Capitulo XIX. Le pediré matrimonio

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Temari se acercó a la mesa y tomó del brazo a Shikamaru.

-Oye, mujer loca, que te sucede – comentó Shikamaru mientras era jalado por la rubia a la pista de baile.

-No pienso bailar sola, al menos espero que sirvas de algo – comentó Temari, mientras lo llevaba a la pista de baile.

Sakura reía de la forma en que su primo se quejaba, de pronto se quedó sola en la mesa, mientras veía a sus amigos bailar.

-Ojala Sasuke-kun estuviera aquí – suspiro la chica.

-Hola princesa – se acercó un rubio de cabellera larga – mi nombre es Deidara.

-Hola – saludo cortantemente la pelirosa.

-¿Por qué se encuentra tan sola una hermosa joven como tú? – pregunto el rubio mientras se acercaba peligrosamente a la chica.

-Mmm estoy esperando alguien, gracias – se levantó la chica de su asiento, quien fue interceptada por la mano del rubio.

-Oh vamos, no seas aburrida, baila conmigo un poco, después de todo, desde hace un ya buen rato he notado que has estado sola y sin compañía, créeme que mi compañía es mucho muy agradable – se acercó un poco más el rubio a la chica.

-Creo que la señorita ya fue muy clara en decir que no quiere tu compañía – lo tomó del hombro logrando que volteara el rubio a ver a la persona que le hablaba.

-Sasuke-kun – gritó aliviada Sakura.

-Oye viejo, piérdete, no vez que estoy con la señorita – se mofo el rubio.

-Creo que no me he dado a entender, aquí el que se retira eres tú – comentó Sasuke mientras tomaba de la mano a Sakura.

-A donde te llevas a esa hermosura, no sería mejor que compartiéramos el premio – comentó en tono malicioso Deidara.

Sasuke se molestó y empujo al rubio contra la pared, estaba a punto de golpearlo pero fue interceptado por Sai.

-Déjalo Sasuke no vale la pena – comentó Sai, mientras separaba a su amigo.

-Hmmm – comentó Sasuke en su famoso monosílabo, mientras se acomodaba el saco y tomaba la mano de Sakura para dirigirse al sitio en donde estaba el resto de sus amigos.

-Si, quizá esa pelirosa no valga la pena – se rio el rubio, ocasionando que el azabache se molestara y regresara a darle un golpe en la cara, dejando tirado al rubio en el suelo.

-Creo que lo mejor es que nos vayamos del lugar, esto ya se torno problemático – comentó Shikamaru, mientras miraba sorprendido a Sasuke.

Todos salieron del antro, y se dirigieron al departamento que habían rentado.

-Desde cuando llegaste Sasuke – preguntó curiosa Sakura, mientras lo abrazaba.

-Hace unas horas, me ha costado encontrarlos porque le estuve marcando al dobe de Naruto pero jamás contesto – se quejó Sasuke.

-Oh teme, he dejado mi móvil en la casa – comentó el rubio con una sonrisa zorruna.

-¿Por qué? – preguntó Ino.

-Vamos Ino-chan, si vas a salir a bailar dejas el móvil en casa, si no podrías perderlo – comentó satisfecho, como si hubiera hecho una gran hazaña.

-Ah, niño listo, y como se supone que te localizaran si alguien trata de buscarte – contestó Ino cruzada de brazos, logrando que Sai y Hinata rieran, y dejando sonrojado al rubio.

-Bien, supongo que no pensé eso – trato de justificarse.

-Ni en eso, ni en nada más – se mofó Sai.

Al llegar al departamento, las chicas se dirigieron a dormir a su habitación, mientras que los chicos prendían el televisor.

-Oigan, quiero mostrarles algo – gritó el rubio – pero es un secreto – susurro.

-Si pretendes que sea un secreto no deberías de decirlo en voz alta – se quejó Shikamaru.

-Ok, es solo que tienen que prometer que no le dirán nada a nadie, júrenlo como si sus vidas dependieran de ello – se arrodillo Naruto ante todos, dejándolos incrédulos.

-Que demonios es Naruto, deja tanto misterio ya, me duele la cabeza – comentó Sasuke mientras se recostaba en el sillón.

Naruto se acercó a Sasuke y sacó una pequeña caja de terciopelo color negro.

-Le pediré matrimonio a Hinata-chan – comentó el rubio mientras abría la cajita y del interior se notaba un hermoso anillo con un diamante en color blanco.


Tinta y PapelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora