Cap. VI –Ciudad de lamentos-
El campo ardiente cambio pero no mucho, el campo ardiente solo se volvió una ciudad fantasma, llena del inconfundible olor da la desesperación y el humo de los cadáveres.
Me moví entre los escombros y el fuego, que adornaban los restos de la ciudad, no sé porque pero termine en el cine del centro, y solo entramos, Ana estaba muy contenta mientras se aferraba a mi brazo, entramos en una sala y nos sentamos, en ese momento se encendió el proyector...y comenzó la película...para mi desgracia era algo que conocía muy bien, tanto la trama como a los actores, la película era el recuento de mi vida...
-Ana, debo confesar que solo tengo un miedo y es el tener que afrontar el pasado, soy un cobarde y un debilucho que solo sabe huir de su pasado, y aquí estás viendo todo de lo que he escapado y ya me hago una idea de adonde terminara esta película...-
La película empezó con mi anterior pelea con la lamia, y retrocediendo hacia el pasado, lo cual le mostro a Ana todas la cosas que he hecho, las matanzas y las ejecuciones que he realizado, desde los inútiles deudores hoy hasta los secuestradores de hace años; Ana estaba callada, muy callada, sus ojos estaban rojos por las lágrimas y el humo, entre el llanto me veía con una lástima terrible que me destruía por dentro, esos ojos no reflejaban miedo, odio, o desprecio hacia mi persona sino una pena y lastima, la lástima que se le tiene a alguien que murió sin poder cumplir con ninguna meta.
Paso una hora y media y nos acercábamos a la mitad de la película, la secuencia dio un giro y empezó a ser cronológica, en pantalla apareció mi padre acompañado por una pequeña niña, mi hermana Irina, lo que estábamos viendo era el momento donde conocí a Irina, sentí un fuerte dolor en el pecho, nunca había sentido este tipo de dolor, era una fuerte tristeza y desesperación, sentí miedo quería escapar pero estaba atrapado mi cuerpo no se movía estaba completamente atrapado. Ana al ver mi reacción se acercó a mi hombro y me susurro al oído.
-¿Ella, quien es ella?-
-Ella... es... mi hermana menor...-
La película continuo y llegamos a la resolución, aunque obviamente se proyectó la parte donde termine con mi hermana, y por obvias razones Ana no estaba para nada contenta, llegamos al punto de no retorno...le dije a Ana que podía cerrar los ojos, que yo estaba acostumbrado ya que este recuerdo me perseguía todas las noches desde hace años.
Ella solo se enfureció más y dirigió su vista fijamente a la pantalla, y fue allí cuando apareció ese moustro, esa bestia con forma humana cubierta por una gabardina; Ana fue testigo del exterminio de toda mi familia, como uno por uno mis familiares cayeron delante de mis ojos, sus lágrimas ya no podían detenerse, ellas ya sabía que tenía un pasado bastante tortuoso pero nunca pensó que lo vería, ella siguió llorando aun después de que terminara la película está en un estado de shock, yo solo me mantuve estoico, para mi esas escenas son el pan de cada día, pero Ana quedo fuertemente impactada. Después de un rato trate de calmarla pero solo conseguía hacerla llorar aún más, tras una hora de llanto, me obstine y la tome en mis brazos...
-YA DEJA DE LLORRAR...me das dolor de cabeza. Ahora dime ¿Por qué estas llorando tanto es mi pasado esa es mi cruz no es la tuya si alguien debería estar llorando seria yo?- le grite con todas mis fuerzas para cortar su llanto.
Ana se tranquilizó y entre sollozos replicaba
-Tu no estas vivo, pensé que te referías a ti como un cadáver como un tipo de broma pero ¡NO!, tu moriste ese día, tu mente y alma murieron junto con tu familia... eso contra lo que peleaste no era humano, era una bestia infernal, ahora entiendo porque actúas como actúas, tu abandonaste todo, abandonaste tu humanidad y te resignaste a seguir a medias el último deseo de tu hermana menor, ella deseo que vivieras, pero ¿estás seguro de que ella deseaba, que te convirtieras en esto? ¿Una máquina para matar, movida solo por un impulso suicida lleno de cinismo y autodestrucción?, Travis dime ¿Por qué sigues queriendo a Irina más de los que me quieres a mi o más de lo que quieres a Griselda, acaso no entiendes que ella no deseaba esto?-
Ellas se descargó con migo, dejo de llorar pero ahora estaba llena de una gran tristeza y enojo hacia mi...no sabía cómo responderle, no mentiré por un momento pensé en simplemente materializar un arma cortarla a la mitad...pero termine por resignarme.
