Capitulo IV. Viernes de cine

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Sasuke se sentía molesto consigo mismo, porque carajos le importaba que la chica estuviera molesta con él, o que incluso lo evitara, después de todo ella era su alumna y ella había sido quien se había distraído en su clase.

Durante todo el transcurso de día Sakura lo había evitado, Sasuke se había impacientado, pero era demasiado soberbio como para encararse a la chica y preguntarle el porque lo evitaba, eso le molestaba, después de todo en clase podría exigirle una explicación.

Al fin ya era hora de su clase, Sasuke había llegado antes de sus alumnos para divisar a la pelirosa, mientras llegaba la hora, veía como poco a poco sus alumnos se iban incorporando en su clase, faltaban dos minutos para dar inicio a la misma, cuando al fin la pelirosa se apareció en el aula, llevaba una blusa blanca, con un saco color rosa, una falda ceñida a su cuerpo, la cual le llegaba arriba de las rodillas, con unos tacones negros y su cabello suelto ondulado, Sasuke no pudo dejar de mirarla, se veía tan hermosa – lo hace apropósito – se dijo para sí, pues recordaba que en la mañana llevaba ropa diferente a la que llevaba puesta.

El desahogo de la clase se había llevado a cabo de manera natural, Sasuke les enseñaba a sus alumnos los elementos del cuerpo del delito de robo.

-¿Alguien podría decirme cuáles son los elementos del tipo penal del delito de robo? – Preguntó Sasuke mirando a sus alumnos, mientras todos se veían unos a los otros sin decir nada - ¿Es enserio? ¿Acaso nadie los sabe? Están a menos de un año en terminar su carrera licenciados – finalizó con un tono serio.

-Son 5 cinco elementos – señaló Sakura, mirando seria al azabache – el primero es apoderamiento, el segundo es de una cosa mueble, el tercero es ajena, el cuarto es con animo de dominio, y el quinto es sin consentimiento de quien tenga derecho a otorgarlo.

-Es correcto señorita Haruno – sonrió de medio lado el azabache – podría por favor explicarnos cada uno de los elementos – preguntó cruzado de brazos.

-Claro – y prosiguió la joven, logrando conseguir que todos sus compañeros le prestaran atención, el azabache había quedado fascinado con la exposición que hacía la chica respecto del tema, estaba conciente que incluso había expuesto ella mejor su clase.

-Puede tomar asiento señorita Haruno – le indicó el moreno con una sonrisa de satisfacción.

Al término de la clase, todos salían del aula, justo cuando Sakura se aproximaba a la salida fue interceptada por su profesor.

-Excelente exposición del tema señorita Haruno – le manifestó con una sonrisa – quede impresionado.

-Es usted muy amable – contestó la pelirosa, saliendo rápidamente del salón.

El moreno lo había notado, Sakura lo evitaba. Durante el transcurso del día Sasuke había estado buscando a la pelirosa, y cuando al final la visualizó sonrió triunfante al verla, pensaba acercarse y estar con ella, pero sus sueños se habían disipado cuando vió la presencia de cierto pelirrojo que de nueva cuenta se había sentado al lado de la joven, Sakura se encontraba perdidamente en su lectura, hasta que el pelirrojo le quitó su libro, haciendo que ella sonriera y le exigiera que se lo devolviera.

Sasuke se sentía patético y encolerizado, patético por estar buscando como acercarse a la joven, y encolerizado por la forma en que el pelirrojo se dirigía hacia la chica.

Al día siguiente Sasuke y Sai se dirigían a comer a un Starbucks que se encontraba cerca del Juzgado, Sai había divisado a la pelirosa que se encontraba en copias.

-Sakura-chan, muy buenos días pequeña – saludo cordialmente Sai.

-Hola Sai-kun – respondió cortésmente la joven.

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