso! Mejor vamos a comer ya, tengo mucha hambre.-Ranmaru asintió y fuimos juntos a la cocina. Yo empecé a servir la comida mientras Ranmaru se sentaba a la mesa.-Oye, no sé si lo sabes, pero al final la cena de hoy es a las 9.

-En verdad no me interesa demasiado la hora, tengo muchas ganas de ir a esa cena.-dijo empezando a comer. Yo hice un sonido afirmativo, pensaba igual que él.

Sería la primera cena que tendríamos juntos después de la universidad. Aún estábamos en contacto con nuestros amigos, pero apenas teníamos tiempo para reunirnos.

-Ahora que lo pienso, esta noche todo el mundo te verá con el pelo corto.

-Seguro se les hace raro, a todo el mundo se le haría raro con razón. Yo mismo me sentí raro al verme en el espejo.-Ranmaru estaba en lo cierto, por poco no lo reconozco y lo confundo con un ladrón, uno muy afeminado a pesar de que ya no llevaba el pelo como Rapunzel.-Ahora que lo pienso, ¡ahora tú tienes el pelo más largo que yo!

¡Esto es la guerra! [Ranmasa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora