Querida Eleanor:
Nos conocemos desde pequeños, me conoces mejor que nadie y viceversa, sabemos lo que piensa el otro con solo mirarnos, sé tus sueños, tus ilusiones, y tus metas como tú sabes las mías.
Te conozco desde que teníamos cuatro años, cuando ambos jugamos a hacer pasteles de lodo y nuestras madres se enfurecieron con nosotros cuando nos vieron con nuestros uniformes del preescolar sucios, hemos vivido tantas aventuras juntos, hemos aprendido muchísimo juntos, a como fuimos creciendo nos comenzamos a dar cuenta que nos amábamos, un amor tan grande, tan tierno, te amo tanto que duele, y ese es el problema, no debería de doler. No me tomes a mal, no quiero decir que estar a tu lado sea un sufrimiento, pero ya no es lo mismo. Tú misma has dicho que cuando algo comienza a doler ya no es bueno, y cuando eso sucede se debe alejar de lo que duele. No quisiera alejarme, pero uno debe de ser egoísta a veces. Es horrible hacerlo, no quisiera, pero es por nuestro bien, porque yo sé que si yo estoy mal tú también lo estás. Mereces a alguien que te ame sin dolor, que te ame como lo mereces.
Espero podamos seguir siendo amigos.
Sinceramente, Jason.
YOU ARE READING
Cómo superar un corazón roto y no morir en el intento
RomantizmTodos conocemos la adorable historia de amor sobre los mejores amigos que se enamoran. Los pequeños vecinos de al lado que se hacen los grandes amigos y a medida que pasa el tiempo eventualmente se enamoran, tienen un noviazgo arrebatador y finalmen...