Capítulo 4 (Martón I)

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Me voy a ir de vacaciones por tiempo indefinido asi que os dejo maratón de 3 capítulos!!!

(POV JARA)

Llegué a casa todavía pensando en lo que me había contado Hada. Así que mi tía ahora estaba arrepentida. Creo que en mi vida había escuchado a Azahara pedir perdón y menos me habría esperado que se lo dijese a Hada después de todo lo que había pasado. Se lo tenía que contar a mis padres.

Me senté en el porche de casa encendiendo un cigarro. Sin darme cuenta mi mente voló al encuentro que había tenido con él. ¿Me habría reconocido? ¿Sería de verdad que lo habría visto desde mi ventana la noche anterior? Sabía que era imposible, no tenía ningún sentido. Lo lógico es que estuviese vigilando a Hada por orden de Héctor, pero yo no tenía nada que ver.

Un aire gélido me llegó por la espalda, y comencé a notar los susurros. Rápidamente me giré buscando la voz de la que provenían, pero como siempre no había nada. Debía de hablar con mi abuela, pero tenía miedo. ¿Y si pensaban que estaba loca, esquizofrénica o algo y me encerraban en algún loquero?

Me levanté de allí y eché a andar lo más rápido que pude alejándome de mi casa. ¿Cómo te puedes sentir si no te sientes segura ni en tu propia casa? Quizás si hablaba con mis padres podrían ayudarme. Seguí caminando con las manos metidas en los bolsillos de la sudadera que llevaba y con la capucha puesta.

Miré a mí alrededor, esta parte de mi casa solía asustar a la gente normal. Estaba llena de hierbas viejas, sin cuidar, era una zona oscura y solitaria, pero por raro que pareciese era el único lugar que me daba algo de paz y tranquilidad. Las voces no llegaban aquí. O eso pensaba.

Noté pasos detrás de mí. "Jara todo está en tu cabeza, no hay nada allí, se valiente y sigue tu camino." Respiré hondo y continué caminando como si nada a pesar de que notaba que las pisadas cada vez estaban más cerca de mí. De forma involuntaria yo también aumenté la velocidad, de un momento a otro comencé a jadear por el esfuerzo y de repente me cogieron por el brazo dándome la vuelta.

Quise gritar, pero mi voz se vio aplacada por una enorme mano en mi boca. Era real. Estaba tan asustada que tarde más de la cuenta en darme cuenta de quien se trataba, era él, el amigo de Héctor.

Me hizo un gesto para que guardara silencio y yo solo pude asentir. Cuando estuvo seguro de que no gritaría me quito la mano de la boca, pero su otra mano me seguía agarrando férreamente el brazo izquierdo. Yo solo me limitaba a respirar de forma agitada e intentar no hacer nada que pudiese alterarle. ¿Qué coño le pasaba a este tío? En mi fuero interno rezaba porque solo fuese una especie de "venganza" porque le dejé en ridículo el otro día frente a la esposa de su amigo.

El nerviosismo crecía dentro de mí, él no hacía nada, no decía nada, ni el más mínimo gesto... La situación iba a acabar por superarme, solo quería que el miedo se me pasara para poder hacerle frente.

Me empujó contra un árbol y poco a poco fue bajando la mano que tenía tapándome la boca hacia mi cuello con una sutil caricia, mientras la otra mano la tenía justo al lado de mi cabeza dejándome atrapada entre su cuerpo y el árbol.

Yo solo podía mirarles a los ojos, sabía que podía gritar, incluso podía darle una patada en sus partes, me había dejado el suficiente espacio para ello. Se acercó algo a mí, su boca estaba a punto de rozar la mía y sentí un pinchazo en el estómago. Me iba a besar, el primer beso de mi vida me lo iba a dar un tío al que no conocía de nada, que era amigo de mi primo, que aterrorizaba a mi mejor amiga y con el que llevaba más de diez minutos aquí sin decir nada y muerta del susto.

Saga Familia Gotti 6:  En tu mirada (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora