Después del domingo ya no supe nada de él, hasta el martes.
El martes a las once de la noche él me llevó serenata.
En su coche puso una canción a todo volumen y comenzó a gritarme.
(JAJAJA PERDÓN PERO TENÍA QUE PONERLA XDXD)
Mis papás no me dejaban ni siquiera asomarme por la ventana.
–¿Por qué no?–
–Porque ya sabían cómo era él. Sabían que usaba drogas y hacía cosas feas
–Louis, mi amor ¡NO TE VAYAS! ¡Quédate aquí conmigo!–
Él estaba llorando; su voz me lo decía.
–Voy a dejar las drogas, seré un buen hombre pero no te vayas–
Mis ojos comenzaron a cristalizarse por las lágrimas.
–NO TE VAYAS LOU, YO TE AMO.– la canción terminó. Pensé que se iría pero no fue así. Se sentó en el suelo frío de la calle esperando a que yo saliera.
–¿Saliste?–
–No.–
Después de unos minutos escuché la puerta del carro azotarse. Comencé a llorar.
Escuché como arrancaba el carro a toda velocidad, yéndose.
Yo quería salir y abrazarlo, decirle que no me iría y que me quedaría ahí con él. Quería contarle sobre mi embarazo, decirle que tendríamos un hijo. Sin embargo, no pude. Mi mamá no me dejó hacerlo.
–¿Qué pasó después?
–Esa fue la última vez que supe de él.–
–Él te quiso mucho, ¿verdad?
Louis sonrió con sus ojos cristalizados.
–Tu papá era el hombre más guapo y tierno que alguna vez pude conocer. Él era perfecto.
–¿Lo amabas?
–Mucho.–
–Entonces, ¿por qué te fuiste?
–Por imbécil.– Sintió un nudo en la garganta y sintió como las lágrimas amenazaban por salir de sus ojos. –Él necesitaba ayuda, me pidió ayuda y yo se la negué. Él quería dejar las drogas pero yo no lo ayudé
–¿Por qué se drogaba?
–Él me dijo que porque lo hacían sentir mejor. Sus padres no le hacían caso y despreciaban por ser gay, las drogas lo ayudaban con el dolor o al menos por un rato
–¿Tu crees que algún día volvamos a verlo?
–No lo sé...–