Después de un par de horas más, el morocho se acercó a mi con pasos torpes.
–Hola– Saludó arrastrando la "o". –Dice mi amigo que te espera en los baños– solo dijo eso y se dio media vuelta yéndose sin dejarme decir una sola palabra.
Capítulo IV.
Después de un par de horas más, el morocho se acercó a mi con pasos torpes.
–Hola– Saludó arrastrando la "o". –Dice mi amigo que te espera en los baños– solo dijo eso y se dio media vuelta yéndose sin dejarme decir una sola palabra.