Después de acercarse más a la ciudad, Zim se detuvo unos momentos y acercó sus antenas (cubiertas por su peluquin) al pequeño peluche. Dib lo observó incrédulo y confundido, más pronto el rostro del alien se iluminó con una sonrisa.
Gir dice que huele pastelitos horneados en la siguiente esquina; ¡rápido, pueden quitarlos de la ventana si nos tardamos mucho! - Zim emprendió rumbo hacia el lugar previamente señalado, corriendo rápidamente, dejando sin querer a Dib atrás. El humano frunció el ceño, aún confundido sobre el contacto tan peculiar entre Zim y Gir, de este último ya dudando sobre si poseía o no la capacidad real de contactarse con Zim. Un grito enfadado lo sacó de su trance. - ¡Apresurate!
¡Si, si, ya voy! - Y con eso comenzó ya a correr en busca del tan preciado manjar que Zim había prometido, porque estaba seguro que no aguantaría mucho más con semejante hambruna...
(...)
¡Te dije que Gir tenía razón; nunca se equivoca! - Comentó alegremente Zim, con la boca aún llena de los pastelitos que habia tomado prestados de la ventana. Dib admitía que se sentía culpable de haber robado comida, pero ¿Qué más podía hacer? Tragó sus alimentos disfrutándolos con una sonrisa, y luego de eso, tan sólo esperó que Zim terminara también.
El alien pronto quedó libre del pastelillo, y después de un descanso de unos pocos minutos, Dib decidió que ya era hora de marchar. Se levantó de la banca en la que estaban sentados, y mientras sacudía su ropa de cualquier polvo que la hubiese ensuciado, Zim le dirigió una mirada confusa.
¿A dónde vas, Dib-mono? ¿Ya quieres volver a ese horrible lugar? - Apretó más a Gir contra si mismo, temiendo que la obvia respuesta a su pregunta fuese un si. Se levantó con rapidez, esperando que ese momento de libertad junto a su amigo no terminara tan pronto, más su temor se disipó al ver una sonrisita en los labios de Dib.
Me pediste un paseo por la ciudad, ¿no? Apresurate, o no lograremos ver todo lo que quiero mostrarte - Zim lo observó unos momentos más, sintiendo un gran alivio en lo que los humanos llamaban "corazón", y, ¿Cómo no sentirlo? Después de todo, no hubieron muchas oportunidades en su vida de sentir cariño de parte de nadie... y ahora, ¿De verdad alguien era su amigo, y le sonreía de esa forma? ¿Al incompetente Zim? A ese pequeño smeet que había dejado claro no ser útil en ningún aspecto... al mismo que llevó a la ruina una misión de exploración; al mismo que ni siquiera fue presentado para el entrenamiento de invasor. Al inútil y vacío él, que sin darse cuenta, había estado buscando toda su vida esa tibia sensación que el humano le estaba dando ahora, con tan sólo una sonrisa y el consentimiento para mostrarle el mundo en el que había quedado varado.
Sonrió, poniéndose de pie adecuadamente y acercándote más a Dib, como permitiendole que lo guiase hasta donde sea que quisiera llevarlo primero. Dib comenzó a caminar, y Zim le siguió de cerca sin rechiste alguno; así se alejaron del parque solitario y comenzaron poco a poco a adentrarse más en la ocupada ciudad.
La primera parada fue un pequeño negocio de arcades; Dib explicó un poco a Zim sobre los juegos de cada máquina, y pronto procedió a rebuscar cada lugar posible en busca de alguna ficha o moneda que pudiese usar para jugar en alguna máquina (en vista de que no traía dinero con el). Zim lo vio rebuscar sin descanso en cada lugar de la solitaria habitación, y en un momento en que el humano no le prestaba atencion, saco de su PAK un par de herramientas, las cuales trató de usar competentemente con sus 8 patas mecanizadas. Después de unos segundos de trabajo y golpes a la máquina, logró acceder a los juegos... bueno, al menos uno; el único que no se borró en sus modificaciones.
¡Zim! ¡¿Qué diablos hiciste?! Ahora-... oh, podemos jugar Space Invaders - Dib sonrió; ¿Había algo más preciso con su situación actual? Enseñó los controles a Zim, y después de unos cuantos intentos, el instinto competitivo del pequeño alienígena despertó, en busca de lograr un mejor puntaje que Dib.
El azabache sonrió al pensarlo; un alienígena jugando space invaders. Algo realmente cómico, sin duda alguna... se preguntaba en momentos así; ¿Cómo era posible que alguna vez hubiese pensado en poner a alguien como el en un tubo de experimentos? Le parecía demasiados lejano ahora... ¿Su futuro trabajo como investigador paranormal le prohibiría un acercamiento así a una especie extranjera? Esperaba que no... Zim ya era sin duda parte importante de sus días actuales y futuros.
