Cap. VIII –Exequias-
Han pasado tres años, desde la prueba de matrimonio, la cual irónicamente si pasamos, pero al final solo Ana despertó, ese día un veintisiete de octubre yo Travis Dax morí por una insuficiencia cardiaca, ligada a una fuerte conmoción en el pecho, algo así como un disparo a quema ropa, o eso ponía en el informe del forense.
Mi funeral fue llevado a cabo en lugar del matrimonio, Ana y Griselda, ambas estaban llorando una al lado de la otra, Arturo, el jefe Gramn y la abuela Margaret estaban recibiendo a las personas con un fuerte sentimiento de duelo, en las calles se corrió el rumor de que morí por protegiendo a la señorita Ana de un ataque en el cual me dispararon varias veces en el pecho, aunque eso no esta tan alejado de la realidad sigue siendo algo falso.
Parecerá algo raro el hecho de que estuviera presente en mi propio funeral, pero bueno eso es lo que me paso.
Ana de negro, como la viuda principal, y Griselda de gris oscuro, muchas personas entraron y salieron del salón, llego una patrulla de la policía de donde solo se bajaron un par de ancianos, eran los compañeros de mi padre, unos policías retirados desde ese incidente, recuerdo que dijeron algo como.
-Bueno con esto la línea de Dax termina, era una buena familia-
-Eran grandes soldados, así como grandes compañeros-
Los dos viejos policías entraron y salieron después de dar el pésame, así pasaron dos días de velatorio entraba y salía, un pequeño carnaval de personas a las que según ellos ayude de alguna manera, a la mañana del tercer día, una mujer alta de rasgos finos y ojos claros enmarcados con unos lentes verdes, cabello finamente trenzado y colgado a la derecha de su cuello a adornado por un lazo negro, al igual que su vestido, se acercó al ataúd, ignorando a las dos chicas postradas al lado del mismo, al acercarse y ver mi cadáver se desplomo en el suelo, rompiendo en llanto, tarde un poco en reconocerla pero era Amelia..., Amelia Noel, hacía ya cerca de diez años, que abandone aquella ciudad, pero el verla llorar, me provocó un leve dolor en el pecho.
El jefe se acercó a Amelia y le pregunto con mucha delicadeza, ¿Quién era?
Ella se presentó entre lágrimas como una vieja amiga, a la cual el avía salvado.
El jefe y Arturo la llevaron a la parte de atrás, junto con las otras dos para que hablaran y se distrajeran un poco, Ana y Griselda, tomaron enseguida su posición de defensa, y procedieron a interrogarla. Personalmente me sorprende lo rápido que cambia de humor ese par.
-¿Podrías decirnos cual era tu relación con Travis?- la dos preguntaron al unísono
-Mi nombre es Amelia Noel, Travis trabajo para mi padre hace mucho tiempo, por mi culpa él se vio involucrado en una pelea bastante grave, en donde le dispararon en el brazo, el me rescato de unos secuestradores, él siempre fue muy amable con migo y un día me pidió que fuera su novia pero lo rechacé, aun así él fue a rescatarme, pero yo solo pude pagarle con miedo, le tuve miedo a quien fuera mi salvador...- cayendo en llanto Amelia deja de contarles su historia.
Ana quien había visto mis recuerdo entendido rápidamente lo sucedido, y se llenó de una enorme frustración, ella sabía que en sí, solo me han gustado dos mujeres en mi vida, (si solo dos critíquenme si quieren), la primera fue Irina y la segunda fue Amelia, ni ella ni Griselda estaban en esa lista, ya que para mí Griselda era solo la hija del jefe es decir una pequeña hermana menor, y ella estaba bastante consiente de su situación con migo.
Y bueno aparte de ese altercado con Amelia el funeral y posterior entierro fue llevado con total normalidad, aunque a los pocos días muchas bandas que había desalojado de la ciudad volvieron y retomaron partes de sus viejas zonas, creando un pequeño motín en la ciudad.
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Travis Dax
ParanormalMi nombre es Travis Dax, y estoy muerto. Así comienza esta historia, un simple hombre envuelto en circunstancias no tan simples.