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Capítulo 2.

_Park Jimin_

-Bueno, procedan con sus votos matrimoniales. YoonGi, empieza- Hablo el padre después de la extensa misa. 

-Bueno, primero que todo quiero decirle a Dios, aquí en la iglesia que...Jimin amo... Como me chupas la polla y como tu culo gordo la aprieta, quiero que seas mi esposo y me la chupes al revés siempre, que me dejes azotarte de mil maneras y que Dios sea testigo de como te la meto bien en el fondo, ojala follemos hasta que la muerte nos separe- 

Me encontraba con ligeras lágrimas en mis ojos... Era el discurso mas hermoso que he escuchado en toda mi maldita vida...

-Yo... Ante Dios quiero decir... Que amo tu polla... No soy gay pero quiero pasar el resto de mi vida culiando contigo, recuerdo la noche en que follamos aquí en la iglesia y nos corrimos en el vino que tomaron hoy...-  Sentí como la gente escupía y daban señales de asco -Además soy feliz de poder trepar tu palo como Tarzán.... Te acompañare en los órgasmos y el las corridas, en la cachonderia y la lujuria hasta que la muerte nos separe-(Todos menos Namjoon los miran mal*) Y así nos casamos y lo hicimos en frente de todos los presentes y hicimos una gran orgía en el nombre del señor. 

O bueno, es fue la imagen mental de mi boda con YoonGi, de solo imaginarmelo ya me estaba excitando... 

Yo, el grandioso y hermoso Park Jimin estaba teniendo una fantasía con el futuro capitán del equipo de baloncesto Min YoonGi, ya habían pasado varias semanas, casi un mes y medio desde que le deje algunas cosas en claras. No es mi culpa que ese tipo sepa como calentarme con solo existir.

El primer día se atrevió a creerse más que yo, intento besarme y tener algo más pero no no no, yo no soy un cualquiera, este chico sabe darse a respetar y más cuando el chico que gusta porque si, Min me gusta mucho.

Tal vez me deje meter el pene pero... Primero me tienen que convencer y YoonGi no ha hecho más que solo mirarme y hacerme hijos ahí mismo, si los cuento ya llevamos las de un millón, Aún que... Si eso significa hacerlo con el un millón de veces vale la pena. 

Ya sabe que no puede dominarme, ni siquiera pudo cuando nos tocó un trabajo grupal. Por favor, este chico necesita más que eso para caer, le doy creditos por ser astuto y tener un cuerpo... Uy divino. 

¿Adivinen? Se que soy un artista innato pero entre al grupo de baloncesto. Si, si si, se que suena descabellado considerando de que nunca a hecho esta mierda en toda mi vida, pero queria hacer deporte. Tenía varias opciones: Una, el equipo de tenis, cosa que no escogí porque ahí está Jin y después peleamos todo el tiempo por quien es más diva (Considerando de que acepto de que soy mejor que eL con respecto al arte) El no quería que entrara en su terreno. Dos, natacion, me gusta, el short hace resaltar mi trasero bien dotado pero después el cloro de la piscina arruinaria mi sedoso cabello dorado. Tres, Esgrima, no, ya soy muy bueno en eso y me aburrí a la semana por ser el mejor. Cuatro, Béisbol, Nah, no es de mi agrado, no me inspira. Cinco, Fútbol americano, NI DE PUTA MADRE, tengo agallas pero no quiero morir por una lesión provocada por esos gorilas, además ninguno de ellos es interesante. Y por último estaba el baloncesto, nunca lo había intentado a comparación del soccer que soy mierda en eso, me gusta el estilo de juego y también estaba el hermoso chico pelinegro que me para hasta el cabello, es como matar a dos pájaros de un tiro. 

-¡PARK!- escuche un grito -¡Deja de pensar en maricadas!- Era mi bello Taehyung gritándome para concentrarme en la tarea. 

-¿Eh?- Volví a la realidad. 

-Que te concentres en la tarea Minie, desde hace rato estás mirando al techo como un retrasado mental- Lo mire y luego a mi tarea de biología. 

-Creo que de tanto hablar contigo se me pego- Sonreí por el gesto de ofensa que se formó en su rostro.