Capitulo XV. La familia Uchiha

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El día de la graduación de Sakura finalmente había llegado, Jiraiya había organizado una cena para celebrar la graduación de su hija, había invitado a algunos amigos de la familia, a los amigos de Sakura y por supuesto que a su segunda familia, su Juzgado, en lo que Sakura y Tsunade llegaban del salón, ya se habían reunido ahí todos los invitados, debido a que a Gaara se le había ocurrido hacer una fiesta sorpresa para su hermana.

-Y como van las cosas Uchiha – preguntó Jiraiya al azabache.

-La verdad de maravilla, su hija es impresionante, es mi mayor tesoro – comentó serio el moreno.

-Eso ya lo se Sasuke pero muchas gracias, me refería a su famoso viaje a Roma – tomo un trago de su copa de vino – no trates de disimular asombro, que si lo se, pues claro, recuerda que la mejor amiga de mi hija es esa Yamanaka que siempre anda pregonando todo lo que ve y escucha a los cuatro vientos.

-Juez, en mi defensa puedo decirle que...

-¿En mi defensa? Vamos Sasuke, no eres acusado, al menos no aún, se que cuidaras bien de mi hija, o de lo contrario podrás decirle a dios a ese par de bolas que tienes colgando – rió Jiraiya dejando sonrojado al azabache, mientras éste se retiraba.

-Que fue lo que te dijo el sabio pervertido – pregunto curioso Naruto.

-Que si me atrevo hacerle algo a su hija, me castrara – comento en tono preocupado el azabache, logrando así que el rubio soltara una enorme carcajada.

Sakura había llegado al fin en compañía de Tsunade, agradeció a todos los ahí presentes por la sorpresa y aunque convivió un poco con todos sus amigos, la mayoría del tiempo había estado en compañía de su novio.

-Gracias Sasuke – lo abrazó la chica, mientras se recostaba en el pecho del moreno.

-De que me agradeces pequeña – preguntó curioso el moreno.

-Pues desde que estoy contigo todo me parece más y más perfecto, y pensar que solías ser todo un grinch – sonrió la chica, mientras tocaba con su dedo anular la nariz del moreno.

Faltaban un día para la noche de navidad, Sakura estaba mucho muy entusiasmada ya que sería la primera vez que conocería a la familia de Sasuke, Sasuke por el contrario parecía un manojo de nervios, tenían que viajar un par de horas para llegar a la mansión Uchiha.

-Sasuke, luces demasiado preocupado, a caso temes de que no sea del agrado de tu familia – preguntó triste la pelirosa.

-Claro que no princesa, eso no es lo que me preocupa, por el contrario estoy seguro que te amaran casi tanto como yo lo hago – tomó la mano de la chica, mientras conducía con una sola – es sólo que jamás lleve una chica a la casa y... me estresa pensar que mi madre quizá te haga sentir demasiado incomoda, la vez que Itachi llevó por primera vez a su novia, mi madre no se despegaba de ella, y eso que Itachi era todo un romeo, acostumbraba llevar una novia distinta en cada fiesta familiar.

-¿De verdad jamás llevaste a una chica? – preguntó dudosa la pelirosa.

-Bueno, quizá solo a una – comentó con una sonrisa de medio lado, dejando inquieta a la ojijade – descuida, me refería al dobe de Naruto – bromeo el azabache, logrando que la chica suspirara de alivio.

Al llegar finalmente a la mansión Uchiha, mientras Sasuke bajaba sus maletas y los abrigos de ambos, Sakura observaba maravillada la residencia, era mucho muy grande y demasiado alta, el color de la mansión era blanca, todas las puertas parecían ser de madera en color dorado, de pronto un cosquilleo en sus pies logró llamar la atención de la chica, era un gato negro con ojos rojos, que ronroneaba mientras se acicalaba sobre los pies de la chica.

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