-Todos incluso mis padres sabían que yo no era normal, desde pequeño tenia facilidad para matar, mi padre que era policía, me mando a un internado militar especial a los siete años, pase seis años encerrado en un cuartel donde nos entrenaban como si fuéramos boinas verdes, marines, agentes de la KGB, o miembros de las fuerzas de asalto especial, nos enseñaron como matar y proteger, yo no me moleste con mi padre, de echo le agradezco, me dio fuerza y habilidad, durante esos años descubrí un registro en la biblioteca mi familia por ambas partes tenían una ascendencia algo oscura ambos antepasados tenían algo en común era grandes asesinos, mercenarios o soldados, en resumen soy un caso de estrabismo de una familia de asesinos y mercenarios, mi familia tiene sus cimientos sobre una gran pila de cadáveres, aunque creo que más de la mitad de esos cadáveres son míos, estoy bañado en sangre de inocentes y culpables...Cierto mi familia lo sabía pero nunca me lo dijeron abiertamente, mis padres, mis amigos, mis compañeros nunca me trataron sinceramente siempre mantenían cierta distancia con migo, la única persona que se acercó a mi sinceramente fue Irina, ella fue verdaderamente mi familia, ella me acepto, no sintió miedo de mí, ella siempre fue cálida y amable con migo, hasta ese día la vi como mi hermana, por mi propia miopía no me di cuentas que ella no me veía como su hermano ella me veía como un hombre, esa noche termino nuestra relación como hermanos y pasamos a ser amantes, aunque fue efímero fue la única que me acepto.
Tu estas temblando, y has estado temblando desde que destripe a aquella lamia, tú me temes, Griselda también ha visto este lado de mí, y ella no pudo soportarlo duro cerca de dos meses sin hablarme, ustedes dos no me aceptaran, ustedes no aceptaran a este fantasma, ya que soy una sombra y un recuerdo.
Y si para responder a tu pregunta si, sigo amando a Irina, pero no tengo intenciones de seguir su deseo de vivir, ella está muerta, y no tengo porque obedecer a los muertos, yo estoy buscándola, quiero encontrarla, y no dejarla ir de nuevo, por eso soy así por eso sigo y seguiré siendo una maquina suicida movida por mis deseos cinista y egoísta, si eso entristece y hace llorar a los que me rodean no me importa-
Si fui honesto con migo mismo no, es algo inútil, esto es algo que siempre tenía presente pero nunca lo dije en voz alta.
Ana estaba molesta muy molesta, pero no dijo nada, no me reprocho ni negó mi respuesta ya que ella acababa de ver mi pasado, ella acababa de ver mi realidad por sí misma, ella por fin conoció al verdadero Travis Dax.
Ella se resignó a la realidad, mientras salíamos de esa sala de cine, y deambulábamos por esa ciudad en ruinas Ana, quien antes estaba pegada a mi ahora mantiene una cierta distancia e intenta no decir nada, y me ve con una enorme lastima y compasión como si fuera una estatua de cristal a punto de romperse. Mientras caminábamos por entre la ruinas, llegamos a un lugar que estaba siendo consumido por las llamas, era una casa muy familiar para mí,...ya que era la mía.
El contemplar esta escena me hizo molestar un poco, una vez más vinieron a mi esos recuerdos, pero seguía mirando el fuego que devoraba lo que en un momento llegue a llamar hogar, Ana se mantuvo a distancia y en silencio se puso a orar, yo me mantuve de pie con la mirada fija en las llamas, como si esperara una respuesta del universo, una señal del destino, o algo así... y curiosamente el universo respondió, de entre el fuego se ergio una criatura ardiente, cubierta de cenizas y fuego, la cual sostenía su cabeza con una mano mientras la ponía de nuevo sobre sus hombros.
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Travis Dax
ParanormalMi nombre es Travis Dax, y estoy muerto. Así comienza esta historia, un simple hombre envuelto en circunstancias no tan simples.