Travis Dax

Cap. II -Encuentro-

Cap. II -Encuentro-

Ya en su oficina, en la que nunca entendí porque siempre estaba desordenada siendo el jefe un ex militar y una persona del orden, siempre parecía que acabara de terminar una gran "PARTYHARD" en medio de todo ese desastre estaban tres personas charlando cada una en una silla, el jefe Gramn, la vieja Margaret, y una pequeña chica que nunca había visto era delgada y de tez clara, ojos rojos penetrantes y cabello plateado, no mayor de dieciocho años, con un lazo azul en la muñeca derecha, y cubierta con un vestido azul cobalto ceñido a su cuerpo, que tengo que admitirlo no está para nada mal, al entrar y ver esta extraña escena, el jefe se levantó con una gran sonrisa y me explica.

-Muchacho Travis, recuerdas que no dejaría a ninguno de mis hijos sin pareja, pues ella será tu esposa, esta chica de aquí es la tataranieta de Margaret o algo así, la vieja Margaret está dispuesta a darte a su nieta ya que tú eres uno de los más responsables de la familia, y esto es algo en lo que ella y yo coincidimos, eres demasiado bueno con los demás como para que te quedes solo, además tal parece que a la chica le agradas, esa vieja bruja le estuvo ablando de ti, y parece que le gustas chico, jajá-

Entre la risa del jefe, y mi lucha mental por procesar lo que está diciendo, la vieja bruja... Margaret, toma la palabra y me explica, con su tono burlón y sarcástico de siempre;

-Escucha niño de los cuchillos, a mi nieta le gustas, y ella es bastante caprichosa al igual que yo ella es un chamán, puedes llamarla una bruja si quieren, tiene tanto poder como yo, y con el tiempo será aún mejor, pero por ahora se ha encaprichado contigo, así que para evitar cualquier desgracia el pequeño Gramn y yo decidimos que ustedes se casen y listo... ha y por cierto ahora deberás llamarme abuela, niño-

En ese momento, aunque a marcha forzada ya avía captado la idea, me estaban usando de sacrificio, si esta pequeña chica tenía tanto o más poder que la vieja bruja bastarda de Margaret, corrijo, que la abuela, si se enojara y armara un berrinche no sabríamos a ciencia cierta que pasaría en la ciudad.

Tras pensar un rato, solo me resigne a emitir un fuerte suspiro y dirigí de nuevo mi vista hacia la pequeña chica, y con un simple toque a su espalda, me presente ante ella, de la manera más amable posible, forzando una cálida sonrisa,

-Hola mi pequeña prometida, soy Travis Dax "El Ejecutor", podrías decirme tu nombre-

De un brinco la chica salto fuera de la silla parándose delante mi completamente sonrojada y temblando con unas pequeñas lagrimas formándose en sus ojos, es difícil de mantenerse serio cuando tienes a una linda chica a punto de llorar de la vergüenza, y para colmo tener al jefe Gramn y la abuela Margaret destornillándose de la risa en el fondo, tras un minuto de silencio la pequeña doncella, se presentó con una voz suave y serena,

-Soy Ana Bluefields, tataranieta de Margaret, honestamente estaba indecisa si venir a conocerte y terminar con un matrimonio arreglado por nuestros mayores, pero me alegro de haber venido ya que eres mucho mejor en persona que en las fotografías, he escuchado de ti por la abuela y por el jefe Gramn, me pareces una persona maravillosa que siempre cumple con su deber rápida y efectivamente sin daños colaterales. Veo en ti el espécimen de hombre ejemplar que siempre he soñado y considero digno de mí, además esta con el jefe Gramn hace que eso te hace aún más rentable–

Su monologo lleno de alabanzas y egocentrismos me dejo desconcertado completamente, ¿esta chica es un loca egocentrista o yo había perdido la cabeza?, al ver mi rostro contrariado, la abuela Margaret salió a mi rescate y me resumió un poco su situación.

-Mi querida nieta, vivió bajo la tutela de mi hija hasta hace poco, nunca había tratado con hombres, y eso me preocupaba por eso hable con algunos espíritus, y me respondieron que fuera a ver al pequeño Gramn, y este me conto tu historia de cómo salvaste a esas chicas en el muelle, y de cómo has abandonado todo por la seguridad de los demás y la tuya eso me dio un poco de lastima, así que decidí que tú te casaras con mi nieta, ya que eres lo suficientemente fuerte para protegerla y lo suficientemente amable y paciente para soportarla, Kakaka~.-