¡No te espantes! ¡Es parte de mi enfermedad de la piel! - Dib se levantó del piso con ira, temiendo ahora por su corta vida. Se había preparado toda su existencia para enfrentar lo paranormal, pagando como costo su libertad y sanidad mental, y ahora... ahora solo se lograba nublar su juicio y llenar su cuerpo de temor. Su mano pálida y temblorosa se deslizó con lentitud y silencio hasta el pomo de la puerta que tenía a sus espaldas.
¡¿Y... c-cómo explicas las antenas?! ¡No soy imbécil! ¿Qué eres? Confiesa - Sus dedos iban rodeando el pomo de metal con suavidad y temor con disposición a abrir la puerta y escapar de su posible muerte, pero justo al término de su grito acusando al ser frente a sus ojos, una extremidad metálica de aspecto aracnido se incrustó directo en el centro del pomo logrando ser una advertencia para el de cabellos azabache. Los ojos del ahora asustado chico internado se dirigían hacia la derecha, hacia la punta de sus dedos rígidos e inmoviles por el temor inducido.
No puedes delatarme... pensé que éramos amigos - Guardó la extremidad en la mochila sin tirantes que mantenía en la espalda, dirigiendo su paso ahora a la cama y retirando todo su disfraz. Miró fijamente a los orbes castaños con esos ojos magenta que poseía.
Eres... un alien... - Dib dejó su mano derecha fuera del pomo, y se dirigió frente al ser extranjero con puro desdén. Creía en aliens y seres paranormales, ¿Pero cómo podía estar listo para ver uno? Simplemente tenía emociones variadas, no sabía lo que hacía; Tenía miedo.
Mi raza se llama Irken, pero mi nombre sigue siendo Zim. Llámame así - Dib asintió con lentitud, mientras recorría con la mirada cada parte del cuerpo del extraño espécimen que tenía en frente. Tenía tantas dudas...
B-bueno Zim... um... ¿Cómo llegaste a la tierra? - La vergüenza calentó sus mejillas por la repentina pregunta que acababa de formular, ¿asi es como se hacian las investigaciones paranormales? Zim soltó un suspiro pensando en todo lo que se venía para él.
El chico espacial le contó sobre su planeta, en el que regían los más altos sobre todos los otros irken's. Le contó que hace años, cuando aún no termianaba su entrenamiento militar, se entrometio en una misión a la tierra. Iba con Irkens experimentados que no notaron su presencia hasta que era demasiado tarde como para volver a Irk.
Al llegar a la tierra se produjo un accidente... accidentalmente provocado por el pequeño Zim, quién por suerte logró salir vivo (aunque dejó muerta a toda la tripulación). Con un disfraz preparado con anticipación, se dispuso a recorrer el planeta que acababa de conocer, y fue entonces cuándo una mujer lo encontró y llevó a un orfanato.
Los años pasaban y el no crecía ni siquiera un centímetro. Todos sus "hermanos" eran adoptados y el no. Sus problemas en el orfanato eran comunes y destructivos, y ya sin poder aguantar más lo enviaron finalmente al centro psiquiátrico. Con el pasar del tiempo, más y más destrozos eran provocados por las manos torpes del invasor incompetente, y por ello, fue llevado a la "habitación" (Le seguía pareciendo una celda) de máxima seguridad. Cada cierto tiempo iban a hacerle pruebas extrañas, que dejaban marcas y cicatrices en su cuerpo delgado y fino. Los vendajes cubrían la mayor parte de heridas, rasguños y moratones.
La comida que le daban le hacía daño (por no ser alta en azúcares), y con motivo de sobrevivir, buscó el modo de escapar de su celda. Cada semana iba a la ciudad lo más sigilosamente que podía y conseguía algo de comida. En uno de sus paseos encontró un pequeño y desgastado peluche con aspecto de robot; posiblemente el juguete de un niño. Verlo ahí abandonado y desgastado, lo hizo imaginar que era él mismo, y, ¿Cómo no querer llevarlo consigo para que ambos tuviesen compañía?
Explicó muchas cosas, a las que Dib ponía atención con los ojos abiertos de par en par. Finalmente, el chico de cabellos azabache volvió a hablar, algo más calmado.
Eso es sorprendente... ¿Sabes? Estoy trabajando en una investigación algo PARANORMAL, ¿Te gustaría ayudarme? Eres un alien y... - Zim sonrió con dulzura y alegría genuina ante la invitación hecha por el humano. Él nunca había tenido a nadie 'real' con quién hablar.
Está bien, pero siéntete honrado de tenerme en tu equipo... ¿De qué trata la investigación? - Dib sonrió con gran estusiasmo; era su primera investigación.
"Cuando los planetas se alinean los conductos de ventilación se llenan de una extraña sustancia verde" - Su tono fue misterioso - Tengo pruebas, por si no me crees; un poco de esa masa extraña.
...Quiero ver las pruebas - Dib pensó un momento, y supuso que ver al niño loco por ahí deambulando era peligroso para todos, así que se decidió a ir él mismo a "Tomar prestado" el tubo con líquido verdoso. Asintió a Zim y salió de la habitación corriendo, volviendo al poco rato respirando cansado.
Aquí está, fue difícil, porque casi me pillan... ya sabes, tuve que usar mis habilidades ninja - Observó con alegría a su compañero, que tomó el frasco entre sus manos y lo abrió de inmediato. Dib quedó helado al ver cómo la masa se incorporaba al cuerpo del alienígena, curando todas las heridas de su cuerpo. - ME MATARÁN SI DESCUBREN QUE PERDÍ LA MASA
Pero era mía... si un pedacito de mi piel mudada no vuelve a mi, entonces mis heridas no lograrán regenerarse del todo. - Sonrió con alegría, mientras Dib mordia con nerviosismo las uñas de sus dedos.
El pequeño humano tomó el frasquito, y puso dentro de el un poco del chicle verde que se había pegado en su zapato, intentó pensar que nadie lo notaría.
Quédate aquí... y no hagas nada raro... - Dib corrió nuevamente a la sala de dónde había robado el frasco. Estaba oscuro, y los pasillos estaban totalmente en silencio. Sus pies ahora descalzos hacían el mínimo ruido posible al chocar con la cerámica fría.
Iba corriendo sin parar, pero algo detuvo sus pasos de pronto. Frenó en seco, e intentó escuchar con mejor precisión el sonido metalico que venía de los tubos de ventilación. Miró hacia arriba, aterrado, divisando una sombra extraña entre las rendijas de los tubos metálicos. Bajó la vista para intentar calmarse, y al hacerlo, una pequeña gota impactó el piso. Una pequeña gota que quizás era sangre...
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Hola! por fin terminé un capítulo más☆espero les guste!
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I don't feel well, Zim [Invader Zim - Zadr] [Terminada]
RastgeleDib es internado por su padre en un hospital psiquiátrico, en el que conoce a un peculiar chico verde que se hace llamar Zimsera. ¿Qué secretos podrán esconderse entre las sucias paredes de un lugar como ese? Seguro que unos muy paranormales... • 5...