Cap. IX –Vuelta a Casa-
Despierto en la misma habitación donde morí, en la habitación de Ana, estoy sin camisa, sin zapatos, mis pantalones están rasgados y algo quemados, mi cuerpo se siente pesado pero bueno acabo de resucitar no puedo estar quejándome, a mí alrededor, solo esta una joven despeinada sentada a un lado de la cama profundamente dormida. Me levanto en silencio para no despertarla y la muevo a la cama, en eso me doy cuenta de algo esta joven es Ana, mi prometida, esposa y viuda, bueno sigue igual de hermosa cuando no está molestando con su egocentrismo.
La dejo en la cama y me dispongo a salir de la habitación, en ese momento paso por el frente de un espejo, y noto algo, toda mi espalda está tatuada con una serie de inscripciones y símbolos, esto debe ser la muestra de que soy un resucitado, igual no puedo quejarme. Abandono la habitación en silencio y busco la cocina, he pasado los últimos tres años añorando solo una cosa un buen vaso de ron puro sin hielo solo ron puro y ardiente, en mi camino a la cocina me doy cuenta de que tengo algo en el bolsillo, un papel, no una fotografía donde aparece una pequeña familia, una familia de cuatro integrantes, un hombre, una mujer, un niño y una pequeña niña.
Nos sé porque pero en ese momento perdí todas las fuerzas, caí sentado al suelo, esto es un objeto que no debería existir ya que fue destruido esa noche; esta foto es mía, un recuerdo o un tesoro por así decirlo, aquí está plasmada mi querida familia.
Por donde puedo empezar a ordenar mis pensamientos, ¿Por qué demonios Demos tenia esta foto?, ¿Quién le pidió que me la entregara?, ¿Cómo es que no está calcinada?... esto es demasiado... ¿no lo crees Irina? Todo lo que puedo hacer es quedarme aquí tendido en el suelo y contemplar este viejo recuerdo.
Antes de darme cuenta, una vieja conocida se acerca, golpeándome con su bastón.
-Oye, muchacho Travis, el que seas un resucitado no significa que puedes andar por ahí como si nada y ¿no deberías cambiarte de ropas?-
La abuela Margaret, de nuevo con sus burlas sarcásticas.
-Ah... eres tu abuela, lamento esto pero estoy algo ocupado en este momento, si no tienes algo ron, seguiré tirado en el piso un rato más...necesito pensar sobre esto-
Lo digo señalando la fotografía.
-U... ¿Qué es esa fotografía?-
-Es algo que no debería existir, esto me lo dio ese chico Demos, dijo que alguien le pidió que me lo entregaran, aunque no entiendo como no se quemó aquella noche-
-¿Puedo ver esa fotografía?-
-Claro... aunque no me gustaría que Ana la viera-
-¡Chico!... ¿este eres tú de pequeño cierto?-
-Si, en esa foto esta mi familia, mi padre, mi madre y mi hermana adoptiva, aunque todas las pertenencias que tenía fueron consumidas por el fuego. ¿Así que no sé cómo puede existir?-
-Puedo responder esa pregunta...esta es una copia, creada por alguien muy cercano a ti y a tu familia, pero si esto te lo dio el joven Demos, entonces ese alguien está muerto. Lo lamento pero tu familia indudablemente está muerta-
-Lo sé, no tienes que repetírmelo murieron delante de mí, y no pude hacer nada. De hecho me alivia un poco el saber que están en el otro lado, no me gustaría encontrarme con mi padre o mi hermana ahora, si mi padre supiera en lo que me he convertido un mafioso y criminal de primera línea, me dispararía sin dudar en las rodillas y me encerraría en una caja de acero ardiente por seis meses, como castigo...y mi hermana probablemente le declararía la guerra a ese par disonante de Ana y Griselda; de cualquier manera no me gusta la idea-
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Travis Dax
ParanormalMi nombre es Travis Dax, y estoy muerto. Así comienza esta historia, un simple hombre envuelto en circunstancias no tan simples.