I don't feel well, Zim [Invader Zim - Zadr] [Terminada]

- XII -

NOTA: Como 3 años después vengo a escribir esto, asi que si se siente ooc para la historia, discuclpen! Lo he tenido guardado muuucho tiempo. 

Quizá segundos, minutos u horas; Ninguno de los presentes estaba consciente del tiempo transcurrido mientras permanecían ensimismados en la aguerrida batalla, que hasta ahora, había costado algunas naves y un cansancio terrible a los brazos de Dib, quien no sabia cuanto mas soportaría sosteniendo la pesada arma.

¡¿Cuánto falta, Zim?! - Gritó, tratando de mantener la puntería a pesar de que sus brazos temblaban con más violencia de la que lo habían hecho momentos antes. Dio un último disparo fallido hacia el cielo nocturno, en el que las naves revoloteaban no sabiendo cómo acercarse más al reducido espacio en el que los chicos estaban refugiados... claro que su escondite no les garantizaría una victoria cuando la nave que comandaba la flota diera una orden de ataque más violento; ¿Quién sabría que tipo de armamento podían traer consigo esas máquinas extraterrestres?

Dib bajó la pistola por un momento, tratando de recuperar las fuerzas mientras que su mirada se mantenía ocupada en las naves moviendose ágilmente en el cielo. Zim no contestó.

¡Zim! - Exclamó nuevamente, con más urgencia, dejando por unos segundos su mirada atenta al cielo para dirigirla a su compañero, que no tardó en corresponderle la mirada en un momento.

¡Estoy ocupado, cállate! No falta mucho. Espera un poco... - Y mientras hablaba apretó un tanto más algunas cuantas tuercas, y movió otros cables, y después de unos movimientos de sus manos que Dib no pudo alcanzar a percibir con propiedad, Zim se levantó sonriente. - El poderoso Zim logró arreglar la nave.

¡Genial! Podremos volar ahora... - Sonrió Dib, más entonces una nueva incógnita apareció en su mente; ¿Y si cuando salían los atacaban en serio? Porque hasta ahora las naves tan solo esperaban la orden de ataque... quizá querían vencerlos en un area en que eran conscientes que los dos chicos no eran experimentados, es decir, en pilotear una nave. Quizás así podían evitar violencia excesiva... pero en la cabeza de Dib era más factible la idea de que, si las naves decidían atacarlos mientras estaban en el garaje, entonces no habría salida, y morirían encerrados entre escombros.

Debían salir a luchar en la nave

Dib se aferró nuevamente al arma, y lanzó con sus pocas fuerzas unas cuantas patatas dentro de la nave, para usar como proyectiles. Se subió de un salto poco ágil al asiento de copiloto luego de ello.

¿Sabes volar esta cosa, Zim? - Preguntó enérgico, tratando de controlar torpemente todo su entusiasmo. Zim tan sólo subió al asiento de conductor y cerró la ventanilla.

Haré lo posible - Contestó entonces, sólo para que sus ojos repasaran con curiosidad todos los botones. Después de un momento decidió apretar uno rojo; bastante tentador.

La nave entonces comenzó a tambalearse, y con un sonido de tarro viejo, encendió los motores, que destellaron chispas hasta hacerlos volar verticalmente hacia el cielo; el techo del garage terminó con un agujero difícil de ignorar debido a ello.

¡Detenlo, Zim! ¡Estamos demasiado arriba! - Gritó el humano, aferrándose a su asiento mientras una crisis de pánico le sobrevenia. El alienígena volvió a apretar entonces el botón, sólo para que la nave detuviera el vuelo y comenzara a caer libremente.

Dib comenzó a asustarse de estrellar contra el piso, y justo cuando sentía que su sangre se helaba y que moriría inminentemente, un fuerte estruendo sacudió la nave; habían chocado con una nave enemiga que volaba ingenuamente debajo de ellos. Con un grito seco ante tal estruendo de parte de ambos chicos, Zim pareció espabilar y recobrar el control de la nave antes de definitivamente caer a piso.