Dos

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Después

"¿Did I drive you away? I know what you'll say, you say, 'oh, sing one we know'."



Allí estaba ella, observando con detenimiento a los alumnos del instituto. Era algo que siempre le había gustado hacer: observar todo a su alrededor. Sin embargo, a mí, lo que más me gustaba hacer, era observarla a ella.

Tenía su cabello rubio atado en una cola de caballo, dejando así a la vista sus orejas perforadas llenas de aretes y piercings. No pude evitar sonreír al verla rodar sus ojos en el momento en el que su mirada chocó con la de Bobby Palette, un chico que nunca le había caído bien. Por otro lado, me estremecí cuando tomó su celular entre manos y sonrió. Tenía una sonrisa tan perfecta, y bella, y podría seguir con una lista interminable de adjetivos que, de alguna forma u otra, un día lograron que yo me enamorara de ella. Nina Waldorf había sido el gran amor de mi vida. Pero la había dejado ir, y sabía que tanto en sus planes como en los míos, no existía la opción de volver a lo que alguna vez fuimos. Sabíamos que las cosas jamás serían como antes, y eso no era nada más ni nada menos que mi culpa en su totalidad.

Recordaba la primera vez que recibí un sobre suyo. Vivía contándome como Shiver era su canción favorita de Coldplay, y yo, al abrir aquel primer sobre de color morado, no pude evitar sentirme mal, triste, sentirme como el cobarde que era para haber alejado de mí a una persona tan increíble como ella. Y aún la amaba.

Abrí mi casillero tomando un cuaderno que se encontraba allí, saqué una lapicera negra de mi cartuchera y escribí en una hoja arrancada la primera parte de, esta vez, mí canción favorita de Coldplay. Muy adentro sabía que la letra de la misma representaba mi situación actual a la perfección. Yo había alejado a Nina de mí, y jamás podría arrepentirme tanto de haber hecho algo como me arrepentía de eso. Me arrepentía todos y cada uno de los días.

Cuando el timbre sonó, metí dentro de su casillero esa hoja escrita, la cual no tenía firma alguna. Pero esa chica era muy inteligente. Sabía que, cuando la viera, descubriría instantáneamente a su dueño.

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"¿Te alejé de mí? Sé lo que dirás, dices "oh, canta una que nos sepamos."

I saw sparksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora