Entre Secretos

Capítulo 7

Ruben se levantó con fuerzas. No quería volver a pasar por lo que le pasó el día anterior y tenía una pista. La pistola con silenciador. Sabía que la Reina Cotilla había matado a Aleix y lo había hecho con ese arma. Así que si encontraba el arma podría tenderle una trampa a la Reina Cotilla. Tenía que hacerlo solo, no sabía en quien confiar, así que empezó buscando en los rincones más rebuscados del camping en busca del arma. Pensaba que la Reina Cotilla no escondería el arma en su propia parcela ya que Ruben sabía de que pistola se trataba. Creía que iba un paso por delante que la Reina así que eso le daba más ánimos.

-¿Vamos a la piscina?-dijo Juancho a Patri que había venido a verla desde el pueblo y se encontraban en el sofa abrazados.
-Pues vamos-dijo Patri mientras se levantaba del sofa para cojer las toallas e irse con Juancho a la piscina.

Los dos chicos estaban hablando mientras caminaban y en la puerta de la piscina se cruzaron con Paula.

-Pero bueno, que linda pareja se encuentra una por aquí-dijo Paula cuando les vió.
-¿Quién eres?-preguntó Juancho.
-Me llamo Paula, Patri y yo somos muy buenas amigas.
-Si, ¿no te había hablado de ella?-dijo Patri algo inquieta.
-Pues no...pero bueno, un placer.
-Lo mismo digo guapo. Yo me voy ya. Que vaya bien.
-Adiós-dijo Patri mientras comenzaba a caminar.
-Es un poco extraña, me ha parecido muy forzado todo lo que ha dicho-dijo Juancho.
-Bueno, ella es así.

-¿Has visto que han desaparecido cuatro personas del pueblo?-dijo Marta a Raúl mientras preparaba el desayuno para los dos.
-Sí...entre el asesinato de ese chico y luego esta desaparición...
-Bueno, nosotros no nos tenemos que preocupar. Nos protegemos el uno al otro.
-Sí.
-Por cierto, ¿sigues cabreado con tu primo?
-Un poco. ¿Ves normal que desconfiara de mí?
-Raúl, entiéndelo. Igualmente, no tienes nada que esconder así que...además, tú no me has mirado el correo a mí.
-Confío en ti. No hace falta que vea ningun correo ni nada.
-A lo mejor soy la Reina Cotilla y te estoy engañando.
-No eres lo suficientemente lista para ser la Reina Cotilla.
-A ver si voy a ser lo suficientemente lista para soltarte una ostia.

-Seguimos estancados Georgina...he conseguido mirar el móvil de mi primo pero no hemos podido mirar ningún móvil más-le dijo Roger a Georgina, que habían quedado en el club del campista para hablar.
-Mmm...es que tampoco tenemos ninguna pista más. Esa zorra se esconde bien.
-Pero nosotros buscamos mejor-dijo Ruben que salió de su escondite.
-¿Qué haces aquí?-dijo Roger.
-Siempre os veo venir hacia aquí cuando quedáis. Al principio pensaba que os enrollábais pero veo que no. Necesitaba poder confiar en vosotros dos para poder capturar a la Reina.
-Si pero...¿cómo podemos confiar nosotros en ti Ruben?
-Mirando mi correo. ¿No es eso lo que ibais a intentar hacer?
-Puedes haberlo cambiado ahora mismo.
-Imposible. No tengo mi teléfono encima. Tendría que ir a mi parcela a por el.
-Acompáñalo. Os espero aquí-dijo Roger a Georgina y estos dos se fueron por la puerta, no tardaron mucho en volver.
-No tiene el correo de la Reina, podemos fiarnos de él-dijo Georgina.
-Bien, bien...entonces puedes ayudarnos.
-Sí. Y daros información. La Reina Cotilla mató a Aleix y mató a los cuatro chicos que han desaparecido. Os lo digo porque esos cuatro chicos intentaron matarme ayer y la Reina los mató para defenderme, con una pistola con silenciador, la misma que mató a Aleix.
-Entonces...viste a la Reina-dijo Georgina.
-Iba con una máscara y una capa que le cubría todo el cuerpo. Llevaba hasta un modificador de voz para que no le reconociera.
-Menuda hija de puta-dijo Roger-pero es que seguimos sin saber una manera para pillar a esa zorra.
-Lo de los correos es un buen método, pero deberíamos coger todos los móviles a la vez para que ella no se diera cuenta de que vamos pidiendo móviles a los demás-dijo Ruben.
-Hay que buscar el momento perfecto para coger todos los móviles...-dijo Georgina.
-El problema no está en los móviles, si no en las contraseñas-dijo Roger.
-Tengo una idea para poner a esa zorra contra las cuerdas sin que se entere. Pero necesitamos un evento creíble. Algo que la incite venir-dijo Ruben.
-¿De qué estás hablando?-preguntó Roger.
-De una fiesta. Una fiesta donde todos nos quedemos a dormir. Mientras todos duermen nosotros podemos coger los móviles-dijo Ruben.
-Vale, está bien pensado pero...¿y las contraseñas?-dijo Georgina.
-Aquí viene cuando lo matan. Vosotros cogeréis todos los móviles y os encerraréis en cualquier lado, alguno en el que se pueda cerrar desde dentro. Yo me quedaré durmiendo con ellos. Entonces cuando nos levantemos, empezaré a montar el drama de donde esta mi teléfono y eso así que empezaré a mirar por la casa hasta que de con la habitación donde os encontraréis. Aquí viene donde lo matan. Vosotros dos sois las únicas personas que no sois la Reina Cotilla que todo el mundo sabe con certeza. Si empezáis a pedir contraseñas para aseguraros de que nadie de los demás es la Reina Cotilla, y todo el mundo quiere saber quien es para terminar con la Reina...
-Nos darán sus contraseñas-dijo Roger.
-Exacto-dijo Ruben.
-Pero ahora necesitamos un lugar...-dijo Georgina.
-Mi padre tiene una casa cerca de aquí y creo que dentro de nada es el cumpleaños de Victor. Si mi padre me deja, podemos decirle de celebrarlo allí y pasar un fin de semana.
-Lo tenemos, tenemos un puto plan, vamos a capturarla. Vamos a capturar a la Reina Cotilla.

Hola panda de cotillas,

Parece que mis amigos se van de viaje a la casa del padre de Ruben, ¡todos juntos! ¡Como una piña!
Me alegra verlos tan juntos, después de todo lo que han pasado. Como se nota que la verdadera amistad puede superar cualquier obstáculo. Aunque también han invitado a Paula y mira que esta solo se lleva bien con una persona de ese grupo.

Una semana antes

-O haces que me inviten, o le cuento a todo dios nuestro encuentro en los lavabos el otro día. Y el primero va a ser tu novio, te lo vengo diciendo-dijo Paula a Patri.
-Muy bien, le diré a Victor que te invite pero ni una puta palabra a nadie zorra.
-Relájate con lo que dices porque al final acabaremos mal.
-Y tanto que acabaremos mal, bollera asquerosa.

Actualidad

Los chicos se encontraban en frente de la casa de madera que había ofrecido Ruben a Victor para celebrar su aniversario.

-Bueno, pues ya estamos aquí-dijo Victor-¿entramos?