Se sentía mal; como si no hubiese cerrado los ojos en toda la larga noche. Abrió los párpados que sentía tan pesados, y se encontró en un lugar desconocido. Esa mañana despertó en una habitación completamente blanca; una habitación que no era la suya.
Tragó saliva y tembló un poco; su propio sudor gélido comenzaba a empaparle la frente y el sentimiento de las sábanas arrugadas y aprisionadas entre sus dedos temblorosos solo pretendía aliviarlo del temor. ¿Dónde demonios estaba? Sólo recordaba haberse dormido en su cama la noche anterior... ¿Entonces qué hacía ahí? ¿Cómo había llegado?
Miró a su alrededor con temblores recorriendo su espina dorsal. Recorrió la habitación con una precisión impropia y analizó lo mejor que pudo (a causa de su vista borrosa) cada uno de los muebles que ocupaban el espacio. Fácilmente, la habitación se podría describir como pequeña, vacía y por sobre todo blanca. Su cama de colchón incómodo y armazón de fierro estaba apegada a la pared derecha, y una mesa de noche se hallaba a su lado (sin ninguna lámpara sobre ella), paralela a la pared de su cama había un velador para guardar ropa. En la pared que daba a la cabecera de su cama había una ventana corrediza, y al lado de sus pies, una puerta de madera blanca con vidrio rugoso y pomo plomizo. Poco a poco su sentido auditivo percibió con terror el sonido de unos pasos resonando por el pasillo. Tragó en seco, y cuando la sombra de una persona se proyectó obscura en el vidrio de la puerta, no evitó esconderse bajo las sábanas. El sonido del pomo dar una vuelta lo hizo temblar y apretar aún más sus puños envueltos en las sábanas.
¿Ya despertaste? - Dijo la persona que ya parecía estar en su cuarto. Su voz femenina, era monótona y anodina. Dib pensó que lo habían secuestrado y eso le dio aún menos ánimo de salir de su escondite - Tranquilo, no estás secuestrado ni algo así...
¿Dónde estoy? - Se atrevió a pregutar no sin evitar un tono extremadamente trémulo. La mujer titubeo un poco antes de dar respuesta, y en ese lapso Dib se atrevió a demostrar su valentía. Con temblores aún recorriendo su cuerpo, bajó la sábana para mostrale a la mujer sus ojos descubiertos. Vió a una mujer joven, de cabello negro y uniforme blanco. Sus facciones le eran imposibles de percibir a causa de su vista aún borrosa.
Ugh. Estás en un psiquiatrico, en tu habitación. Realmente lo siento chico... Afuera hay un pequeño jardín, puedes ir a jugar un rato o lo que sea - Su sonrisa era forzada, pareciendo casi una mueca. De igual forma, se notaba la incomodidad y lástima que le daba Dib en esos momentos. Suspiró y dejó unas ropas (Blancas también) sobre la cama, luego se marchó quejándose de su empleo entre dientes.
Dib se quedó solo otra vez. Suspiró con frustración y buscó a tientas sus lentes que suponía estaban en la mesita de noche; las lágrimas le nublaban la vista aún más. Su mano se cerró, formando un puño y golpeando las mantas que cubrían su cuerpo. ¿Por qué le pasaba eso a él? ¿Realmente estaba tan loco?
(...)
Salió al jardín después de un rato llorando, pensando que con un poco de aire se podía aliviar un poco. No había nadie por los alrededores, y saber eso le trajo tranquilidad de algún modo.
Todo el jardín estaba cercado por rejas y alambre de púas, haciendo imposible el escape. Suspiró, observando mejor y viendo un árbol solitario a lo lejos, al lado de algo parecido a una torre. Su camino se dirigió hacia allá, pensando que quizás al lado de un árbol común olvidaría lo aislado del mundo que se encontraba ahora. ¿Por qué él? No estaba loco; quizás gustaba de lo paranormal y hablaba solo a veces. Quizás no tenía amigos y algunos de sus dibujos podrían perturbarle a algunas personas... ¡Pero eso no era malo! Sólo se preparaba para su crudo futuro entre cosas tenebrosas. ¿Era realmente tan malo como para tacharlo de loco? ¿Como para enviarlo a ese lugar? Se sentó bajo el árbol a pensar un rato.
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I don't feel well, Zim [Invader Zim - Zadr] [Terminada]
RandomDib es internado por su padre en un hospital psiquiátrico, en el que conoce a un peculiar chico verde que se hace llamar Zimsera. ¿Qué secretos podrán esconderse entre las sucias paredes de un lugar como ese? Seguro que unos muy paranormales... • 5...