Dib se quedó pensativo unos momentos más, hasta que Zim se despegó de los controles, indicandole que era su turno de jugar. Luego de algún rato, Dib se dio cuenta que Zim se tomaba el juego con seriedad sin igual, y gracias a su destreza y concentración, lograba hacer muchísimos más puntos de los que el mismo lograba ganar. Quizás en el planeta de Zim, los controles de las naves eran similares a los de la arcade... ¿Zim sabría a caso pilotar naves? Soltó un suspiro, sabiendo que mientras estuviese cerca de él, las preguntas no se acabarían jamás.
(...)
Ambos caminaron tranquilos y sonrientes bajo la luminaria artificial de la calle; ya se había hecho bastante tarde, y ambos dudaban si ya habrían notado o no sus desapariciones en el manicomio. Dib sonrió al mirar de reojo al chico que tranquilamente caminaba junto a él, ¿Sería quizás la fascinación por el contrario, mutua de parte del otro hacia el mismo? No estaba completamente consciente de nada en ese momento de perdidos pensamientos sobre sensaciones tibias y sonrisas alegres. No sabía a que se debía, pero sentía que quería estar a su lado por mucho tiempo más... mucho más tiempo del que en realidad les quedaba.
¿Gir? ¡¿Qué pasa?! - Exclamó de mal humor el chico verde, tratando de tironear y mantener a Gir a su lado, más era como si algo estuviese atrayendo al objeto lejos de el. No bastaron palabras para que Dib espabilara, y tomando a Zim desde los hombros, trató de poner su mayor fuerza para evitar que el tan preciado objeto se alejara.
Un crujido se escuchó entre todo el tira y afloja, y luego de eso, el sonido seco de algo rasgandose fue lo último que escucharon antes de caer al piso. Dib se sobo la cabeza, bastante adolorido por el golpe.
G-Gir... - Sollozo Zim, incrédulo de lo que ocurría, mientras sostenía en sus manos el peluche roto con el relleno desparramado alrededor. Parecía que lo que estaban atrayendo no era el peluche en sí, si no algo que estaba dentro...
¿Z-Zim? ¿Estás bien? - Preguntó el humano, moviendose suavemente por el frío asfalto, tratando de calmar los sollozos de Zim con la voz más tranquila que pudo. El solitario chico verde se volteo entonces, mirándolo con sus grandes ojos magenta totalmente descubiertos y llorosos; su rostro afligido parecía no mostrar interes alguno en el peluquín mal puesto y las lentillas tiradas en el piso.
El... el... - Las palabras no se formaban, y Dib sabía que esa era una reacción completamente comprensible. Acercó a el su mano con suavidad; cuidado casi, de no quebrajar más su alma tan rota, y cuando logró tocar con lentitud y desconfianza su hombro descubierto por la pijama tan grande, procedió a acercarse con más confianza.
Se acercó a el con cuidado y paciencia, atrayendolo a su hombro para arrullarlo y calmar la tempestad de sus pensamientos y lágrimas. Le sonrió con melancolía, y sólo entonces, procedió a hablar.
Lo que sea que te arrebataron Zim, lo buscaremos juntos... estarás bien de nuevo; Tu y Gir, sanos y a salvo - Murmuró con ternura, como imaginaba que su madre hubiese hecho con el si es que alguna vez ella hubiese estado presente para consolarle. Zim cerró los ojos, tratando de calmar sus lágrimas, pero entre más trataba, menos lo lograba; se aferró con más fuerza al humano, mientras que este daba suaves golpecitos en su espalda. - No te preocupes de nada; llora cuanto quieras y cuéntame lo que necesites. Te esperaré Zim; aunque te tarde la eternidad para volver a estar bien, porque...
Porque eso es lo que hacen los amigos
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QUé era gIr en vERdAd????? Solo un peluche? Un objeto poseido? un radar de pastelitos recien horneados?
DESCUBRANLO EN EL PROXIMO CAPITULO, esperoquenotanmalocomoestosdos
A propósito; ayer hice un libro de one-shots basados en canciones por un reto! Tiene un one-shot incoherente por ahora kdkfj espero se pasen por ahí y vean qué les parece
Cuidense y gracias por leer!!
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I don't feel well, Zim [Invader Zim - Zadr] [Terminada]
RandomDib es internado por su padre en un hospital psiquiátrico, en el que conoce a un peculiar chico verde que se hace llamar Zimsera. ¿Qué secretos podrán esconderse entre las sucias paredes de un lugar como ese? Seguro que unos muy paranormales... • 5...