Percy jamás se preocupó demasiado por lo que pasaba en el mundo de los mortales, pero motivado por la venganza se verá inmerso en un mundo lleno superheroes.
Ahora una duda carcome su mente ¿Semidiós o Vengador?
De alguna manera siento que lo sucedido en New York hace unos meses está relacionado con lo que le paso a mi familia. He intentado saber lo más posible sobre ellos y todo apunta a que tengo razón. Mis sueños se han vuelto cada vez más específicos, ahora puedo distinguir con más claridad nombres y rostros, pero saber eso no me llevará a ningún lado.
Es por la noche uno de aquellos sueños me ha vuelto a despertar. El sueño no mostraba mucho en realidad, solo un par de edificios y calles, que daban la impresión de estar en Washington, aunque no podría asegurarlo.
Definitivamente necesito aire fresco, salgo de mi cabaña en silencio, debe ser más de media noche. Me dirijo hacia la playa sin prestar demasiada atención a mi alrededor, camino durante largo rato intentando despejar mi mente, pero me es imposible, tantas cosas son difíciles de procesar en tan poco tiempo. -Sinceramente pensaba que tardarías más tiempo en entender las pistas- la voz de Nemesis se escucha a mi espalda. Volteo a verla confundido -No me mires así, no me gusta hacer las cosas sencillas- Suspiro son pesadez la verdad no me sorprende -¿A dónde debo ir?- le digo resignado -Eso tu ya lo sabes...- Está forma de decir todo y nada a la vez de Nemesis ya me está cansando. -Washington-susurro -No puedo hacer mucho por ti, Zeus me tiene vigilada, por lo que tienes que irte de aquí máximo hasta mañana, después me sera imposible ocultar tu aura- La miro ligeramente sorprendido la verdad no esperaba que fuera a irme tan pronto - Aún estas a tiempo de arrepentirte... -No- digo seguro, ella me sonríe con suficiencia -Pues más te vale despedirte, no te aseguro que vuelvas- la diosa se dio la vuelta desapareciendo en un destello
Vuelvo apresurado a mi cabaña, Nemesis dijo que tengo hasta mañana, pero si no me voy ahora jamás lo haré. Guardo en una mochila una pequeña cantidad de ropa y dinero, por fortuna encuentro en mi cabaña un poco de néctar y ambrosía, aunque la verdad no se como llegó a aquí. Cargo la mochila en mi hombro y me dispongo a salir de mi cabaña, pero las palabras de la diosa resuenan en mi mente, como un triste recordatorio. -...más te vale despedirte, no te aseguro que vuelvas- Miro a los lados y entre el desorden encuentro un pequeño cuaderno, me siento en mi cama y empiezo a escribir (no sin dificultad) una carta de despedida. Me limpio unas pequeñas lágrimas rebeldes que brotan de mis ojos y finalmente salgo.
Llego hasta la entrada del campamento, los pies me pesan como plomo, cierro los ojos mentalizandome para lo que viene, una vez salga no abra vuelta atrás
-¿Percy?- una voz surge de entre las sombras, trago duro sin voltear a mirar -¿Qué demonios haces?- la voz de Nico resuena en mis oídos. Giro la cabeza encontrándome con el hijo de Hades -Me voy -¿Qué?- su incredulidad es palpable. Me mira fijamente y abre los ojos con sorpresa -Por qué no puedo sentir tu aura?!- Agacho la cabeza sin responde -¿Qué hiciste Percy?- su voz denota verdadera preocupación -Nemesis- susurro. Lo oigo maldecir en voz baja -¿Qué hiciste?- lo miro con tristeza y con un suspiro le cuento toda la historia
-Esto es una locura- me dice después de unos segundos -No puedes hablar en serio- dice negando con la cabeza
-Se que tú me entiendes Nico...- le digo ya sin más opciones -Percy... -Ayúdame, está es la única manera Nico me miró fijamente pero al final cedió -Te cubriré, pero debes prometerme algo -Hare lo que sea -Quiero que me prometas que no dejarás que la venganza te consuma por completo. Prométeme que después de que logres tu objetivo intentaras seguir con tu vida. -Yo...yo lo juro por el río Estigio- Un trueno retumbó a lo lejos - Ambos nos miramos -Gracias- le digo con sinceridad. Él se gira y se encamina al campamento, antes de alejarse por completo me dice sin mirarme -Ten cuidado Percy
Me volteo y salgo de la seguridad del campamento. Meto mi mano en mi bolsillo y agarro mi espada sabiendo que a dónde sea que vaya ella no podrá ayudarme. Me alejo del campamento sin mirar a atrás sabiendo bien que quizás jamás regresare.
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Naaaa. La verdad es que ya extrañaba escribir está historia, la escuela me ha tenido totalmente ocupada, pero ya estoy de vuelta (aunque no prometo nada que me conozco)
¿Como os ha ido? ¿Que ha sido de su vida en estos meses?
